La Sombra de la Traición

74 8 0
                                    

Capítulo 20: La Sombra de la Traición

Taehyung caminaba por las calles de la ciudad bajo la protección de sus colegas, con la mente en un torbellino de emociones. Su vida, marcada por la búsqueda de venganza y la lealtad a la policía, había tomado un giro oscuro desde que se infiltró en el mundo de Jungkook. Esa mirada que Jungkook le lanzaba, llena de odio y resentimiento, lo atormentaba. Sabía que había jugado con fuego, pero también que el deber lo llamaba a continuar su misión, aunque implicara destruir todo a su paso.

Mientras Taehyung recorría el área vigilada por la policía, un frío silencio invadió el lugar. Sus sentidos, entrenados para reconocer el peligro, le advirtieron que algo estaba a punto de ocurrir. Su mano rozó su arma, pero antes de que pudiera reaccionar, un grupo de hombres enmascarados apareció de la nada, rodeándolo a él y a sus compañeros.

-¡Tae, cuidado!

Gritó Jimin, desenvainando su arma y preparándose para el enfrentamiento.

Pero los atacantes se movieron rápido, con precisión y destreza, desarmando a los policías uno por uno. Jin y Hoseok intentaron resistir, pero fueron rápidamente superados. Taehyung se giró hacia Taeyang, quien ya estaba inmovilizado, su expresión de furia y sorpresa.

-¿Qué demonios...?

Taehyung apenas alcanzó a murmurar antes de sentir una fuerza en su espalda que lo empujaba hacia el suelo.

Un par de manos lo sujetaron con brutalidad, y antes de que pudiera pelear o resistirse, sentía ya las ataduras en sus muñecas. Todo ocurrió en cuestión de segundos, demasiado rápido para procesarlo, hasta que lo levantaron a la fuerza y lo llevaron hacia un vehículo que esperaba más adelante.

Mientras lo subían al automóvil, entre la confusión y la furia, alcanzó a reconocer una voz detrás de una de las máscaras.

-Es hora de ajustar cuentas, Taehyung.

Esa voz profunda y helada le hizo entender lo que estaba sucediendo. Jungkook estaba detrás de todo esto. El rescate había sido solo el primer paso; ahora, buscaba venganza, y él mismo sería quien ejecutara su castigo.

Horas después, Taehyung despertó en una habitación desconocida, las manos y pies atados a una silla de metal. La penumbra del lugar hacía que apenas pudiera distinguir la forma de la puerta frente a él, pero había una tensión en el aire, una sensación de peligro inminente.

La puerta se abrió lentamente, revelando a Jungkook, quien entró con una expresión impasible, seguido de Namjoon, Yoongi y Jackson. Todos lo observaban como si fuera el premio de una cacería.

Jungkook se acercó a él, su rostro frío y sin piedad, sus ojos llenos de desprecio.

-¿Sabes, Taehyung?

Comenzó , su tono burlón

-Pensé que eras alguien especial. Alguien en quien podría confiar. Pero ahora, veo que solo eres un cobarde, un traidor.

Taehyung se esforzó por mantener la calma, pero la presencia intimidante de Jungkook, la furia contenida en sus palabras, hacía que su corazón latiera descontrolado. Sabía que cualquier cosa que dijera podría ser usada en su contra, pero no pudo evitar intentar defenderse.

-No tienes idea de lo que realmente soy, Jungkook. Todo lo que he hecho... tiene una razón.

Jungkook dejó escapar una risa fría, inclinándose hacia él, sus rostros apenas separados por unos centímetros.

-¿Una razón? ¿Venganza, tal vez? ¿Crees que eso me afecta? No eres el primero que intenta derrotarme, y te aseguro que no serás el último.

En ese momento, Lisa entró en la habitación, observando la escena con una sonrisa de satisfacción. Su mirada estaba llena de una mezcla de deseo y triunfo al ver a Taehyung indefenso frente a Jungkook.

-Jungkook

Dijo, acercándose a él

-Sabes que estoy aquí para ayudarte. Para darte lo que realmente mereces.

Jungkook la miró de reojo, su expresión endurecida, como si no quisiera darle importancia. Sin embargo, Lisa se acercó más, sin apartar la vista de Taehyung, y susurró:

-Él no es más que un traidor. No vale nada en comparación con lo que yo puedo ofrecerte.

Lisa aprovechó el momento de tensión y, sin darle tiempo a reaccionar, lo besó. Al principio, Jungkook intentó apartarse, su rostro mostrando una resistencia clara. Sin embargo, poco a poco, dejó que el beso continuara, dejándose llevar, si solo por un instante, como si quisiera mostrarle a Taehyung que tenía algo, o alguien, mejor a su lado.

Taehyung observaba la escena con una mezcla de furia y frustración. Sabía que Jungkook no lo había perdonado, pero verlo con Lisa, en ese beso lleno de desprecio, le hacía comprender que sus posibilidades de redención estaban esfumándose.

Jungkook rompió el beso con frialdad, mirándola de manera distante, como si el gesto no hubiera significado nada. Luego se giró hacia Taehyung, con una expresión implacable.

-¿Ves eso, Taehyung? No te necesito. Jamás lo hice.

Taehyung tragó saliva, sintiendo cómo su orgullo se hacía añicos bajo la mirada fría y calculadora de Jungkook. Ese beso con Lisa, esa demostración de poder y control, le había dolido más de lo que estaba dispuesto a admitir. Pero no iba a permitir que Jungkook lo viera quebrarse. Él también era fuerte, un sobreviviente, aunque en ese momento, atado y a merced del hombre al que traicionó, pareciera lo contrario.

-¿Qué pasa, Taehyung? ¿El traidor finalmente está callado?

Murmuró Jungkook con una sonrisa perversa, caminando a su alrededor como un depredador acechando a su presa.

Lisa se quedó de pie cerca de la puerta, disfrutando de la escena, su satisfacción evidente. Había esperado este momento por mucho tiempo. Jungkook la tenía a ella ahora; Taehyung era solo un obstáculo en el camino.

-¿Esperabas algo más? ¿Redención, tal vez?

Continuó Jungkook

-Dime, Taehyung, ¿qué se siente saber que toda esta farsa llegó a su fin?

-No sabes nada, Jungkook

Respondió Taehyung, con la voz más firme de lo que sentía

-No entiendes por qué hice lo que hice. Pero, un día, lo harás, y entonces te darás cuenta de que no todo es tan simple como crees.

Jungkook dejó escapar una risa burlona, como si las palabras de Taehyung no tuvieran el más mínimo efecto sobre él.

-No necesito tus explicaciones

Replicó Jungkook con frialdad

-Porque, ¿sabes qué, Taehyung? Tus motivos ya no importan. Solo importo yo... y lo que yo quiera hacer contigo.

Jungkook hizo una señal a Yoongi, quien se acercó con una pistola y la puso en manos de Jungkook. Taehyung miró el arma con cautela, aunque no mostró temor; estaba listo para afrontar las consecuencias de sus acciones, aunque eso significara su fin.

Jungkook apuntó el arma directamente a la cabeza de Taehyung, sosteniendo su mirada con una intensidad que parecía quemar. Durante un largo momento, el silencio llenó la habitación, y en esos segundos, Taehyung vio destellos de algo en los ojos de Jungkook... algo que era más que simple odio. Pero, antes de apretar el gatillo, Jungkook apartó la pistola, bajándola lentamente.

-No te mereces una muerte rápida, Taehyung. Mereces ver cómo todo lo que intentaste destruir sigue prosperando, y cómo tú solo quedas en la sombra.

Sin decir más, Jungkook se dio la vuelta y salió de la habitación, dejando a Taehyung allí, atrapado en su propia red de traiciones. Lisa lo miró una última vez, su sonrisa arrogante aún en su rostro, antes de seguir a Jungkook, dejando a Taehyung en la oscuridad.

Sombras de Venganza Donde viven las historias. Descúbrelo ahora