Kylie despertó con el sonido del despertador. Eran las seis de la mañana, un poco antes de lo habitual, pero no podía permitirse el lujo de dormir más. Se estiró, sintiendo el peso de su cuerpo y el cansancio acumulado.
-Buenos días, mi vida- murmuró, acariciando suavemente la cabeza de Lily, que dormía plácidamente a su lado. Había tenido una pesadilla esa noche y Kylie tuvo que llevarla a dormir con ella. No es que no le guste que duerma con ella, solo que es una niña pequeña y suele moverse mucho en las noches, lo que no la deja dormir tranquila y no consigue conciliar el sueño.
Kylie se levantó con cuidado para no despertarla. Se dirigió al baño y se preparó rápidamente. Al regresar a la habitación, Lily ya estaba despierta, con una sonrisa traviesa en su rostro.
-Mamá, buenos días- exclamó Lily, estirando sus brazos hacia Kylie.
-Buenos días, mi amor- respondió Kylie, cogiéndola en brazos. La besó en la mejilla, sintiendo una profunda alegría inundar su corazón.
-Me quiero poner el vestido azul de flores- dijo Lily, agitando sus manos pequeñas. Kylie la dejó en el suelo y, con una sonrisa, fue a buscar el vestido.
-¿Quieres pancakes para el desayuno, bebe?- preguntó Kylie, mientras le ponía el vestido a Lily.
-¡Sí, mamá, quiero pancakes con chocolate!- gritó Lily. Kylie rió, esa era su debilidad: los pancakes con chocolate.
En la cocina, Kylie preparó el desayuno mientras Lily corría por la casa, llena de energía. Su hija era su prioridad, su razón de ser. Kylie trabajaba duro para darle una vida mejor, para asegurar su futuro.
En la mesa, Kylie le preparó una bandeja con pancakes, fresas y un vaso de jugo. Lily comió con gusto, contando historias de la escuela y de sus amigos.
-Mamá, hoy me voy a poner la diadema de flores- dijo Lily. -¿Te gusta?-
-Es hermosa, mi vida- respondió Kylie, sin dejar de mirarla. Lily sonreía, orgullosa de su elección.
Después de comer, y de dejar a Lily en el jardin, Kylie regreso a su casa ya que le sobro tiempo antes de ir al trabajo, se sentó en el sofá, con el teléfono en la mano, y se dispuso a llamar a su mamá. -Hola, mamá. ¿Cómo estás?- preguntó, con voz suave.
-Estoy bien, querida. ¿Y tú? ¿Cómo está Lily?- preguntó su madre.
-Ella está muy bien. Ya está en la escuela. La dejé hace poco. ¿Y tú cómo estás? ¿Cómo está todo en casa?-
Kylie escuchó con atención mientras su madre le contaba las novedades. Se sentía reconfortada por su voz y su cariño a distancia.
-Te quiero mucho, mamá. Voy a tener que colgar ahora. Ya es hora de irme a trabajar- dijo Kylie.
-Te quiero, querida. ¡Ten cuidado en el camino!- respondió su madre.
Kylie colgó la llamada. Se levantó del sofá y se dirigió al espejo. Se observó a sí misma, con su cabello, sus ojos color miel y su piel bronceada. Se sentía cansada, pero también llena de energía. Estaba lista para enfrentar el día, para sus clases de inglés y para el encuentro con Malia.
Al llegar a la oficina, Kylie se encontró con Malia en la puerta. Malia la saludó con una sonrisa cálida.
-Kylie, te estaba esperando. ¿Ya te tomaste un café? ¿Te apetece ir a tomar algo después de la clase?- preguntó Malia.
Kylie sintió una oleada de alegría. -Me encantaría, Malia, pero no tengo con quién dejar a Lily-
Malia frunció el ceño, con una sonrisa comprensiva. -No te preocupes Kylie, la puedes llevar, Es una salida de amigas, ¿verdad?-
Kylie se sorprendió, no esperaba una oferta así. -¿En serio? No sé si…-
-No hay problema en serio Kylie ¿Qué te parece?- preguntó Malia.
Kylie se sintió reconfortada por la generosidad de Malia. -Está bien, Malia. Me encantaría ir a tomar un café contigo y mi hija. ¿Te parece bien?-
Malia sonrió, sus ojos brillando con alegría. -Perfecto, Kylie. Entonces después de la sesión de inglés vamos, ¡Nos vamos a divertir mucho!-
Kylie sintió una mezcla de emoción e incertidumbre. No estaba acostumbrada a salir con personas y mucho menos que Lily la acompañe, con la única que siempre salía y la llevaba, es cuando se junta con su amiga Ruby, ella es como la hermana que nunca tuvo, una tía para Lily prácticamente.
La clase de inglés transcurrió de forma rápida y agradable. Malia era una profesora excepcional, con una paciencia infinita y una forma de enseñar que hacía que Kylie se sintiera cómoda y motivada. Kylie disfrutaba aprendiendo, y se sentía orgullosa de los progresos que estaba logrando.
Al terminar la clase, Kylie se encontró con Malia en la puerta.
-¿Vamos a buscar a Lily?- pregunto Malia.
-Claro, pero.. ¿vamos en tu auto o el mio?-
-En el tuyo mejor, a mi se me da un poco mal conducir- Kylie sonrió de forma graciosa.
-Esta bien, vamos- dijo Kylie.
En el viaje fue bastante divertido, ya que Kylie y Malia compartían el mismo gusto por la música y se habían puesto a escuchar sus canciones favoritas y compartir opiniones sobre los cantantes.
Al llegar a la puerta del jardín, esperaban ver a Lily salir por la puerta, la niña salió con una sonrisa en su rostro al ver a su madre y corrió a abrazarla, cuando terminó el abrazo, se percato de que había alguien que la acompañaba y la miró de forma rara.
Malia le sonrió a la niña, y la saludo con un timido -Hola- estaba bastante nerviosa, la niña esa era igual a Kylie, una versión miniatura diría ella.
-Lily, esta es Malia. Vamos a ir a tomar algo con ella hoy- dijo Kylie, mientras caminaban hacia el auto.
-Hola, Lily. ¿Te gustan las galletas? si es asi podremos comer muchas galletas hoy- dijo Malia, con una sonrisa.
Los ojos de Lily brillaron con alegría. -¡Sí! ¡Me gustan mucho las galletas!- Kylie sonrió al ver a su hija feliz y el como interactuaba Malia con ella.
Y fue así como se dispusieron a ir a una cafetería cercana en su auto.
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Aprendiendo Inglés | Kylia (Fanfic)
RomanceKylie Cantrall una madre soltera que necesita mejorar su pronunciación y vocabulario en inglés para conseguir un ascenso en su trabajo. Malia Baker una profesora particular de inglés, hermana del jefe de Kylie, que está dispuesta a ayudarla para me...