No Lo Toques

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Seguí caminando sin parar hasta que se hizo de noche. Estaba cansada, sedienta y necesitaba descansar.

Me senté en la carretera, a 60 metros de distancia del grupo.

De repente, escuché ruidos de pelea y vi que le estaban pegando a Daryl. Su cuerpo se doblaba bajo los golpes, y su rostro sangraba.

Sin pensarlo, me levanté y corrí hacia él, con la daga en la mano. Mi corazón latía con rabia y preocupación.

Pero cuando llegué, vi que los agresores eran dos hombres enormes, con cara de brutalidad. Me preparé para defender a Daryl.

Justo cuando iba a atacar, vi a Rick y Michonne, arrodillados y con las manos atrás.

¿Qué hacen ellos aquí?

¡Están vivos!

Y ahí estaba

Pero Verlo así me dolió demasiado

Mi mirada se cruzó con la de Rick, y vi la determinación en sus ojos mezclada con felicidad. Michonne me hizo una seña casi imperceptible, indicándome que me calmara.

Pero yo ya había visto demasiado. La ira y la preocupación se mezclaron en mi interior.


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La escena que se desplegaba ante sus ojos era horrorosa. Un hombre, con una sonrisa pervertida, intentaba violar a Carl, que lloraba de terror, su rostro pálido y sus ojos llenos de miedo. La ira y la rabia se apoderaron de Kat, su corazón latiendo con furia.

Con un grito de furia, Kat se abalanzó sobre el hombre, su cuerpo moviéndose con rapidez y precisión. Lo apuñaló con saña, mientras gritaba:
- ¡NO LO TOQUES! — El hombre, con una mirada sorprendida, se volvió hacia ella, pero no pudo reaccionar ante la ferocidad de Kat.

Carl, aún llorando, se sorprendió al verla, su mirada fija en la escena.
Kat se enfureció aún más al ver la mirada de miedo en los ojos de Carl.
Empujó al hombre y le gritó: -

- ¡No lo toques, házmelo a mí, pero a él no le toques ni un pelo, escuchaste, hijo de perra!

El hombre se burló, pero Kat no se detuvo. Sacó la daga y se la clavó en el pene, con una precisión mortal. El hombre gritó de dolor, su cuerpo convulsionando de agonía.

-¡Maldita perra, estás loca! - gritó con dolor.

Kat siguió apuñalando, su ira y rabia sin límites. Cada puñalada era una venganza por el daño que había intentado hacerle a Carl. Hasta que finalmente, el hombre cayó al suelo, sin vida.

Daryl se acercó y la cargó para separarla del cadáver, su voz suave. - Kat, ya está. Ya lo hiciste. Déjalo.

Kat se detuvo, su respiración agitada, su cara cubierta de sangre del hombre que había matado, su mirada fija en Carl. Se acercó a él y lo abrazó, su corazón latiendo con alivio.

- Lo siento, Carl. No te pasará nada más. Estoy aquí para protegerte.

Carl la abrazó también, su voz temblando.

- Gracias por salvarme.

- Kat, estás bien, segura? — pregunto Michonne acercandose

Kat asintió.

Rick se acercó y la abrazó.

- Gracias por proteger a mi hijo - le dijo, feliz de verla.

𝑯𝒂𝒔𝒕𝒂 𝒆𝒍 𝑭𝒊𝒏 | ℭ𝔞𝔯𝔩 𝔊𝔯𝔦𝔪𝔢𝔰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora