𓏲 ๋࣭ ࣪˖ 𝐓𝐡𝐞 𝐋𝐢𝐭𝐭𝐥𝐞 𝐌𝐞𝐫𝐦𝐚𝐧

06 | Amigos

El sol entraba por la ranura de las ventanas, un sol espléndido y que marcaba que estaban en primavera, las playas aún estaban desiertas y eso era lo que más le gustaba a Jeonghan para así poder nadar en la superficie sin necesidad de esconderse en cambio cuando llegaba la época de vacaciones veraniegas no podía nada en la superficie en pleno día, debía esperar al anochecer.

El sol comenzó a dar en la cara de Jeonghan, el chico se quejó un poco y se dio media vuelta colocándose en poción fetal pegando ambas rodillas sobre su pecho y siguió durmiendo con tranquilidad abrazado a sus rodillas hasta que algo, o mejor dicho alguien, le sacó de su sueño zarandeándolo del hombro.

— Arriba principito. — le dijo en tono de broma el castaño.

— ¡POR LAS MEDUSAS! — abrió como plato sus ojos y movió ambas piernas a la vez como solía hacer cuando tenia su cola y golpeó con sus pies accidentalmente a su amigo. — ¿¡Qué hora es!?

— ¡AUCH! — se quejó el menor frunciendo el ceño.

— ¡Lo olvidé! — miró sus piernas con una gran sonrisa debido a que pensaba que estaba durmiendo en su palacio bajo el mar. — Esta semana no tengo que levantarme temprano. — se volvió acostar abrazando a la almohada.

— Nada de eso señorito. — le quito la almohada y le miró atentamente. — Los humanos también trabajan, hoy es domingo pero aún así tenemos muchas cosas que hacer, por ejemplo te presentaré a mis amigos. — le fue explicando con lentitud.

— ¡Pero yo quiero dormir! — rodó sus ojos con pesadez.

— Ya dormirás esta noche, son las nueve de la mañana ya es hora de desayunar. — comenzó a tirar de el para poder sacarlo de cama.

Había muchas cosas del mundo humano que a Jeonghan no dejaban de sorprenderle, como los grifos, no entendía como por ahí podía salir tanta cantidad de agua, tampoco entendía para que servían los móviles, su amigo siempre tenía uno en las manos y lo veía mover sus pulgares pero no sabía para que servía ni para que lo utilizaba tanto, le resultaba extraño. El mundo humano era muy diferente al mundo del océano y había mil cosas que aun tenía que aprender.

Por el momento sabía que Mingyu le iba a presentar a sus dos amigos humanos de los cuales uno de ellos dos era el tal Wonwoo que tanto le gustaba, él chico con el que la otra noche tuvo una cita, él chico del que tanto le hablaba cuando bajaba al océano pues la verdad es que Mingyu bajaba poco al océano, se había acomodado a la vida humana y le era muy difícil dejar la vida humano, hay muchas sirenas y tritones que viven en el mundo de los humanos pero la mayoría eran por se desterrados de su correspondiente reino, eso le pasó a Mingyu, el padre de Jeonghan desterró a Mingyu del reino por enamorarse de una humana, una humana que encima le rompió el corazón pero finalmente Mingyu es feliz como humano.

La mañana se le estaba pasando rápido, Mingyu le había enseñado a Jeonghan varías normas de cortesía entre los humanos, le había explicado como era la vida en la tierra y pronto conocería a los dos primeros humanos, los que no tardaron mucho en llegar pues justo cuando Mingyu terminó con las explicaciones básicas la puerta ya estaba sonando y el menor fue muy emocionado para poder ir a abrir la puerta.

— ¡Hola! — saludo el castaño a dos chicos que había en la puerta. — pasad, os presentaré a mi hermano. — dijo con una gran energía en su cuerpo.

— No sabía que tuvieras un hermano. — comentó el más bajito de los dos chicos, un chico de cabello blanco mm... ¿sería un tritón? Esa fue la pregunta de Jeonghan.

— ¡HOLA! — saludó Jeonghan con una gran energía desde el sofá y se levantó con torpeza para ir a donde estaban ambos chicos y ahí fue cuando Jeonghan quedó en shock.

La mirada de Jeonghan se clavó en el más alto de los dos chicos que acaban entrar, no podía ser verdad, era su humano, ese era su cabello, su mirada, su belleza, era él, era su hermoso humano al que le cantaba su canción, su hermoso humano con el que consiguió hablar la noche pasada.

— Joshua... — susurró el joven tritón mirándolo sorprendido.

— ¿¡Qué!? — se sorprendió Mingyu al escucharlo y le miró sorprendido. 

— Digo, me llamo Kim Cheonsa. — sonrió torpemente y se inclinó levemente presentándose ante ambos chicos.

— Un placer Cheonsa, yo soy Jeon Wonwoo, tu futuro cuñado. — sonrió con diversión haciendo a Mingyu sonrojarse ferozmente.

— Cheonsa... me recuerdas tanto a alguien. — dijo el otro chico mirándolo atentamente con bastante confusión, pues por la cabeza de Joshua solo pasaba la imagen de Jeonghan, su pequeño tritón. — perdón, mi nombre es Hong Joshua.

— Tus ojos son muy bonitos, — le dijo el peli blanco totalmente sorprendido y observándolo boquiabierto. — ¿son lentillas como los de tu hermano o son reales? — le preguntó con curiosidad.

— ¿Lent- qué? — preguntó con confusión.

— Son lentillas, — respondió Mingyu en lugar de Jeonghan. — le gustan los ojos de color azul y usa lentillas.

— ¿Cómo es que no nos presentaste a tu hermano antes? — le preguntó ahora el castaño sin quitar la mirada de Jeonghan en ningún momento.

— Él esta estudiando en Seoul y vino una semana de vacaciones. — respondió rápidamente el menor de los cuatros chicos.

— ¿Qué estás estudiando? — le preguntó esta vez directamente a Jeonghan.

— Eh... — miró a Mingyu sin saber que responder muy bien. — los animales marinos eh...

— Veterinario de animales marinos. — dijo rápidamente Mingyu para salvarle del apuro. — Mi hermano quiere ser veterinario de animales marinos.

— ¿Te gustan los animales marinos? — le preguntó Joshua con una gran sonrisa a lo que asintió rápidamente con su cabeza. — Yo soy biólogo marino.

— ¿Por qué no lo llevas a nadar con las ballenas a alta mar un día en tu lancha? — le propuso Wonwoo dándole con el codo.

— ¡Qué gran idea! — sonrió el mayor de los dos castaños y miró a Jeonghan con aquella sonrisa. — ¿Te gustaría nada en alta mar con la ballenas algún día? A tu hermano lo invité pero se negó porque no sabe nadar el idiota. — le propuso con una gran sonrisa.

— ¡Me encantaría! — respondió con sus ojos totalmente iluminados pero luego rápidamente hizo una leve mueca. — Pero no se nadar tampoco, me da mucho miedo.

— Somos tal para cual. — agregó Mingyu tratando de cambiar de tema. — ¡Bueno! Vamos a comer, hoy preparé japchae.

...