ᥫ᭡. 𝗷𝗶𝗵𝗮𝗻 ᵎ
⋆.˚🦋༘⋆ ❝Jeonghan es un principe tritón condenado a casarse con una princesa sirena, pero no desea eso, él quiere salir del mar, quiere andar y correr como un humano, quiere enamorarse de un humano y cuando menos se lo...
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— Buenos días, príncipe de los mares. — dijo en un tono cariñoso, dando tiernos besitos por todo el rostro de su prometido.
— Hyung... — se quejó, tapándose con las sábanas y haciéndose una bolita.
— Vamos arriba, bebé. — comenzó a darle pequeños mimos al menor.
Joshua y Jeonghan se habían convertido en prometidos. Se saltaron el paso de ser novios, pero eso les daba igual, ambos corazones se amaban. Joshua amaba a Jeonghan y Jeonghan amaba a Joshua, sentimientos que nunca fueron capaces de soltar, pero que ambos sabían perfectamente acerca del otro, pues tenían una conexión increíble, una conexión pura y sana que muchos envidiarían tener.
Hoy Joshua llevaría a Jeonghan al doctor para hacer una revisión de su embarazo. Jeonghan también se sentía animado, pues estaba deseando ver a su bebé. Es cierto que su primera reacción al saber que estaba embarazado no fue nada agradable; por unos minutos, deseó no tenerlo. Pero cuando el doctor Minghao le hizo la ultrasonido, se le encogió el corazón y se sensibilizó por completo. En ese instante, le entró ese instinto maternal de proteger a su bebé.
Al ser un tritón, el bebé crecería muy rápido. Los bebés de sirenas y tritones crecen muy rápido hasta el cuarto mes, luego se paralizan, comenzando a desarrollarse más lento. Esto es debido a que la cola es lo primero que se desarrolla. También, al tener una cola, es muy difícil saber el sexo del bebé, y hasta que no nazcan no se puede saber, aunque siempre se pueden hacer las típicas apuestas que los humanos hacen.
De algún modo, su tripa crecía por días. Ya se le notaba un poco, parecía que estuviera de tres meses o casi cuatro, y eso le hacía preocuparse. Cuando vuelva al reino y le vean, no necesitará decir nada; todos sabrán que está embarazado por el tamaño que tendrá en ese entonces.
— Tu pancita está muy grande para tener tan poquito tiempo. — le comentó el mayor mientras sacaba ropa para darle a su pareja.
— Crece por días. — suspiró con pesadez. — Hasta los cuatro meses crecerá muy rápido y luego se estabilizará, los tritones somos así.
— Es muy curioso. — dejó un tierno beso en sus labios y luego bajó para acariciar la barriguita del menor y dejar un besito sobre esta. — Nuestro bebé.
— Ya quiero conocerlo. — sonrió tiernamente, enredando sus dedos en el cabello ajeno.
— Vístete, mi vida. — le ofreció ropa para que pudiera vestirse. — Mientras yo te preparo el desayuno. — dejó un besito en los labios ajenos con suavidad.
Joshua fue a la cocina para comenzar a preparar el desayuno, mientras que Jeonghan se ponía la ropa que su pareja le había ofrecido. Nunca se había imaginado que tendría pareja, pero ahora Joshua era su novio y prometido. Se casaría con el amor de su vida, con la persona correcta. Y es que, cuando vio a Joshua, lo encontró todo; ya no necesitaba seguir buscando porque encontró oro en él. Sentía como si se conocieran de antes; tal vez estuvieron juntos en sus vidas anteriores. Fuera lo que fuera, se amaban, y eso era lo único que importaba.