15. Desequilibrio

259 29 6
                                    

—Venga que te busco algo para que te pongas.

—Ah pero ¿tú quieres ir?

Es viernes, y como cada viernes, hay una fiesta en la misma casa que la semana pasada.

Chiara espera una respuesta a su pregunta, siendo completamente ignorada por la pelirroja, que saca prendas de ropa para echarles un ojo y las mete de vuelta a su lugar cuando no le convence demasiado —¿Vio?

—Mira esto es bastante mono —dice Violeta, lanzándole un pantalón vaquero de tiro bajo y el primer top que sus ojos han detectado. Aún con el armario abierto, se gira para mirar a la otra chica sentada en el centro de la cama. —Me da un poco de pereza ir a mi casa, ¿me prestas algo?

Chiara deja escapar una sonrisa —Puedes coger lo que quieras —dice, Violeta asiente y vuelve a revisar el armario —Pensaba que después de hoy ibas a estar cansada y que no querrías ir.

—¿Cansada?

Han pasado toda la tarde en la playa junto a Joey, corriendo y jugando en la arena. Además, tanto su hermano pequeño como la pelirroja estuvieron un buen rato metidos en el mar, jugando dentro a la pelota o a cualquier otro juego que se le ocurriera a alguno de los dos.

Durante ese tiempo, Chiara se había dedicado a hacer agujeros en la arena y a observarlos de vez en cuando con una pequeña mueca que trató de esconder cuando cada cinco minutos su hermano la llamaba eufórico para que viera lo que estaban haciendo o simplemente saludarla porque sí.

—Creo que no te he visto sentarte más de un minuto hoy —se ríe la morena, contagiando a la pelirroja, que se gira con un top vaquero en las manos —Ese te quedaría bastante bien.

—Puede ser, pero tengo que ponerme un vaquero — murmura la pelirroja, sosteniendo las puertas del armario y echando un vistazo a la variedad de vaqueros de la morena, quien al ver la indecisión de su amiga decide levantarse y detenerse justo detrás de ella.

—Este le va bien — alarga la mano por encima de ella para llegar al pantalón, chocando contra su cuerpo y notando el aliento de la más baja en su mejilla cuando se gira levemente para mirarla.

—Es de tiro bajo — dice la mayor, bajando la mirada al vaquero y de nuevo a los ojos verdes de la otra chica, quien traga saliva y trata de poner un poco de distancia entre ellas echándose hacia atrás para ver completamente el vaquero en sus manos.

—I know. —Chiara ve como Violeta abulta un poco el labio inferior después de desviar su mirada al pantalón —¿No te gustan?

—Sí pero... —hace una pequeña mueca —No sé, me da un poco de vergüenza.

Como quien no quiere la cosa, vuelve su atención al armario, buscando otro pantalón diferente y huyendo del pequeño ceño fruncido de Chiara.

—¿Por qué? Estoy segura de que te quedan genial. —Violeta la mira con una ceja alzada y luego lleva su mano a su abdomen, pasándola por la tripa —Yo también tengo, pero no pasa nada —la morena se encoge de hombros. —Lo importante es que se marque la cadera.

Violeta la mira, con la cabeza inclinada —No me convences.

—Bueno... —suspira dramáticamente —Mis poderes de convencimiento tenían que acabarse algún día.

—Menos mal —se burla la pelirroja, fingiendo estar enormemente aliviada.

—Creo que tengo otro pantalón más o menos igual.

Violeta asiente y se hace a un lado, dejándole espacio a la morena para que busque entre toda la ropa que tiene en el armario, evitando así estar tan cerca como antes.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 04 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Cuando sale la luna | KiviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora