Aprendiendo Inglés | Kylia (Fanfic)

Capitulo 15

Malia caminaba por el pasillo, aún con el calor en las mejillas tras los besos con Kylie. Sonrió para sí, recordando lo bien que se sentían juntas. Pero, al doblar una esquina, se topó con Mark, quien llevaba una pila de carpetas en sus brazos.

—¡Mark! —lo llamó, deteniéndolo antes de que pudiera continuar hacia la oficina de Kylie—. Tenemos que hablar.

Mark frunció el ceño, ligeramente sorprendido por la seriedad en la voz de su hermana. Dejó escapar una risa ligera, siempre listo para una conversación casual.

—Claro, siempre tengo tiempo para mi hermana favorita —bromeó, pero la expresión de Malia no cambió.

—No es una broma, Mark. Vamos a tu oficina —insistió, ya caminando hacia allí.

Mark la siguió, claramente confundido, y ambos entraron a su despacho. Se sentaron frente a frente, y Malia respiró hondo antes de lanzarse al tema que la estaba inquietando.

—Tienes que dejar de coquetearle a Kylie —dijo Malia, sin rodeos.

Mark la miró como si no entendiera qué estaba pasando.

—¿Por qué? —preguntó, todavía desconcertado—. ¿He hecho algo mal? No pensé que ella se molestara...

—No, no lo ha hecho, pero... —Malia apretó los labios, tratando de encontrar las palabras adecuadas—. No está bien que lo hagas, ella no está interesada.

Mark se reclinó en su silla, observando a su hermana como si estuviera armando un rompecabezas.

—¿Sabes algo que yo no sepa? ¿Kylie está saliendo con alguien más? —preguntó, su tono ahora serio.

Malia sintió cómo los celos burbujeaban en su interior, pero se mantuvo firme.

—Sí, está saliendo con alguien —respondió, mirándolo directamente a los ojos.

—¿Quién es? —Mark arqueó una ceja, intrigado.

Malia apretó los puños sobre su regazo.

—Es un secreto —contestó rápidamente, levantándose de su asiento.

Mark se quedó mirándola, aún más confundido.

—Malia...

—Deja en paz a Kylie, Mark. No está interesada en ti, ni lo estará —declaró antes de dirigirse a la puerta—. No le compliques más las cosas.

Y, sin darle tiempo a replicar, salió de la oficina, dejándolo solo y con más preguntas que respuestas.

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Después de revisar la última carpeta y asegurarse de que todo estaba en orden con la contabilidad de la enpresa, Kylie se reclinó en su silla, exhalando profundamente. El día había sido largo, especialmente con la visita sorpresa de Mark y la intensa conversación con Malia que seguía dándole vueltas en la cabeza. Pero ahora era momento de desconectar un poco y pensar en Lily. Con una sonrisa cansada, recogió sus cosas y salió de su oficina, rumbo al jardín de su hija.

Cuando llegó al jardín, Lily ya estaba esperándola, saltando emocionada al verla. Kylie siempre encontraba algo de energía extra cuando veía a su hija, como si la simple presencia de Lily pudiera disipar el agotamiento del día.

—¡Mamá! —gritó la niña, corriendo hacia ella y abrazándola.

—Hola, pequeña —le dijo Kylie, devolviéndole el abrazo y besándole la cabeza—. ¿Qué tal tu día?

—¡Fue divertido! Pero... —Lily miró alrededor, con los ojos grandes de curiosidad—. ¿Dónde está Malia? ¿No viene con nosotras?

Kylie sonrió, ya anticipando hacia dónde iba la conversación. Tomó la mano de Lily y comenzaron a caminar hacia el auto.