Me convertí en el príncipe heredero del Imperio Mexicano - Volumen I

Capítulo 16: Academia Militar V

Augusto I se adelantó y organizó la situación. La demostración de armas concluyó de esa manera.

Se enviaron varias docenas de rifles al teniente general Fernando.

Se trataba de rifles producidos durante el desarrollo de la máquina de rayado, ya que el ejército también tenía que verificarlos por separado.

"Este es un modelo de muestra con estriado en el cañón del flintlock. También estoy pensando en ofrecer un servicio de modificación económica para los flintlocks que ya se usan en el ejército. Por supuesto, si ordena nuevos rifles, recibirán una versión mucho mejor que esta."

"Gracias, Su Alteza. Estoy esperando eso con ansias."

Aunque el estriado no es un cambio principal, Eduardo producirá una nueva versión de rifles aplicando las mejoras que había estado pensando.

No pasaron ni una semana antes de que llegara el pedido del gobierno.

—

1. Modificación de 5,000 flintlocks usados.

2. 1,000 nuevos rifles Eduardo.

3. 1,000,000 balas Eduardo.

Fecha de entrega: hasta abril de 1827.

—

"¿La fecha de entrega es de un año...? Me han dado bastante tiempo, pero si no empiezo ahora, será un tiempo ajustado."

Si no comenzaba de inmediato, esto sería un tiempo apretado. Planeaba invertir una cantidad inicial que alcanzaría varios miles de pesos, pero actualmente solo tenía una máquina de rayado.

"Eduardo, ¿no deberías considerar abandonar la escuela? Después de todo, no planeabas ser militar. Tu personalidad no parece encajar muy bien con eso."

"Es cierto, pero... Si no me gradúo después de llegar hasta tercer año, creo que mi padre se enojaría mucho, y si dejo la academia y me convierto en técnico de una fábrica de armas..."

"¿Qué estás diciendo? Eres el dueño. Estoy pensando en nombrar la empresa 'Industria de Defensa Vega'. Te daré un 10% de las acciones. Pensando en la cantidad que he invertido hasta ahora y en la que seguiré invirtiendo, creo que es justo que yo tenga el 90%."

Además, por supuesto, también le otorgué los derechos de patente. Las balas Eduardo al 100% y la máquina de rayado al 20%.

"¿Qué? ¿Soy el dueño? Yo estaba pensando que ser técnico de armas sería suficiente..."

Eduardo se sorprendió al escuchar que era el dueño y gritó, pero al final su voz se desvaneció, como si se sintiera abrumado.

"No hay nadie más adecuado para crear una empresa de armas que tú. Eres la única persona en la que confío."

Eduardo merece ser recompensado.

"... Gracias. Haré mi mejor esfuerzo."

Dijo eso con una expresión decidida.

"Si abandonas la escuela, ya no seremos compañeros de clase, así que a partir de ahora hablaré de manera formal, Su Alteza."

De repente, ¿qué es esto?

Pensando en esta época, es comprensible que sienta la presión de tener que hacerlo, pero no quiero convertir a un amigo con el que no he hecho mucho en la vida en uno de mis subordinados.

"... Solo hazlo de forma relajada cuando estemos solos, y solo así cuando haya otras personas. Es incómodo de ver."

"¿Hmm...? ¿Es así?"