En Los Brazos Del Malvado Emperador Wang ⁺²¹

9. Celos

El beso se volvió más posesivo al punto que el emperador no soportaba solo besarle, pero para su mala suerte, las puertas de los aposentos fueron tocadas cuando sus labios estaban por bajar a su cuello.

Los ojos marinos del emperador se abrieron lentamente sintiendo la ira llenarlo, ¿quién demonios se atrevía a interrumpirlo? ¡¿Quién?!

—E-espera… —Xian se apartó un poco cuando este quiso continuar ignorando aquel ruido.

—No le des importancia.

—No, no Wang Rong puede ser algo importante, es mejor que vayas-

—No quiero ir, quiero estar contigo.

—...Podemos estar juntos después —Xian bajo la mirada tragando grueso.

En ese momento el emperador lo miró fijamente sintiendo su pecho latir con fuerza.

—Solo ve, yo te esperaré, lo prometo.

El emperador entonces sin decir se acercó y besó sus labios para después besar su frente y sonreírle.

—Volveré enseguida.

Xian entonces asintió y bajó la mirada para sonreír levemente.

El emperador con ganas de únicamente matar a quienes estuvieran detrás de esa puerta se alejó, para ya afuera ser reverenciado con mucho temor por los presentes, sabían que sus vidas corrían peligro.

—M-majestad, era realmente urgente…

—Habla. —Su voz fue firme y demandante.

—El príncipe- —ni siquiera había terminado de hablar cuando sintió la mirada del emperador en él lo que hizo que un escalofrío le recorriera.

—¿Dónde está?

Las grandes puertas se abrieron y el aura del emperador entró haciendo que todo pareciera oscurecer.

Lo primero que sus ojos vieron al entrar fue a ese hombre de espaldas, que al sentir su presencia volteó relajado.

—Wang Rong, tiempo sin verte. Oh… me he equivocado, ahora eres, su majestad. —reverenció.

El emperador lo miró sin decir una palabra y con ese rostro de piedra que haría temblar a cualquiera.

—¿Por qué volviste? 

—He venido a pedir perdón, ¿no puedo? —nuevamente el emperador sólo le miró a lo que él añadió —. Sé que cometí errores en el pasado, pero, mírate ahora, ¿no lograste lo que querías? 

“Quitarle el trono finalmente a mi padre…”

—Lixue te espero, deberías ir a ella.

—Oh, ¿Lixue? ¿Ya te casaste con ella? —preguntó en tono de gracia a lo que Wang Rong frunció el ceño —. Oh vamos, para nadie es un secreto que ella siempre te ha amado, deberías ser más amable.

—La razón por la que la dejé viva es porque no tenía que ver, fuera de eso, no la involucres conmigo.

—¿Cómo puedes ser tan cruel? Ella incluso se puso de tu parte cuando atacaste a nuestro padre, ¿y dices que quisiste matarla?

Wang Rong se acercó al de cabellos blancos y con una voz dominante dijo: —¿Quién podría detenerme?

—... 

Wang Zhou guardó silencio y sólo sonrió levemente.

—Me quedaré en la capital por un tiempo, vine a verte porqué quería aclarar que no tengo intenciones negativas hacia el imperio, en cuanto recupere mi energía espiritual volveré al viejo palacio junto a mi hermana si me lo permites.