15 | Tu eres el padre

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Hace 10 años

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Hace 10 años

— Yo, Yoon Jeonghan, tritón del Pacífico Norte, uno mi alma a la tuya, Kim Mingyu, por el resto de nuestros días. Prometo protegerte de las profundidades del océano mientras mi corazón siga latiendo. Prometo no separarme de ti y amarte cada día de mi vida. Por eso hoy estamos aquí, para unirnos en sangre y alma. — Terminó de decir sus palabras y el rey, con su tridente, rajó la mano de su hijo, haciendo que este tendiera su mano al menor.

— Yo, Kim Mingyu, tritón del Pacífico Norte, uno mi alma a la tuya, Yoon Jeonghan, por el resto de nuestros días. Prometo protegerte de las profundidades del océano mientras mi corazón siga latiendo. Prometo no separarme de ti y amarte cada día de mi vida. Por eso hoy estamos aquí, para unirnos en sangre y alma. — Finalizó, y ahora el rey le hizo el corte en la mano a Mingyu.

Ambos tritones se dieron la mano, que derramaba sangre. Eran tan solo dos jóvenes tritones uniéndose. Jeonghan había encontrado a su soulmate. No todos los tritones encuentran a un soulmate, pero cuando lo hacen, se realiza una ceremonia para unir a ambos, quienes se protegen, cuidan y protegen mutuamente hasta el día de su muerte. Dos tritones que quedan unidos, de por sí, en alma y sangre tras esta ceremonia. Así quedaron unidos Jeonghan y Mingyu.

Jeonghan sentía como le faltaba el aire. Sentía que algo le ocurría a Mingyu. Mingyu estaba muriendo, lo sentía; era su soulmate. Cuando el soulmate de un tritón muere, la otra parte puede sentirlo, y le causa los síntomas que le estaban ocurriendo ahora mismo a Jeonghan: esa falta de aire y aquellos dolores en el pecho que estaba sintiendo. Hasta la concha de Mingyu dejó de brillar y comenzó a calmarse. Aquella falta de aire y los dolores desaparecieron. Jeonghan había dejado de sentir a su soulmate, y eso no podía ser bueno. Eso era algo malo.

— ¡MINGYU! — Gritó a pleno pulmón, sintiendo sus lágrimas caer por sus mejillas.

Se levantó, sintiendo su cuerpo muy pesado, y salió de la casa corriendo en dirección a la playa. Sus lágrimas golpeaban sus párpados y, sin importarle la gente, se metió en el agua de cabeza, comenzando a nadar rápidamente. En el instante que sintió su cola aparecer, trató de buscar el rastro de su amigo, buscando por todos los alrededores de la costa, llorando descontrolado al no encontrarlo, sintiendo su alma completamente rota. No quería imaginar lo que le podría pasar a Mingyu. Ni siquiera pudo despedirse de él, y por eso volvió a palacio, nadando rápido. Solo quería llegar a su habitación y dormir, quería despertar y que nada de lo que pasó en el día de hoy fuera real. Quería dormir y despertar en un nuevo día, porque hoy había sido un día de mierda para él. Y justo eso hizo cuando llegó a su habitación: se echó a dormir en su cama.

A la mañana siguiente amaneció un poco más tranquilo. Había soñado con todo lo que le había pasado y sentía que Mingyu seguía vivo. Tenía ese presentimiento dentro, por lo tanto, se calmó en ese aspecto. Pero en cuanto a lo de su embarazo, no sabía qué iba a hacer. 

𓏲 ๋࣭   ࣪˖ 𝐓𝐡𝐞 𝐋𝐢𝐭𝐭𝐥𝐞 𝐌𝐞𝐫𝐦𝐚𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora