Terminus: Sorpresa Mortal.

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- Viste algo - menciono Maggie

- auto negro con una cruz blanca pintada - dice Daryl.

-Pero está viva!?

- Está Viva - confirmo Daryl

Nuestro grupo se movilizó rápidamente, preparándose para la defensa. Cada uno de nosotros improvisaba armas con lo que tenía a mano: aretes, cinturones, cualquier objeto que pudiera servir.

-Vienen cuatro hacia acá -advirtió Daryl, su voz baja y alerta.

Rick asintió, su rostro firme. "Bien saben qué hacer. Ataquen primero a los ojos, después al cuello."

- Rick, toma - digo dándole mi daga

El asiente

La orden fue clara y concisa. Nos preparamos para la batalla, posición de ataque, listos para defender nuestras vidas.

Pero nada nos preparó para lo que sucedió a continuación.

-Pónganse contra la pared - gritaron desde afuera.

Nos pusimos en posición, esperando el ataque. Pero en lugar de disparos, algo cayó desde la parte superior .

Una bomba de gas lacrimógeno explotó en el suelo, liberando un humo blanco y denso que nos envolvió.

El mundo se volvió caótico. La visibilidad se redujo a cero. Tos y jadeos llenaron el aire.

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Estábamos atrapados, desesperados por salir. La explosión había sido el punto de inflexión. Carl, con voz firme, llamó nuestra atención.

-Oigan, mi papá volverá, con todos. No se rindan.

Maggie se unió a su llamado.

-Volverán y te daremos qué luchar.

Pero la espera parecía eterna. Habían llevado a Rick, Glenn, Daryl y Bob. La incertidumbre nos consumía.

De repente, escuchamos ruidos. No eran armas, sino caminantes. Miramos por los huecos del contenedor y vimos una horda gigante.

Volvió a escucharse disparos. Era una guerra.

Sasha se acercó a Eugene.

-¿Cuál es la cura, Eugene?

Abraham intervino.

-Dejalo en paz.

-No sabemos lo que nos espera.- agregó Maggie

-Aunque se lo dijera, no serviría de nada. Si muero, la cura muere conmigo. -
Eugene se rindió

Comenzó a contar su historia, pero era difícil creer que existiera una cura.

La puerta del contenedor se abrió.

-Corran - gritó Rick.

Rick sostuvo la mejilla de Carl.

Emprendimos una batalla desesperada contra los caminantes. Éramos pocos, ellos muchos.

- Por aquí - Dijo la chica de coletas, Rosita.

Logramos escapar, subiendo a la cerca. Regresamos a las armas.

Escuchamos pasos. Volteamos a ver. Daryl corrió hacia ella, feliz.

Era Carol.

Rick se acercó, abrazándola.

-Tú lo hiciste. Gracias - dijo abrazándola

- Vamos, Kat debe mostrarles algo - Dijo Carol

Asentí y empezamos a caminar unos metros.

𝑯𝒂𝒔𝒕𝒂 𝒆𝒍 𝑭𝒊𝒏 | ℭ𝔞𝔯𝔩 𝔊𝔯𝔦𝔪𝔢𝔰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora