El lugar era gris y desolado, habían espadas, flechas, entre muchas otras armas en el suelo, llenas de sangre.
El emperador no sabía qué clase de masacre había ocurrido, pero sí que había tenido que ser muy fuerte. Viendo a su alrededor, supo que se encontraba solo, pero daba igual, no sabía dónde estaba, o cómo salir de allí.
Eso… hasta que entre el polvo y los escombros, visualizó una silueta.
Su corazón latió con fuerza, a pesar de que esa persona estaba de espaldas, caminando hacia la nada, pudo reconocerlo. Sabía que se trataba de Xian, de su esposo.
—¡Cariño! —llamó mientras caminaba apresurado hacia él.
Pero cuando estaba aún retirado de aquella silueta, sintió una sensación extraña y se detuvo en seco, para verlo detenerse, y lentamente dar la vuelta a su dirección, sin embargo, no pudo ver su rostro bien.
Ahora estaba aún más confundido.
De pronto, esa silueta, empezó a caminar hacia él sin detenerse, pero de una manera muy diferente a como Xian lo haría, sí, estaba completamente seguro que era él, pero su forma de caminar era amenazante en cierta manera, como si estuviera acechándolo.
Aún así, Wang Rong no temió, y de igual manera caminó, pero mientras más lo hacía, la niebla y polvo disminuían, haciendo que pudiera enfocar más su vista.
Hasta que lo miró bien.
El emperador no supo cómo reaccionar, su cuerpo quedó helado.
Frente a él, yacía su “esposo” porque estaba completamente seguro que era él, esto… a pesar de su apariencia.
Sus cabellos no eran esos castaños claros, ahora eran completamente blancos, aunque no era por vejez, y sus ojos que antes eran cafés, ahora eran rojos cual sangre. Su mirada era tan inquietante que, en un principio, parecía estar en la nada, pero al tenerlo enfrente, cambió por completo y se volvió malvada.
Sin que pudiera reaccionar, ese “Xian” elevó un ataque, uno tan fuerte que incluso logró hacerle daño, cosa que no había sucedido en años.
No comprendía por qué lo atacaba tan de repente, en ese momento estaba demasiado confundido, mientras era atacado nuevamente, y con ello, dañado. Ni siquiera intentaba defenderse, su mente estaba en blanco. ¿Qué estaba sucediendo?
Hubo un momento, en donde cayó de rodillas, y al tener su mirada en el suelo, pudo verlo acercarse nuevamente.
El emperador levantó la mirada, y con los ojos que se encontró… sabía que no eran los de su amado.
—Xian…
El emperador pronunció sin entender nada, solo quería que reaccionara, pero parecía empeorar, al punto, de estar por darle el ataque final.
—Él ya no existe. —En una de sus manos apareció un ataque maligno color púrpura, que sin pensarlo, hizo impactar con el emperador para deshacerse de él de una buena vez.
El emperador se despertó frente a la mesa de golpe, sus manos estaban heladas. Ese sueño…
Cubrió su cara con ambas manos y suspiró.
No había dormido desde que llegó allí, aunque a decir verdad no era un problema debido a su capacidad, sin embargo, desde que se separó de Xian, había estado experimentando sueño, vómitos, e incluso mareos que no tenían horario para aparecer, ni para detenerse.
Había hecho de todo, y nada funcionaba para detenerlos, así que simplemente no le prestó atención, esperando que pararan, cosa que no fue así, y ahora mismo, ni siquiera sabía en qué momento se había quedado dormido. Aunque se alivió un poco al ver la luna por la ventana, eso significaba que no había dormido mucho, pues recordaba estar haciendo unos apuntes anteriormente ya de noche.
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En Los Brazos Del Malvado Emperador Wang ⁺²¹
RomanceUn malvado emperador sediento de venganza destruye reinos enteros sin importarle nada, haciendo su poder crecer al punto de ser indestructible y temido, pero entonces se da cuenta que aún falta un reino que destruir, lo que lo lleva hasta el para ha...