V&V

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ℭ𝔞𝔭í𝔱𝔲𝔩𝔬 20


Solo puedo escuchar el sonido de mi corazón latir cada vez más fuerte. Siento la boca seca y me quedo sin palabras. ¿A dónde se ha ido?

Valtor y yo nos conocemos de toda la vida, pero no logro encajar todas las piezas en mi mente. Yo era una esclava de Lilith, técnicamente yo entregué a Valtor. ¿Por qué luciría de esa manera? ¿Por qué no corre a abrazar a sus hermanos?

Siempre que pienso en Valtor me arde la cabeza y me invade un mal presentimiento, pero si solamente era el pobre hermano perdido de Sky, no hay razón para que me sienta así.

La saliva quema un poco más mi garganta, y regreso a la fiesta, confundida y con un propósito claro: buscar a Sky. La multitud es asombrosa, me devora en su felicidad y sus protocolos diplomáticos. Veo colores y destellos, pero a pesar de ello no logro encontrar a Sky en ninguna parte del jardín. "Lilith estaría orgullosa de mí", son las palabras que me repito en mi mente. ¿Ahora qué he hecho?

Siento el peso de su sombra aplastándome, recordándome lo que soy, lo que fui. Y ahora, con Valtor en la imagen... todo se desmorona aún más. No logro entender por qué me siento tan atraída hacia su sombra, hacia él, como si en algún momento hubiésemos estado unidos...

De repente, choco con alguien. El aroma a jazmín me invade antes de darme cuenta de que estoy frente a Vittoria. Su figura impecable me eclipsa por un segundo; está hermosa, brillante bajo las luces de la fiesta, con su vestido metálico que parece hecho a medida para hacer que todos los demás se desvanezcan en su presencia. Se inclina ligeramente, sus ojos fijándose en mí con una mezcla de sorpresa y desdén. Seguramente luzco confundida y atónita con lo que acabo de vivir.

—¿Estás bien? —pregunta, pero hay un tono burlón escondido en su voz. Tal vez no le importe, tal vez sí. Aún no lo descifro.

 Me tomo un segundo para respirar, pero todo lo que puedo hacer es asentir, aunque sé que mi rostro pálido debe delatarme.

—Necesito encontrar a Sky —digo, casi suplicante, las palabras saliendo antes de que pueda detenerlas. Mi cabeza aún está revuelta: Valtor, Lilith, todo. Y Sky es lo único que parece firme en mi mente. Lo necesito. Él es el único que puede comprender lo que estoy sintiendo; si alguna vez le quité a su hermano, yo tengo el deber de regresárselo.

Vittoria ladea la cabeza, sus labios se curvan en una sonrisa apenas perceptible. Hay algo en sus ojos, no creo que sea nada; solamente luzco alterada, y no tengo tiempo para esto, necesito encontrar a Sky o mínimo a Percy.

—Dímelo a mí —susurra, como si fuera lo más natural del mundo. ¿Decirle a ella? Por un momento, dudo. Las palabras no surgen, al único que le puedo decir esto es a Sky. Antes de que pueda responder, ella ya está moviéndose, su mano en mi brazo, guiándome hacia algún lugar más apartado.

La sigo, dejando atrás el bullicio de la fiesta, adentrándonos en un salón oscuro y frío. Las sombras parecen alargarse a nuestro paso, y mi piel se eriza ante la sensación de que algo está a punto de suceder. Estamos solas, y definitivamente esto no está bien. En cualquier momento podrían llegar Cara o Sky, y no quiero que las cosas se malinterpreten. Siento que Valtor aún sigue entre nosotros, observándome a lo lejos, divirtiéndose con mi locura.

—Aquí —dice Vittoria, pero no termina de hablar cuando una figura emerge de las sombras.

Vittoria me mira fría, esperando mi respuesta. No puedo hablar, tengo un nudo en la garganta y necesito aire. No quiero que Sky sienta que esta vez no fue mi primera opción, y simplemente doy unos pasos para alejarme del cuerpo de Vittoria.

OlvidadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora