22. Sólo Tu Esposo

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—¿Realmente estás haciendo esto? —Xian sonrió viendo al emperador quien le miró.

—¿Por qué no? Esta noche solo seré tu esposo. —le sonrió.

Xian no podía creer que el emperador se estuviera despojando de su cargo como emperador esa noche para ir con él a un pequeño pueblo donde según escuchó las personas todas las noches hacían fiestas y muchas parejas asistían, ya que el lugar era tan precioso que era perfecto para una cita.

—Pero ellos podrán reconocerte, se pueden asustar y crear un alboroto. —Xian pensó bien las cosas y sabía que si reconocían al emperador como la última vez no podrían disfrutar como dos personas normales.

—En ese pueblo las personas no tienen un mal concepto de mi persona, así que no te preocupes.

Xian guardó silencio, si era verdad lo que el emperador decía, entonces no habría problemas, eso lo aliviaba, claro, si el emperador no mentía.

En ese momento realmente estaba anonadado, pues por primera vez el emperador estaba usando unas ropas más básicas, claro, hermosas, pero no las de un emperador, parte de sus cabellos estaban atrapados en una coleta alta y los demás caían por sus hombros. Se miraba demasiado atractivo.

A veces seriamente pensaba en la suerte que había tenido de tener como esposo a alguien tan guapo. Cualquiera lo quisiera, y sólo él podía tenerlo.

Al notar la mirada de Xian en él, Wang Rong le miró y caminó hacia él, para agacharse un poco y acariciar las mejillas de Xian, debido a que este estaba sentado.

—Pareces estar muy curioso esta noche. Me estás poniendo nervioso.

Ante sus palabras Xian no pudo evitar reír, pues las palabras “me estás poniendo nervioso” fueron algo que jamás esperó escuchar del emperador.

Pero mientras reía sintió un brazo rodeándolo seguido y sin esperarlo estaba demasiado cerca del emperador, debido a que este lo había levantado haciendo que inevitablemente pusiera sus piernas alrededor de sus caderas.

Esa acción causó el ardor en las mejillas de Xian, a quien le pareció una linda escena, como si estuviera viviendo la historia de amor más hermosa y fantástica existida.

¿Cómo estarían dentro de unos años?

¿Su amor seguiría estando tan intacto?

Él estaba seguro que no seguiría siendo el mismo.

Sería aún más grande, porque su amor crecía día a día, hora con hora, minuto con minuto, segundo con segundo…










Las miles y miles de linternas flotantes alumbraban la noche junto a la luna llena, las personas caminaban entre el pequeño pueblo pero en una inmensa felicidad, y entre esas personas enamoradas, estaban los emperadores.

Al verlos las personas inmediatamente reconocieron a su emperador y reverenciaron, verdaderamente estaban felices ya que no había duda que quien caminaba al lado de su querido emperador era su esposo, a quien finalmente conocían en persona, y debían admitir que el emperador se miraba infinitamente feliz a su lado.

Era bueno que su emperador por fin estuviera siendo feliz.

Lo merecía.

Lo merecía

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En Los Brazos Del Malvado Emperador Wang ⁺²¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora