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CHARLABA JUNTO A Zeki cuando Mar se apareció, algo nerviosa o con aspecto extraño. No con el que siempre venía.
— ¿Qué pasa Margarita Martínez? — le preguntó Zeki, sin rodeos, a ella.
— Zeki, necesito… desenredar estos flikitis anudadados que tengo.
— Para, emoción — le dijo Zeki, al verla caminar de acá para allá e indicando que se siente justo al lado nuestro, del sillón del patio —. Sentate — ella obedeció —. Habla.
Margarita nos miró un momento, como dudando de si decirnos o no, y luego miró a su alrededor.
— Bueno — asintió ella, todavía nerviosa —. Pero antes me tienen que prometer que lo que les voy a contar va a quedar guardado bajo… millones de candados indestructibles porque es algo mucho, muy delicado. ¿Sí? — ambos asentimos, pero ya sabíamos a la perfección lo que iba a decir la de rizos. Era muy obvio.
— ¿Que estás enamorada de Merlín y él también de vos, pero por alguna misteriosa razón él está con Daisy? — preguntamos al unísono rápidamente Zeki y yo.
Mar nos miró como si hubiéramos adivinado, y finalmente soltó:
— ¿Cómo lo sabían?
— Porque tenemos ojos, Margarita. — respondió elle.
— Porque son muy obvios. Vemos esas miradas. A veces una mirada habla más que mil palabras. — asentí yo, totalmente de acuerdo con lo que dije.
— Yo no doy consejos sin que me los pidan — miró a otro lado, haciéndose elle desinteresade o dramátique, para que, justamente, ella le pida un consejo by Zeki — Así que, nada. Si queres… un consejito, vas a tener que pedírmelo.
Mar sonrió un momento, antes de mirar alrededor y Zeki hacia otro lado, también.
— Te pido un consejo.
Zek agarró las dos manos de la de rizos, y se sinceró con lo que todos esperábamos.
— Empeza a mirar para otro lado. Cuando algo viene… tan complicado, push — con una mano señaló a un lugar, y lo movió hacia otro —; otra cosa. Cuando ese vestido que es hermoso, pero es muy caro y no vale la pena — señaló con el dedo índice –aunque no haya ningún vestido– y después movió la mano en el mismo gesto que antes —, push; a otra vidriera. ¿Entendés?
Seguimos hablando del tema Margarita - Merlín - Daisy, y cuando finalizamos la charla, decidí desahogarme yo.
— Che… yo también quiero contarles algo. — aclaré mi garganta, nerviosa.
— ¿Que estás saliendo con el chico malo — hizo gesto de superioridad sarcásticamente elle — de Rey?
