ᴍᴀʀᴀᴛᴏɴ 4/5
Gabriel ya estaba en la fiesta, charlando con algunos amigos cuando, de reojo, vio llegar a la hermana de Natanael.
Aunque habían hablado de que mantendrían su relación en secreto, no pudo evitar que su mirada se iluminara al verla. Su sonrisa era suficiente para hacerle olvidar el mundo, y hoy no era la excepción.
Natanael, sin darse cuenta de lo que realmente pasaba entre ellos, se acercó a Gabriel para presentarlos.
–Gabito, mira, te presento a mi hermana, ____, Cuidadito, cabrón no vallas e empezar con tus mamadas –dijo Natanael, dándole una palmada en la espalda a su amigo.
Gabriel la miró con una sonrisa traviesa, disfrutando el juego.
–Está chula tu hermana, Nata, ¿eh?–dijo, sin poder evitar mirarla de arriba abajo con admiración.
Natanael soltó una risa y luego le dio un leve empujón en el hombro.
–Ni lo pienses, cabrón con mi hermana no.
Gabriel se limitó a sonreír, haciendo una seña con la mano para calmarlo.
–No te preocupes, compa pura bromita– respondió, lanzándole una sonrisa a ____ quien intentó disimular una risa nerviosa.
La noche transcurrió con normalidad, pero los ojos de Gabriel y ___ se encontraban a cada rato, como si fueran imanes. Cada que Nata se distraía, Gabriel aprovechaba para acercarse un poco a ella, rozándole la mano o dándole una sonrisa cómplice, al final de la noche, acordaron verse pronto, en cuanto tuvieran la oportunidad.
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Pasaron algunos días desde esa fiesta, y aunque se veían en secreto, cada vez era más difícil mantener todo oculto una noche, Gabriel llevó a ____ a su casa, pero no querían despedirse tan rápido, así que se quedaron en el coche, estacionados frente a la entrada.
–Me la pasé bien contigo hoy chula– dijo Gabriel, mirándola con ternura mientras jugaba con un mechón de su cabello.
–Yo también, lindo– contestó ella, mordiéndose el labio, como si quisiera decir algo más pero sin atreverse.
Se quedaron en silencio unos segundos, mirándose, y sin pensarlo mucho, Gabriel se inclinó hacia ella y le dio un beso suave, uno que comenzó con inocencia pero que rápidamente se intensificó, pronto, sus manos exploraban con urgencia, y los besos se volvían cada vez más profundos, más apasionados.
–Gabriel... –susurró ella entre besos, tratando de recuperar el aliento.– Creo que nos estamos pasando...
–No pasa nada, chula, nadie nos está viendo– respondió él, sin querer despegarse.
Pero justo cuando las cosas estaban a punto de salirse aún más de control, alguien golpeó la ventana del coche, haciéndolos saltar. Era Natanael, con una expresión de enfado que casi los hacía temblar a ambos.
–No mames, cabrón ¿Te dije que con mi hermana no o qué pensaste que era broma?– espetó Natanael, mirándolo con los ojos entrecerrados.
Gabriel tragó saliva y salió del coche, tratando de calmar la situación.
–Nata, tranquilo déjame explicarte... – comenzó, levantando las manos en señal de paz.
Pero Natanael no estaba dispuesto a escuchar tan fácilmente.
–¿Explicarme qué? ¡Me dijiste que no ibas a hacerle nada! Te dije que la respetaras güey– respondió, lanzando miradas de reproche a ambos.
___ también bajó del coche, tratando de mediar entre los dos.
–Nata, escúchame, yo quiero estar con él nadie me obligó, ¿sí?– dijo ella, tomando la mano de Gabriel con decisión.– Él me hace feliz, y quiero que entiendas eso.
Natanael miró a su hermana, notando la sinceridad en sus ojos, y después a Gabriel, que tenía una expresión seria y decidida.
–¿Me estás diciendo que en serio quieres a este güey?– preguntó, suavizando un poco el tono.
–Sí, hermano quiero a Gabriel, y él me quiere a mí– contestó ella con firmeza.
Gabriel asintió, mirando a Natanael.
–La respeto, Nata. No estoy aquí solo de paso, realmente la quiero– aseguró, poniendo una mano en el hombro de Natanael. –Ella significa todo para mí.
Hubo un silencio tenso, y finalmente Natanael suspiró, pasando una mano por su cabello como si estuviera considerando la situación.
–Está bien... Pero te advierto, cabrón, que si le llegas a hacer daño, no te la acabas ¿Quedó claro?– dijo, aunque su tono ya no era tan amenazante.
Gabriel sonrió, asintiendo con alivio.
–Claro, claro, hermano, no tienes que preocuparte por eso.
se acercó a Natanael y le dio un abrazo, agradecida por su comprensión, aunque las cosas no empezaron de la mejor manera, al final los tres lograron entenderse, y desde ese día, Gabriel y _.. pudieron estar juntos sin tener que esconderse.
Y aunque Natanael siempre mantenía un ojo en ellos, poco a poco aprendió a aceptar la relación, dándose cuenta de que su hermana realmente había encontrado a alguien que la quería de verdad.
Y esa relación tan secreta bb?
Ya falta solo uno mas, y se viene aviso!!!
Si eres de CDMX, el último one shot se subiera como a las 11:00 p.m.Las quierooo.
Vale♡.