14. 𝘮𝘦 𝘷𝘰𝘺

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❝ 𝘮𝘦 𝘷𝘰𝘺, 𝘺𝘢 𝘯𝘰 𝘵𝘦 𝘷𝘦𝘰
𝘮𝘦 𝘷𝘰𝘺, 𝘺𝘢 𝘯𝘰 𝘵𝘦 𝘵𝘦𝘯𝘨𝘰
𝘮𝘦 𝘷𝘰𝘺, 𝘺𝘢 𝘯𝘰 𝘵𝘦 𝘦𝘯𝘤𝘶𝘦𝘯𝘵𝘳𝘰
𝘮𝘦 𝘧𝘶𝘪 𝘵𝘢𝘯 𝘭𝘦𝘫𝘰𝘴
𝘮𝘦 𝘷𝘰𝘺 𝘣𝘶𝘴𝘤𝘢́𝘯𝘥𝘰𝘮𝘦
𝘪𝘯𝘵𝘦𝘯𝘵𝘰 𝘤𝘰𝘮𝘱𝘳𝘦𝘯𝘥𝘦𝘳
𝘯𝘰 𝘥𝘦𝘫𝘰 𝘥𝘦 𝘭𝘭𝘰𝘳𝘢𝘳
𝘯𝘰 𝘱𝘢𝘳𝘰 𝘥𝘦 𝘷𝘰𝘭𝘷𝘦𝘳 ❞

❝ 𝘮𝘦 𝘷𝘰𝘺, 𝘺𝘢 𝘯𝘰 𝘵𝘦 𝘷𝘦𝘰𝘮𝘦 𝘷𝘰𝘺, 𝘺𝘢 𝘯𝘰 𝘵𝘦 𝘵𝘦𝘯𝘨𝘰𝘮𝘦 𝘷𝘰𝘺, 𝘺𝘢 𝘯𝘰 𝘵𝘦 𝘦𝘯𝘤𝘶𝘦𝘯𝘵𝘳𝘰𝘮𝘦 𝘧𝘶𝘪 𝘵𝘢𝘯 𝘭𝘦𝘫𝘰𝘴𝘮𝘦 𝘷𝘰𝘺 𝘣𝘶𝘴𝘤𝘢́𝘯𝘥𝘰𝘮𝘦𝘪𝘯𝘵𝘦𝘯𝘵𝘰 𝘤𝘰𝘮𝘱𝘳𝘦𝘯𝘥𝘦𝘳𝘯𝘰 𝘥𝘦𝘫𝘰 𝘥𝘦 𝘭𝘭𝘰𝘳𝘢�...

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YA HABÍA AMANECIDO y yo no salí de mi cama. Cuando revisé el celular tenía 156 llamadas de Rey, 622 mensajes y también las de Margarita, Daisy, Mei y Zeki.

Decidí hablar con Mei, porque a ella le había contado mi plan de preguntarle a Rey sobre lo que pasó hace tres años. Sequé mis lágrimas en vano porque seguían cayendo gotas, y llamé a mi amiga. A los dos pitidos respondió.

- ¿Sabri? ¿Qué pasó? ¿Cómo estás? ¿Qué te dijo Rey? - empezó ella, susurrando. Yo inevitablemente empecé a sollozar por las lágrimas y ella siguió -. Ya me imagino. ¿Queres que vaya a tu casa? Es un estúpido Rey, ya está. Pero te digo nomás que él estuvo de mal humor, molestando y triste todo el día. Primero a Bene, que estaba tocando el piano lo más tranquilo y él le preguntó sobre vos, cuando Bene dijo que no sabe nada, no sé qué hizo para molestar, pero algo le hizo. A Sasha le preguntó también y como no le respondió nada le sacó la lapicera con la que escribía, a Roma lo mismo pero le subió la música en sus auriculares y a Zeki le tiró las telas y lanas mientras hacía su trabajo. No para de molestar ahora. Te diría que vuelvas para que deje de estar así y esté como cuando estaba con vos, pero te entiendo igual. Pero no te vayas para siempre por él, por fa.

Me sorprendieron las palabras de Mei, pero no hizo que olvide mi decisión.

- Mei, no quiero verlo - dije con la voz entrecortada -. No voy a volver.

Ella suspiró pesadamente.

- ¿No queres que vaya para allá? Rey creo que fue. Desapareció, bah. Perdón, no le quería pasar tu dirección ese día...

Abrí los ojos como plato porque, justo en ese momento escuché el timbre y la puerta sonar desesperadamente. Miré por la ventana de mi habitación. De arriba se podía ver la entrada. Ahí estaba. Mi corazón dió un vuelco al verlo, y encima así de desesperado. Parecía que no durmió y lloró en todo el día. Dejé de escuchar a mi amiga por querer escuchar y ver el reencuentro de mi mamá y él. Porque yo no le pienso abrir.

- Mei. Después te hablo - colgué la llamada rápidamente, y bajé solo a las escaleras. Desde ahí no me podría ver y yo podría escucharlo.

Mi mamá abrió la puerta, y no sé qué caras habrán puesto ninguno de los dos.

- ¡Hijo! - exclamó mi mamá, y pude sentir que sonreía. Fruncí el ceño por eso.

- Hola, Rena. ¿Está Sabri? - me dió algo en el corazón volver a escuchar su voz, pero que era más desanimada, cansada y menos segura.

𝐏𝐑𝐈𝐍𝐂𝐄𝐒𝐀 ;; 𝗋𝖾𝗒. (𝗆𝖺𝗋𝗀𝖺𝗋𝗂𝗍𝖺)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora