un pequeño plan

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Rick había estado observando la escena desde una distancia, su rostro reflejaba preocupación y molestia.

Cuando Carl se alejó, Rick se acercó a él.

- Carl, ¿qué pasa? — preguntó Rick, con una voz firme.

Carl se dio la vuelta, su mirada estaba llena de ira.

- Nada, papá! —  gritó. — ¡No es asunto tuyo!

Rick se sorprendió por la reacción de Carl.

- Carl, calmate —  dijo.

Pero Carl no se calmó.

—¡No entiendes nada!— gritó con lágrimas en los ojos. — ¡Nunca entiendes!".

Rick se mantuvo firme.

-Carl, debes controlar tus emociones —  dijo.

Pero Carl se burló.

—¡Controlar mis emociones?—repitió. — no fuiste tú quien casi nos dispara por tus alucinaciones con mamá por no controlar tus sentimientos

La situación se estaba volviendo cada vez más tensa.

—Carl, por favor detente — dijo Rick.

Pero Carl no se detuvo.

- ¡Déjame en paz! —  gritó y se alejó corriendo.

Rick se quedó solo, preocupado por la reacción de su hijo.

Carol salió de su celda y se acercó a Rick, que estaba sentado en el suelo, con la cabeza entre las manos.

- Rick, tienes que tener paciencia con Carl — dijo Carol, suavemente.

Rick levantó la vista hacia ella.

- ¿Paciencia? — repitió. —Después de lo que ha pasado es lo que menos tengo.

Carol asintió.

- Sí, paciencia", insistió. — Carl es un chico que ha crecido demasiado rápido en este mundo. Ha perdido su inocencia muy pronto

Rick suspiró.

- Sí, lo sé —, dijo. —Pero no puedo evitar sentir que ha cambiado. Se ha convertido en alguien que no conozco

Carol se sentó junto a Rick.

-Carl ha sufrido mucho — dijo. — Ha visto cosas que ningún niño debería ver. Ha tenido que hacer cosas que ningún niño debería hacer

Rick recordó la escena en la que Carl había matado a su madre, Lori.

-Sí — dijo - Tuvo que matar a su propia madre

Carol asintió.

- Eso es un peso muy grande para un chico de su edad — dijo. — Y ha comprimido sus sentimientos, Rick. Ha tenido que hacerlo para sobrevivir, conoció a una chica de su edad, se está enamorado y tampoco sabe cómo controlar sus emociones.

Rick miró a Carol, buscando comprensión.

- ¿Qué puedo hacer? — preguntó.

Carol le puso una mano en el hombro.

- Estar allí para él — dijo — Escucharlo. Dejar que sienta sus emociones, y obligado que hable con ella, que se disculpe.

Rick asintió, sabiendo que Carol tenía razón.

- Gracias, Carol — dijo.

Carol sonrió.
-
Estoy aquí para ayudarte, Rick —dijo — Y para ayudar a Carl.

𝑯𝒂𝒔𝒕𝒂 𝒆𝒍 𝑭𝒊𝒏 | ℭ𝔞𝔯𝔩 𝔊𝔯𝔦𝔪𝔢𝔰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora