Wang Mao abrió los ojos y se encontró en una oscura habitación vacía, en cuanto quiso moverse, escuchó el ruido de las cadenas, y al dirigir la mirada a sus manos, se dio cuenta de que se encontraba encadenado de pies y manos.
Recordó todo al instante, y sintió pánico, ¿qué había pasado? ¿Dónde estaba? ¿Dónde estaban sus hijos?
En su desesperación empezó a temblar y quiso liberarse, pero se dio cuenta de que su poder había bajado demasiado, no podía destruir las fuertes cadenas que lo tenían atrapado debido a que estas eran especialmente para demonios, eso las hacía tan resistentes.
¿Cómo había llegado allí?
El ruido de la puerta lo sobresaltó, y al ver hacia esta se encontró con aquellos ojos llenos de maldad.
—Feiyu…
—Ha despertado, pensé que tardaría más en hacerlo.
—¿Dónde están mis hijos? —se levantó pero no pudo avanzar mucho debido a las cadenas.
—¿Por qué te lo diría?
—¿Entonces los tienes?
—Pueda que sí.
—¡¿Qué demonios pretendes Feiyu?!
—Muchas cosas.
—¿Por qué haces esto? ¡¿Qué he hecho contra ti para que me hagas esto y escondas a mi hijos de mí?!
Feiyu mantuvo silencio unos segundos, y después avanzó hacia él.
—Tú eres el problema.
Mao mantuvo silencio sin comprender, ¿qué había hecho?
—Mi mayor error fue conocer a su alteza, ahora mira, donde estás, cómo estás. Bajo mis garras.
—¿Qué hice contra ti? ¿No puedes decirme?
—Lo que diga o haga ya no pueden cambiar las cosas, ¿o es que acaso su majestad puede cambiar su corazón?
—¿A qué te refieres?
—¿Puedes verme con los mismos ojos que ves a mi hermano?
—...
Mao sintió su corazón comprimirse.
—Durante tanto tiempo, esperé por su majestad, pero nuevamente me hiciste sentir un perdedor. Por primera vez, pensé que podría ganar algo, ganarte a ti, pero estaba tan equivocado.
Los ojos de Mao se humedecieron y retrocedió a lo que Feiyu avanzó.
—Mi hermano no solo me ganó al convertirse en el emperador de este imperio, también, lo hizo ese día en que elegiste tener una vida junto a él.
—¿Q-qué estás diciendo?
—¿Estás tan sorprendido? Ahora veo, ni siquiera me notaste en ese entonces.
—¡No es así! ¡Jamás te miré como algo más! Tú jamás me dijiste nada, ¿cómo se suponía que iba a saber que sentías…
—Me dices que todo ese tiempo, ¿ni siquiera me viste como a un hombre? ¿Cómo me mirabas? ¿Cómo a un estupido que podías llamar a la hora que querías y estaría para ti siempre?
—¡Te miraba como a un hermano! Por eso siempre te dije todo lo que sucedía en mi vida, incluso lo del matrimonio en cuanto me comprometí, te tenía confianza-
—¡No es ser tu hermano lo que quería!
—Feiyu… por favor, no les hagas nada… —Mao le miró con ojos suplicantes llenos de lágrimas que se iban acumulando hasta caer por sus mejillas —. No les hagas nada a mis hijos…
ESTÁS LEYENDO
En Los Brazos Del Malvado Emperador Wang ⁺²¹
Roman d'amourUn malvado emperador sediento de venganza destruye reinos enteros sin importarle nada, haciendo su poder crecer al punto de ser indestructible y temido, pero entonces se da cuenta que aún falta un reino que destruir, lo que lo lleva hasta el para ha...