El sol apenas comenzaba a ocultarse cuando ____ se arreglaba frente al espejo. Su cabello perfectamente peinado caía sobre sus hombros y el vestido que llevaba puesto resaltaba cada curva de su cuerpo. Roberto estaba en la cama observándola mientras se prendía un cigarro.
-Chula, ¿a dónde crees que vas con ese vestido? -preguntó con el tono grave que lo caracterizaba.
Ella lo miró por el reflejo del espejo, rodando los ojos.
-Voy a salir con mis amigas, Roberto. Ya te lo dije, es la fiesta de cumpleaños de Andrea.
Roberto bufó, apagando el cigarro en el cenicero de la mesita de noche y poniéndose de pie. Caminó hacia ella, con ese paso lento y seguro que siempre tenía cuando estaba molesto.
-¿Y desde cuándo sales tú sin mí, mami? -dijo, tomándola de la cintura y pegándola a su cuerpo-. No me gusta que andes por ahí con ese pinche vestido que apenas te cubre ____, sabes que no me late eso.
____ suspiró, tratando de no dejarse llevar por la actitud posesiva de su novio ya estaba acostumbrada, pero a veces sentía que lo suyo era demasiado.
-Amor, ya te dije que es solo una salida de chicas, ni que fuera a ligar con alguien, ¿o qué? -respondió ella, acariciando suavemente su pecho-. Yo solo tengo ojos para ti.
Roberto la miró a los ojos, entrecerrándolos un poco.
-No me vengas con esas mamadas, ____ todos los cabrones en esa fiesta van a estar viéndote como pinches perros y si alguien se te acerca... —hizo una pausa, mordiéndose el labio inferior-. No sé qué le hago.
-Ay, no exageres -ella soltó una risita nerviosa, pero en el fondo sabía que él no bromeaba-. Nadie se va a atrever a hacer nada.
-Nadie porque voy a ir yo -contestó Roberto, dando un paso atrás y cruzándose de brazos-. Ni de pedo te dejo ir sola.
____ lo miró incrédula, soltando un suspiro frustrado.
-¿Otra vez con eso? ¿No confías en mí o qué? -preguntó, un poco cansada de sus escenas de celos.
-No es que no confíe en ti, mi vida, no confío en los demás cabrones que andan por ahí queriendo meterte mano y no me gusta que se te queden viendo, eres mía, y no quiero que nadie más te toque ni con la mirada.
____ se quedó callada, entendiendo que discutir con él no iba a llevar a ningún lado, era testarudo y posesivo, pero al final, lo amaba.
-Está bien-dijo finalmente, encogiéndose de hombros-. Vamos juntos.
Roberto sonrió, acercándose de nuevo para besarla en los labios, sabía que él tenía ese poder sobre ella, y aunque a veces lo irritaba, le gustaba ver cómo siempre cedía.
-Así me gusta, chula-murmuró contra sus labios-. Nadie te va a tocar, ni mirar mientras yo esté.
La salida fue como cualquier otra, Tito no la dejó sola ni un segundo, siempre con el brazo alrededor de su cintura o tomando su mano, cada vez que alguien se acercaba a hablar con ____, Roberto ponía esa mirada fría que hacía que cualquiera retrocediera. Sus amigos ya lo conocían bien, así que nadie se atrevía a bromear demasiado con él cuando estaba en ese modo tan territorial.
Sin embargo, las cosas se pusieron tensas cuando un amigo de Andrea se acercó demasiado para saludar a
-¡____, qué guapa estás! -dijo el chico, dándole un abrazo demasiado efusivo para el gusto de Roberto.
Ella apenas tuvo tiempo de responder antes de que sintiera cómo Tito la jalaba hacia él.
-A ver, a ver, ¿qué pedo? -dijo Roberto, interponiéndose entre los dos. —¿Qué haces abrazando así a mi vieja, pendejo?
El chico se quedó congelado, sin saber qué decir.
-Relájate, Roberto -intervino ____ rápidamente, tratando de calmarlo-. Solo estaba saludando.
-No me importa -espetó Tito, fulminando al chico con la mirada -. Nadie la toca más que yo, ¿me oíste?
-Oye, no quería ofender, tranquilo- dijo el amigo, levantando las manos en señal de paz-. Solo fue un abrazo.
-Pues mejor que sea el último, cabrón, porque si no, te parto la madre -amenazó Roberto, mientras ___ avergonzada, lo jalaba del brazo.
-Vámonos Roberto, no hagas una escena dijo ella, nerviosa por la situación.
-No, no, chula, este pendejo tiene que entender que nadie te toca -insistió él, su voz cargada de rabia.
____ suspiró, sabiendo que si no lo calmaba pronto, las cosas iban a ponerse peor, se acercó a él, poniendo su mano suavemente en su mejilla y mirándolo a los ojos.
-Amor, ya, no vale la pena -le susurró, tratando de apaciguarlo-. Solo estoy contigo, y tú lo sabes, nadie más me importa.
Él la miró durante un segundo más antes de que su expresión finalmente se suavizara Tito respiró hondo y asintió, rodeándola con sus brazos.
-Está bien, mi amor, pero que quede claro -murmuró-. Eres mía y de nadie más.
Ella sonrió levemente, sabiendo que esa era su forma de mostrar cuánto la amaba, aunque a veces era un poco demasiado.
-Siempre tuya, Roberto -respondió, dándole un beso suave en los labios-. Solo tuya.
Una chica me pido hacer una cap que tratara como posesivo, he hice mi intento pero nose si les agrade.
Los quiero!!! Y espero les guste.
Vale♡.