35. Confusión

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Los soldados retrocedieron por instinto, pues lo que sus ojos miraban los aterró de inmediato, era algo que jamás habían presenciado, y que jamás esperaron presenciar.

De las grandes montañas, de las grandes rocas, esas cosas tan enormes y que parecían estar firmes sobre la tierra, despertaron.

Gigantes que dormían, caminaban sobre la tierra ahora. Las pequeñas e indefensas flores que crecían con inocencia, crecieron enormemente, y de ellas nacieron dientes tan afilados y aterradores que hacían temblar a cualquiera, las raíces gruesas de los árboles crearon una clase de humanoides de tres metros, de la tierra partida salían una clase de serpientes extremadamente enormes y que parecían tener escamas que impedían que las armas las dañaran. Los volcanes empezaron a colapsar, y los océanos salían. Y no sólo allí, en el mundo entero estaban aconteciendo temblores y desastres naturales.

Todas esas cosas sobrehumanas y jamás vistas, se acercaban al campo de batalla sin miedo a nada, pues su objetivo era muy claro y harían lo que tuvieran que hacer para cumplirlo.

Este era proteger a su amo sin importar qué.

Akuma al ver que era literalmente un ejército y muy resistente, frunció el ceño, y ya no quiso seguir con juegos.

Ahora sí que quería acabar con todo, pero cuando estaba por atacar, su cuerpo no funcionó.

Se alejó y se encerró así mismo en una gran burbuja, sin saber qué sucedía, no podía atacar a Xian, no podía aunque quisiera.

Su cuerpo empezó a sudar, y sus manos a temblar sin razón aparente, parecía que no tenía orden sobre sí.

Xian que estaba cerca de él, no entendía tampoco lo que pasaba, pues tampoco podía acercarse mucho a la burbuja.

—¡¡MALDICIÓN!! —Akuma se había dado cuenta finalmente—. ¡Un débil como tú…! ¡¡Un débil como tú no puede volver!!

Las pupilas de Xian se dilataron. Era él, ¡era él!

—Akuma… —pronunció intentando acercarse, pero la energía que rodeaba la burbuja no se lo permitía—. ¡Akuma sé que estás allí, no pares de pelear! —gritó con desesperación sabiendo que era la única oportunidad.

Akuma se inclinó un poco y agarró su cabeza por el dolor que sentía. Dio un grito de dolor y enojo que se escuchó en todo el campo, y seguido de eso, un enorme rayo lo golpeó haciendo gran impacto contra la tierra, tanto que incluso Xian cayó un poco lejos.

—Ah… —Xian se levantó con respiración pesada y miró a la dirección, viendo escombros y polvo dispersarse.

Una risa leve se escuchó, y los ojos rojos como las llamas lo miraron.

—No… —había fallado.

—Perdiste, humano. —Ese Akuma parecía ser aún más diabólico que nunca; incluso su apariencia era completamente diferente, ahora sus cabellos eran completamente negros.

Ese ser lleno de maldad, fue hacia a él como un rayo para matarlo de una buena vez, y

Xian sabía que no tenía oportunidad ya, así que solo cerró los ojos aceptando su destino, pero cuando se suponía que ya debería de estar muerto, no sintió el golpe.

Y al abrir los ojos lentamente, escuchó una pequeña risa detrás de él, y sintió una mano en su cintura.

—¿Me extrañaste? 

—...

Xian estaba en shock, delante de él todavía estaba el Akuma de cabellos negros diabólico, incluso su puño estaba cerca de él como lo atacaría, pero una mano lo tenía bien sujetado para que no lo tocara. No entendía nada.

En Los Brazos Del Malvado Emperador Wang ⁺²¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora