ᥫ᭡. 𝗷𝗶𝗵𝗮𝗻 ᵎ
⋆.˚🦋༘⋆ ❝Jeonghan es un principe tritón condenado a casarse con una princesa sirena, pero no desea eso, él quiere salir del mar, quiere andar y correr como un humano, quiere enamorarse de un humano y cuando menos se lo...
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Dos meses después
Dos meses desde que Jeonghan se había convertido en el rey, aunque su madre era la que mandaba en el reino actualmente. Jeonghan pensó que su madre sería la persona indicada para mandar mientras él aprendía lo que conllevaba ser el rey. Además, su madre era demasiado buena y preferiría verlo feliz en el mundo humano con Joshua que infeliz en el mundo marino, aunque Jeonghan había descubierto que le gustaba más el mundo marino que el humano, pero deseaba por encima de todo estar con su hermoso humano, Joshua.
Hoy iban a la revisión del embarazo. Ambos irían juntos al hospital marino, donde el doctor Jin los atendería. Jeonghan, como rey, podía convertir a Joshua en tritón. Lo único que le diferenciaba de un tritón adulto eran las escamas; Joshua nunca podría tener escamas debido a que era humano.
Ambos chicos estaban muy contentos y emocionados, tenían muchas ganas de volver a ver a sus pequeños bebés. La pancita de Jeonghan ahora crecía más lentamente, lo que le hacía saber que ya había pasado el cuarto mes de embarazo.
El joven tritón, sentado sobre el sofá terminando de desayunar con su pareja, hizo una mueca de repente y llevó su mano a su vientre, lo que hizo que el mayor se preocupara. Joshua se acercó rápidamente al menor, muy preocupado, y Jeonghan solo sonrió, muy emocionado.
— ¿Qué ocurre? — preguntó el mayor con preocupación.
El menor solo tomó la mano ajena y la llevó a su propio vientre, justo donde sentía las pataditas o coletazos de los bebés. Joshua dejó su mano en esa posición, y al sentirlo, se emocionó demasiado, dejando que una lágrima le cayera rodando.
— Se mueven. — sonrió muy feliz.
— Se mueven. — repitió muy emocionado.
Y ese momento tan íntimo y familiar lo pasaron juntos, disfrutando de aquel momento mientras Joshua aprovechó para darle muchos besitos a la pancita de su pareja y llenarlo de mimos.
Después de desayunar, fueron juntos a la playa y se dirigieron al acantilado, que era el lugar por donde solían entrar al mar. Hoy sería un día submarino, incluso Jeonghan tenía pensado mostrarle cómo era su mundo, ya que aún no lo había conocido.
Al llegar al acantilado, Jeonghan se lanzó al agua y apareció la corona y el tridente a su disposición. Apuntó a Joshua y le dio una cola para que pudiera nadar bajo el agua. Joshua no lo pensó dos veces, saltó al agua, tomando la mano de su prometido, y ambos comenzaron a nadar dirección al palacio. Antes de nada, Jeonghan debía presentarle a su madre, y eso fue lo que hizo cuando llegaron al palacio.
— ¡OMMA! — se dirigió hacia el trono de la reina y la abrazó muy emocionado.
— Hoy te presentaré a Joshua, como te prometí.
— ¡Por fin, mi niño! Ya tenía ganas de conocerlo. — tomó las manos de su hijo y le sonrió tiernamente.
— Mi amor, ella es mi madre. — miró a su pareja y luego a su madre. — Omma, él es mi prometido, Joshua.
— Un placer conocerla, su alteza. — el mayor hizo una reverencia al ver a la sirena.
— Oh, nada de eso, cariño. — se acercó al humano para abrazarlo. — Seremos familia, llámame Younghee. — le dedicó una tierna sonrisa.
Se mantuvieron charlando los tres durante un rato, y cuando la hora se acercó, se despidieron de la reina para poder ir al hospital donde Hao trabajaba. Minghao era el mejor doctor de Pacífico, o al menos para Jeonghan. A pesar de ser su doctor, también era su amigo y psicólogo, al igual que Jun, el esposo de Hao, a quien ahora se le reconocía con el nombre de "el curandero Moon". Jeonghan les regaló una mansión cerca del palacio.
Tras llegar a la consulta, entraron rápidamente y saludaron al doctor, mientras Jeonghan se colocaba en la camilla-almeja y Joshua se acercaba al menor, tomando su delicada y grande mano entre las suyas para acariciarla con cariño.
Minghao comenzó con el ultrasonido, y en la pantalla se podía ver la figura de los dos bebés. El doctor, muy emocionado, comenzó a hablar.
— Bueno, aquí tenemos dos nenes. — anunció, señalando la parte del ultrasonido correspondiente. — Tenemos un tritón y un humano, por lo tanto, son mellizos. — anunció muy emocionado, mostrándole la pantalla a ambos chicos. — Se ve que va muy bien el embarazo. Actualmente estás en la segunda semana, casi tercera, del quinto mes. Ya mismo, estas dos preciosidades estarán en el mundo con nosotros. — comentó muy feliz. — Pero tenemos que planear el parto. Un tritón no puede convertirse en su forma humana hasta los dos años, por lo tanto, me temo que no podrás tener el parto en un hospital humano. Y el humano no puede nacer en el océano, por lo que tenemos que preparar una sala de parto en el acantilado. A la hora de criarlos, supongo que no querrán criarlos separados, así que una opción sería vivir en el acantilado. El farol está abandonado y no vive nadie, por lo que es una muy buena opción para que no estéis separados. — explicó todo muy bien detallado, y al escucharlo, ambos chicos se miraron.
— Ya habíamos hablado sobre eso. — comentó Jeonghan.
— Me temo que finalmente será eso lo que suceda.
— Exacto, así es. — confirmó Joshua, besando la mano de su pareja.
— Si necesitan ayuda, aquí estoy. — sonrió, despidiéndose finalmente.
La consulta fue muy bien, ahora solo tenían que comenzar a prepararlo todo para poder vivir en el farol los cuatro juntos, aunque claro, estaba que sería muy difícil. Lo hablaron todo de camino al palacio, y al llegar allí, Jeonghan decidió enseñarle su mundo a Joshua, por eso mismo se dispusieron a nadar por el océano mientras hablaban especialmente de los niños.
— Tendremos dos principes. — sonrió muy feliz el mayor.
— Así es. — sonrió tiernamente mirando al mayor. — ¿Qué nombres te gustan? — preguntó.
— Mm... Han. — bromeó, y el menor le dio un leve codazo.
— A mí me gusta Chan. — comentó con una tierna sonrisa.
— Chan, me gusta. — afirmó.
— El humano puede llamarse Chan. — acarició su pancita con mucho cariño.
— ¿Qué te parece Hoshi para el tritón? — preguntó el mayor mirando a su pareja.
— Hoshi, me encanta. — sonrió satisfecho y muy feliz.
— Hoshi y Chan. — confirmó el mayor.
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