Jake en apuros (JAKE)

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Prólogo: Durante un almuerzo en casa de un compañero de Jake hay una mujer que no lo deja tranquilo y el latino ya no sabe cómo hacerle entender que no le interesa, mientras que tu no te das ni cuenta de lo que pasa.

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Jake y tu habían ido a la casa de un compañero de trabajo de él ya que organizó una comida y varios iban a ir.

En ese momento tu estabas sentada con algunas esposas de los compañeros del latino que eran muy buenas amigas tuyas, mientras que Jake se había quedado en la parrilla viendo que la carne no se quemara mientras bebía una cerveza y fumaba un cigarro.

–Hola Jake.–Le saludó una de las invitadas que por lo que había escuchado era amiga de Miguel que era el dueño de casa.

Buen día.–Le saludó de vuelta antes de seguir viendo la carne sin prestarle mucha atención.

–¿Qué? ¿No te acuerdas de mi?

Eh... no.

–¡Pero Jake! Nos conocimos hace un par de meses en el cumpleaños de Miguel aquí mismo.–Dijo ella soltando una pequeña risita tocando el hombro del latino.–¿Tan mala memoria tienes? Hablamos bastante ese día.

La verda' ni me acuerdo, yo debo haber estado con mi dama, me tienes que estar confundiendo.–Dijo frunciendo el ceño ligeramente cuando la mano de la mujer tocó su hombro, a la vez que llevaba el cigarro a su boca.

–No, no, estoy segura de que fue contigo, una cara como la tuya nunca se olvida.–Insistió ella dando un paso hacia él, sin embargo el latino dio otro para poner distancia.–¿Qué haces aquí tan solito? ¿Que tu novia no quiere pasar tiempo contigo? Yo jamás me aburriría de ti.

Mi mujer anda allá hablando con sus amigas.–Dijo Jake rodando los ojos sin realmente importarle si la mujer lo notaba o no, moviendo un poco la carne y tirando el cigarro al carbón de la parrilla.

–¿Ay pero cómo no va a estar contigo? Bueno como sea, yo puedo hacerte compañía, ¿necesitas ayuda con la carne?–Dijo ella acercándose para intentar tomar el tenedor de la mano de Jake.

No te preocupes, yo puedo—

–Pero si no es molestia—

Gracias pero déjame a mi—. Trató de decirle Jake haciéndola a un lado e intentando alejar su mano de la mujer, sin embargo esta no se movía y por accidente el latino pasó a llevar su mano en la parrilla donde se quemó y dejó caer la cerveza al suelo mientras que el tenedor lo sujetó la chica.–Chingada madre...

–¡Oh Jake! ¿Estás bien? Déjame ver.–Dijo la mujer dejando el tenedor a un lado yendo a tomar la mano del latino.

Hazte para allá...–Se quejó él molesto.

–¿Jake estás bien?–Le preguntaste acercándote a para tomar su mano.–¿Te traigo algo? ¿Quieres hielo?

No MI VIDA. No se preocupe.–Dijo haciendo énfasis en el apodo viendo mal a la otra, antes de voltearse hacia ti ignorando por completo su pequeña quemadura.–Oiga dama me acabo de dar cuenta, ¿está usando la crema que le di el otro día? Es que tiene las manos bien suavecitas, no como OTRAS.

Jake habló en voz alta y le dirigió una mala mirada a la mujer a su lado, sin embargo al notar la incomodidad de ella y que se dio media vuelta para irse molesta, sonrió orgulloso.

–¿Y a ti qué bicho te picó?–Le preguntaste confundida acariciando la zona donde se había quemado.

Ay dama hasta que vino, ¿qué no vio a esa que va allá molestarme? Ya no sabía cómo hacerle entender a la muy burra que estoy con uste'.–Se quejó recogiendo la botella de cerveza del suelo para dejarla en la mesa junto a la parrilla.

–¿...no?

Mal hecho dama, uno aquí en apuros y mi guardaespaldas allá echando chismesito con las comadres.–Dijo haciéndote reír provocando una sonrisa en él, a la vez que pasaba su brazo alrededor tuyo y te acercaba dejando un beso en su mejilla.

–Más tarde me lo vas a agradecer, te tengo varias novedades.–Le dijiste captando su atención de inmediato.

Uh... esto me gusta. Hable, hable.–Dijo emocionado moviendo la carne y haciéndote reír.

–Dijo emocionado moviendo la carne y haciéndote reír

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