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JULIETA
Mientras estaba con Guido, un chico entró y me pareció familiar, hasta que recordé quién era y me di cuenta de mi mala suerte.
Justo Guido era amigo de uno de mis clientes, y yo quería ser tragada por la tierra.
Ver a ese chabón me incomodó demasiado porque no estaba acostumbrada a ver a mis clientes fuera del ambiente ''laboral''.
Sin pensar en la oportunidad que estaba dejando pasar, salí rápidamente del camerino de Guido sin despedirme y opté por regresar a casa. Quería morirme y no podía dejar de pensar que si tuviera un trabajo común, estas cosas no me sucederían. Seguro ese chabón le va a contar a Guido que soy prostituta y que ENCIMA cogió conmigo la noche anterior.
No podía creerlo realmente. La noche que venía siendo fantástica fue completamente arruinada porque justo da la casualidad de que Guido tiene amigos que le paga a prostitutas, y peor, me pagó a mí.
Mientras volvía en el colectivo las lágrimas me corrían por la cara y pensaba en lo mucho que anhelaba tener un trabajo común. Obviamente, no lo deseaba solo por la situación que acababa de suceder, sino por un montón de cosas más. Pero esto parecía haber sido el detonante para mi desborde.
En mi cabeza solo se recopilaban en un bucle todas las desventajas de este trabajo de mierda, que no eran pocas.
Cuando llegué a mi departamento, ya desbordada por la angustia y la bronca, empecé a rasguñarme fuertemente las piernas y hacerme pequeños cortes en las muñecas.
Hacía mucho tiempo que no me lastimaba, pero me había sentido tan frustrada y tan harta de este trabajo y vida de mierda que fue difícil resistir los impulsos.
Me sentía sucia por trabajar de prostituta, me sentía una fracasada.
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GUIDO
- ¿Te acordás de la prostituta que te conté? - dijo Luca, dejándome medio impresionado.
- Naaaa me estás cargando? - hice una pequeña pausa para pensar que decir y me reí - entonces no mentías cuando dijiste que estaba buenísima.
- Está buenísima y ES buenísima, no te das una idea - dijo juntando las manos en un único aplauso, mordiéndose el labio inferior y mirando para arriba para enfatizar lo que decía. Decidí ignorar la guasada que acababa de decir.
- Igual sos un hijo de puta hermano como vas a entrar así sin tocar
- PERO MIRA SI ME IBA A IMAGINAR QUE ESTABA JUSTO ESTA PIBA ADENTRO - tenía razón, pero un poco de bronca me daba que me haya arruinado el momento con la morocha -
- Decí que me dio su Instagram, si no sí que te mataba - amenacé jodiendo.
Me quedé hablando un ratito más con Luca hasta que nos despedimos. Él tenía que ir a su casa y yo a la mía. Hoy no tenía muchas ganas de ir al after del recital.
Apenas llegue, salude a Batman, mi perro, y después fui a pegarme un baño. Necesitaba sentir el agua caliente cayéndome en todo el cuerpo, necesitaba esa dosis de relajación.
Salí de bañarme, me sacudí un poco el pelo con la toalla y después me puse el toallón en la cadera. Siempre me gustaba quedarme un ratito en la cama solo con la toalla y después ponerme la ropa. Igualmente, estaba solo en casa, así que la única ropa que iba a ponerme era el bóxer.
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GANAS DE VERTE | guido sardelli - airbag
RandomEsta es la historia de Guido Armido Sardelli (35 años), y Julieta Parisi (24 años). Julieta es una prostituta. Tuvo que acudir a dicho "trabajo" por urgencias económicas, lo que la llevó a una cueva de sufrimiento, presión y ansiedad constante. En...