10. caminos separados

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JULIETA

Había llegado a la noche a la ciudad y tuve la suerte de haber vuelto bien a mi casa. Con miedo, obvio, pero afortunadamente no me había pasado nada.

Lo único que hice al llegar fue hablar un ratito con Mar y después fui a dormir; el sueño me estaba abatiendo.

Al despertar, me sentía entusiasmada y ansiosa por la sesión de fotos que iba a tener.

Hasta que abrí Instagram en mi nuevo celular y vi unos mensajes que Guido me había mandado a la madrugada:

guidoarmido

No te puedo sacar de mi cabeza flaca

No entiendo porque me preocupo tanto por vos, si recien te conozco y te metiste solita en este quilombo, que ni siquiera se si es real

Que esperabas que pasara siendo prostituta?

Al leer esos mensajes, sentí como se me revolvió todo el estómago, hasta el punto de tener que ir al baño a vomitar.

Todo el entusiasmo y la felicidad que tenía por modelar se me había derrumbado.

Mi cuerpo estaba envuelto en sensaciones de asco, bronca, tristeza, ansiedad, y demás.

Me sentía traicionada, él había sido quien me convenció de volver a Buenos Aires, diciendo que iba a ayudarme con lo que necesitara, y ahora me sentía una carga, me sentía dejada en banda.

Sentí un gran impulso por querer y necesitar cortarme, pero luché para resistirlo.

No sabía que responderle, tampoco estaba tan segura de querer hacerlo.

Miré la hora y ya tenía que prepararme e irme a hacer la sesión de fotos para la revista, que por cierto, era una revista importante. Pero eso parecía ya no importarme, lo de Guido me había dejado muy angustiada y asustada. Ya no tenía a nadie conocido en Buenos Aires a quien pedirle ayuda por si algo llegaba a pasar.

Me sequé las lágrimas y empecé a prepararme para irme. No tardé mucho, solo tenía que ponerme ropa basica y no maquillarme, porque me vestirían, maquillarían y peinarían allá.

 No tardé mucho, solo tenía que ponerme ropa basica y no maquillarme, porque me vestirían, maquillarían y peinarían allá

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Le hablé a Mar, y me puse a trabajar.

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GUIDO

GANAS DE VERTE | guido sardelli - airbagDonde viven las historias. Descúbrelo ahora