GANAS DE VERTE | guido sardelli - airbag

21. el plan

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GUIDO

Después de declarar, salí de la oficina y me encontré con los demás en la sala de espera. Mar me miró expectante, mientras Patricio y Gastón se acercaron de inmediato.

- ¿Cómo te fue? - preguntó Patricio, con el ceño fruncido.

- Nada, dije todo lo que sabía de Alejandro y de Julieta, lo que escuché hoy... - respondí, encendiendo un cigarrillo, a pesar de que sabía que no se podía fumar ahí. Estaba demasiado alterado para que me importara que me llegaran a decir algo.

Gastón cruzó los brazos, con seriedad.

- ¿Y como te sentís? ¿Creés que eso va a servir para algo?

- No se, espero que sirva - respondí, con bronca. - pero no pienso quedarme de brazos cruzados mientras a Juli capaz la están haciendo mierda.

- Tranquilo, Guido. - dijo Patricio, poniéndome una mano en el hombro. - Vamos a encontrarla, pero hay que ser inteligentes.

Apreté los dientes, respirando profundo para no explotar ahí mismo. Miré mi celular, dudando por un segundo, pero al final marqué el número de Luca. Ya estaba harto.

- ¿Qué hacés? - preguntó Mar, preocupada y confundida por mi repentino comportamiento.

- Esto se termina ahora - respondí, llevándome el celular a la oreja.

Al segundo tono, Luca atendió.

- ¿Qué pasa, Guido? - dijo con su tono de siempre, despreocupado.

- Escuchame bien, hijo de puta, - empecé, sin filtros. - A mi no me tomas más por boludo. Decime todo lo que sabés de Julieta y de Alejandro.

Hubo un silencio breve del otro lado, pero cuando respondió, su tono era más defensivo.

- ¿Qué te pasa, boludo? ¿Qué flasheás conmigo? Yo no tengo nada que ver.

- Dejá de hacerte el pelotudo, Luca - le grité, sin importar que estábamos en la comisaría. Sentía las miradas de mis hermanos y Mar sobre mí, pero no me importaba en lo más mínimo. - Vos sabés dónde mierda está Julieta. Decime la verdad de una puta vez.

- Guido, bajá un cambio - respondió, riéndose como si nada. - No sé qué peli te estás armando, pero yo no sé nada.

- ¡No me mientas! - grité, furioso, apretando el celular con tanta fuerza que pensé que lo iba a romper. - ¡Vos estabas en esa fiesta de mierda y viste a Juli! Vos y Alejandro están metidos en esto.

Patricio se acercó, preocupado.

- Guido, calmate - me dijo, poniéndome una mano en el hombro. - Estás llamando la atención de todos.

- ¡No me calmo un carajo! - le respondí, apartándolo de un empujón suave, todavía con el celular pegado a la oreja. - ¡Este pelotudo sabe algo y no lo quiere decir!

- Guido, siempre lo mismo con vos - dijo Luca, con ese tono burlón que nunca fracasaba en sacarme. - Dejá de romper las pelotas y buscala en otro lado. Yo no tengo nada que ver.