Sombras de Venganza

Sombras del Pasado

Capítulo 24: "Sombras del Pasado"

Lisa observaba desde la ventana de su oficina, la lluvia caía como una cortina pesada sobre la ciudad. La luz de la luna apenas penetraba entre las nubes, creando sombras difusas que danzaban en las paredes. Había algo en esa tormenta que le gustaba. Algo que la hacía sentir aún más poderosa, más en control de todo lo que ocurría en su mundo. Y, ahora mismo, tenía mucho control. El juego estaba a punto de cambiar, y nadie, ni siquiera Taehyung, iba a detenerla.

Con una sonrisa fría, Lisa tomó el teléfono y marcó un número. Su voz, calmada pero llena de autoridad, resonó en la habitación cuando la llamada fue contestada.

-Es hora. Hazlo.

El hombre al otro lado de la línea asintió, su rostro una mezcla de obediencia y miedo. Lisa no tenía que dar más explicaciones. Sus órdenes eran claras y contundentes. En cuestión de horas, Taehyung estaría bajo su control, y con él, todas las respuestas que había estado esperando.

Sabía que no podía confiar en nadie, especialmente en Taehyung. No después de lo que había sucedido. No después de lo que él había hecho. A pesar de sus dudas, ella nunca dejaría que algo o alguien se interpusiera en sus planes. Y había algo mucho más grande en juego que los pequeños juegos de traición entre ellos.

Mientras tanto, Taehyung caminaba por la ciudad sin rumbo fijo. No tenía un destino concreto, solo buscaba despejar su mente, alejarse de todo lo que le había sucedido con Jungkook. La conversación con él aún resonaba en su cabeza, las palabras de odio, el rechazo, la frustración. Sin embargo, algo en su pecho le decía que no podía ignorar lo que sentía. No podía olvidar que, a pesar de todo, Jungkook había sido quien lo había salvado, quien lo había aceptado en su vida, aunque de manera equivocada.

De repente, el sonido de un coche acercándose interrumpió sus pensamientos. No le dio importancia, hasta que el vehículo se detuvo bruscamente frente a él. La puerta se abrió y un par de hombres vestidos con trajes oscuros salieron del coche. Taehyung frunció el ceño, su instinto le decía que algo no estaba bien. Antes de que pudiera reaccionar, uno de ellos lo sujetó por los brazos, mientras el otro le tapaba la boca con un pañuelo impregnado con una sustancia desconocida.

El mundo de Taehyung se desvaneció en un torbellino de oscuridad.

Cuando despertó, se encontraba en un lugar desconocido. La habitación estaba en completa penumbra, y el olor a humedad y madera vieja llenaba el aire. Estaba atado a una silla, y a su alrededor, no había más que sombras y silencio. Intentó mover las manos, pero las cuerdas que lo sujetaban eran firmes, como si estuvieran diseñadas para no permitirle escapar.

La puerta se abrió de golpe, y la figura de Lisa entró en la habitación, su presencia fría y dominante llenando el espacio. Taehyung intentó liberarse, pero el dolor en su muñeca le recordaba lo inútil que era resistirse.

-¿Qué quieres de mí, Lisa?

Preguntó Taehyung, su voz grave, aunque con un toque de desafío.

Lisa lo observó en silencio durante unos segundos, como si estuviera disfrutando del poder que tenía sobre él. Luego, se acercó lentamente, hasta quedar a solo unos centímetros de su rostro. El brillo en sus ojos era peligroso, casi calculador.

-No te preocupes, Taehyung. No te voy a hacer daño... aún

Dijo Lisa, dejando que las palabras flotaran en el aire, cargadas de amenaza.

Taehyung frunció el ceño, sin entender a qué se refería. Lisa se dio la vuelta, caminando hacia una mesa donde había varios papeles esparcidos. Los miró por un instante antes de volver a dirigirse a él.