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MIRÉ, COMO SI ANTES no se hubiera dado cuenta, con más odio a quien tenía en frente. Tan solo mirarlo me vienen esos recuerdos de mí, estando sola en mi cumpleaños, con solo un regalo; una nota que ni siquiera quiero recordar lo que decía. Era de él esa nota, quien pensé que íbamos a ser siempre unidos. Claramente así no fue. Por su culpa. La de él, su papá y el mío. Obvio que si solo hubiera pasado eso ese día, no estaría tan mal al volverlo a ver. Fueron más cosas. Cosas que él sabía perfectamente que eran mi debilidad. Y los usó en mi contra. Dejándome sola.
Tragué saliva, y me giré hacia atrás, enojada. No quería volverlo a ver, pero esta era una gran oportunidad. Me dirigía hacia el final de la fila cuando sentí una mano tocandome el hombro. Era él. Con solo ver su grande mano, me di cuenta.
- Soltame - dije, mientras bruscamente sacaba su mano.
- Sabri, deja...
- No me digas Sabri, como si olvidaras lo que me hiciste. - lo interrumpí, mirándolo.
Él me miró, sin saber qué decir. Obvio, ¿qué va a decirme, además de que fue el culpable de que ahora esté sola, remandola, con mi mamá?
- Pero dejame explicarte. - suplicó.
- ¿Qué cosa? ¿Cómo arruinaste mi vida? No. Ahora, déjame en paz.
- No pensé... verte acá. Te busqué en todos lados, Sabri. - se lamió los labios, y decidió querer agarrarme la mano, que alejé al ver lo que intentaba hacer.
- ¿Me buscaste? ¿Para qué? ¿Para humillarme otra vez?
- No, No. Sabri, por favor. Dejame explicarte todo. - su aspecto se veía como si estuviera arrepentido.
Su mirada no iba a hacer que cambie de opinión. No quiero saber nada de él.
Suspiré, harta de la situación, y me alejé.
- Vos sos el causante de que ahora no sea feliz. ¿Escuchaste? Ahora, dejame en paz - como tonta que soy, ver su mirada triste, hizo que me arrepienta un poco de lo que dije. No pensé la gravedad de mis palabras, estoy... enojada, confusa, de todo un poco. De todos los lugares donde podía habermelo cruzado, ¿tenía que ser acá? -. Y suerte.
Ahora sí, fui al final de la fila, que ahora tenía más gente debido a la charla que tuve recién. Vi que él hablaba con la chica que antes tenía atrás, pero que se había ido de la fila para hablar conmigo, y esa chica terminó accediendo a que vaya adelante suyo. Qué fácil es todo para él. Es un chamuyero. Lo odio.
