Capítulo 21

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Sentadas en una de las mesas del patio del hotel, Kylie y Malia se relajaban en medio del murmullo suave de los huéspedes que pasaban cerca. Malia, sin soltar la mano de Kylie, la miró con un toque de duda en sus ojos.

—¿Crees que deberíamos decirle a Mark sobre… nosotras? —preguntó en voz baja, observando a Kylie con una mezcla de determinación e incertidumbre.

Kylie suspiró, desviando la mirada hacia el jardín unos segundos antes de volver a mirarla. —Sí, creo que deberíamos. Pero, Malia, sabes que su reacción puede ser… complicada.

Malia asintió, comprendiendo la complejidad de la situación. —Sí, lo sé, pero siento que es mejor que lo sepa directamente de nosotras. No quiero que lo descubra accidentalmente. Además, tampoco quiero que sienta que estamos escondiéndonos.

Kylie apretó suavemente la mano de Malia y le sonrió con ternura. —Tienes razón, amor. Quizá no sea fácil, pero prefiero que lo sepa de nosotras también. Y la verdad es que… yo también quiero que podamos estar juntas sin preocuparnos de quién nos ve o qué piensa.

Ambas se miraron con complicidad, sintiendo el alivio de haber tomado una decisión juntas. La conversación con Mark no sería sencilla, pero al menos estarían preparadas para enfrentarlo.

Kylie le apretó la mano a Malia y le dio una sonrisa suave, apreciando la calma en su mirada. Malia, aún con ese toque de dulzura en su expresión, suspiró y acarició el dorso de la mano de Kylie.

—Sabes qué, amor… —dijo Malia, con un tono más ligero—. Mejor relajémonos y no dejemos que este tema nos arruine el día. Aún es temprano y, por lo que veo, la mañana está hermosa. —Su sonrisa se amplió un poco—. Además, el día comenzó de una manera muy bonita… sería un desperdicio no disfrutarlo.

Kylie levantó una ceja, captando la indirecta, y dejó escapar una risa suave.

—Tienes razón, Malia. Lo último que quiero es que este asunto nos pese todo el día. Así que, ¿desayunamos?

Malia asintió, entrelazando sus dedos con los de Kylie mientras se levantaban de la mesa en el patio. Caminaron juntas hacia el comedor, disfrutando del momento sin necesidad de palabras, con una conexión que solo ellas comprendían.

El comedor estaba comenzando a llenarse, pero encontraron una mesa en la esquina y tomaron asiento. Desde ahí, podían disfrutar de la vista al jardín mientras el sol iluminaba suavemente el lugar. Entre risas y miradas cómplices, comenzaron a servirse el desayuno, dejando de lado las preocupaciones por un rato, inmersas en su propia burbuja de tranquilidad y complicidad.

Sentadas en la mesa del comedor, Kylie y Malia charlaban mientras disfrutaban de su desayuno. La conversación fluyó de un tema a otro, sin prisa, hasta que, en un momento de tranquilidad, el tema se dirigió a sus familias.

—Mis padres son buenos —comentó Malia con una sonrisa, mientras jugueteaba con su tenedor—, pero… pueden ser algo controladores. Especialmente mi madre.

Kylie levantó una ceja, escuchando con curiosidad. —¿En serio? —preguntó, llevándose una taza de café a los labios—. Mis padres siempre me dieron muchísima libertad. De hecho, creo que me he llevado mejor con mi mamá porque siempre me ha apoyado en todo sin imponerme nada.

Malia suspiró, pensando en su propia relación familiar. —Creo que yo me llevo mejor con mi papá. Siempre fue más relajado y me escuchaba. Mi madre… bueno, ella tiene una visión muy clara de cómo debería ser mi vida, y a veces eso me agobia.

Kylie asintió, con comprensión en su mirada. —Entiendo. A veces, los padres solo quieren lo mejor, pero no se dan cuenta de que sus expectativas pueden ser una carga. ¿Cómo se llama mi suegra?

Aprendiendo Inglés | Kylia (Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora