Capítulo 30: Sanación y Redención
El sol comenzaba a asomarse por el horizonte, tiñendo el cielo de un tono rojizo que parecía el preludio de una tormenta. Jungkook caminaba en silencio, su rostro marcado por una mezcla de dolor y satisfacción. Había hecho lo que debía hacer. Había matado a Taeyang, el hombre que había arruinado la vida de Taehyung, que lo había manipulado, torturado y tratado como su juguete. Ya no había vuelta atrás. Taeyang ya no podía hacerle daño a nadie.
El olor a pólvora impregnaba el aire mientras Jungkook se acercaba a la mansión, ahora vacía, destruida y llena de recuerdos oscuros. Había terminado con la vida de Taeyang, pero también con todos los rastros que podrían llevar a su nombre. No quería dejar nada atrás que pudiera atarlo a esa mansión maldita. Taehyung ya había sido liberado, y no había forma de que ese lugar pudiera contar la historia de lo que había pasado.
Jungkook había colocado explosivos estratégicamente alrededor de la casa. La idea era simple: destruirla completamente, asegurarse de que no quedara ni una sola prueba que pudiera delatarlo. De repente, una explosión resonó en el aire, iluminando el lugar con un resplandor intenso. Las llamas comenzaron a devorar las paredes, arrasando con todo a su paso. La mansión, el lugar donde Taeyang había mantenido prisionero a Taehyung, ahora se convertía en cenizas, un recordatorio de todo lo que había sucedido allí.
Namjoon, Yoongi, Jackson, Jin, Hoseok y Jimin miraron desde una distancia segura, observando cómo la casa se desmoronaba en el fuego. Todos sentían una mezcla de emociones: el alivio de haber rescatado a Taehyung, la satisfacción de ver caer al responsable, pero también el dolor por lo que habían tenido que enfrentar para llegar hasta este punto.
-¿Está todo listo?
Preguntó Namjoon, mirando a Jungkook, que observaba el fuego con una mirada fría.
Jungkook asintió lentamente.
-Sí. Nada quedará. Taeyang ya no puede hacerle daño a nadie más.
La expresión de Yoongi se suavizó, pero no dejó de ser grave.
-Lo hiciste bien, Jungkook. No había otra opción.
Jackson se acercó a Taehyung, quien estaba arrodillado en el suelo, apoyado sobre los hombros de Hoseok, recuperándose poco a poco. La lucha interna de Taehyung seguía, pero al menos, por fin estaba a salvo. Su cuerpo estaba marcado por las cicatrices físicas y emocionales, pero la luz de la esperanza comenzaba a brillar lentamente en su interior. Sabía que el camino de sanación sería largo, pero ya no estaba solo. Tenía a Jungkook y a sus amigos, los cuales nunca lo abandonarían.
-Vamos
Dijo Jungkook finalmente, tomando la mano de Taehyung y guiándolo lejos de la escena.
-Este lugar es solo un mal recuerdo. No necesitamos nada de aquí. Lo que importa es que estamos juntos ahora.
Jin y Jimin se acercaron a Taehyung, ayudándolo a levantarse con cautela. El dolor aún estaba fresco, pero había algo en su mirada que decía que, con el tiempo, todo sería diferente. No sería fácil, pero había encontrado a su familia en aquellos hombres que siempre lo habían apoyado, y Jungkook, su roca, su protector, estaba a su lado.
-Te llevaremos a un lugar seguro
Agregó Hoseok, con una sonrisa débil pero sincera.
-Tienes todo el tiempo del mundo para sanar, Taehyung. Aquí estamos, con ustedes.
La tensión en el aire comenzó a disiparse a medida que se alejaban del lugar. La mansión ya estaba en llamas, y todo lo que Taeyang había construido en ese lugar se desmoronaba. El grupo caminó juntos hacia la salida, dejando atrás el infierno que habían tenido que enfrentar. Mientras avanzaban, el sol se alzaba un poco más alto en el cielo, bañando el camino con una luz que prometía nuevas oportunidades.
Jungkook, al mirar hacia el futuro, sabía que las cicatrices que Taehyung llevaba dentro de él no se curarían de inmediato. Pero mientras él estuviera allí, mientras sus amigos estuvieran con él, nada podría separarlos. El pasado había sido oscuro, pero el futuro... el futuro estaba lleno de posibilidades, de amor y de redención. Y Jungkook estaba decidido a estar a su lado, protegiéndolo de todo lo que viniera.
Al final, el grupo se alejó en silencio, sabiendo que el viaje hacia la sanación de Taehyung solo acababa de comenzar. Pero con el apoyo de aquellos que lo amaban, Taehyung finalmente podía empezar a reconstruir su vida.
Y Jungkook, sin importar lo que pasara, siempre estaría allí, dispuesto a luchar por él.
Los días que siguieron fueron de absoluta dedicación para Jungkook. Todo el caos, las batallas y la sed de venganza parecían haberse quedado atrás. Ahora, su único propósito era cuidar a Taehyung. Si bien Jungkook siempre había sido conocido por su frialdad y brutalidad, frente a Taehyung se convertía en alguien distinto, alguien capaz de ternura y devoción. Lo cuidaba sin descanso, velando su sueño cada noche, sosteniéndolo en sus momentos de debilidad, y estando a su lado cada segundo como una presencia inquebrantable.
Taehyung, todavía con cicatrices físicas y emocionales, sentía cómo la presencia de Jungkook lo rodeaba como un escudo. Jungkook no dejaba que nadie se acercara demasiado sin antes asegurarse de que no representaban ningún peligro. Si alguien osaba interrumpir la paz de Taehyung, el líder de la mafia los miraba con una ferocidad que no dejaba lugar a dudas: Taehyung era su prioridad, su razón de ser, y no toleraría más sufrimiento para él.
Mientras tanto, las relaciones de aquellos cercanos a Jungkook y Taehyung se fortalecían en medio de la lealtad y el amor que compartían como familia.
Namjoon y Jin se habían vuelto inseparables. Jin, con su encanto natural y su calidez, lograba sacar el lado más humano de Namjoon. Aunque Jin ahora era parte de la mafia, su esencia amable seguía presente, recordándole a Namjoon que, incluso en la oscuridad, podían encontrar algo hermoso. Namjoon no dudaba en mostrar su amor hacia Jin, protegiéndolo y compartiendo una conexión profunda, que había nacido en medio del caos pero que se fortalecía cada día.
Yoongi y Jimin también habían consolidado su relación. A pesar de que Yoongi era conocido por su seriedad y actitud reservada, Jimin conseguía que bajara sus barreras, sacando a relucir una versión de él que nadie más conocía. Jimin, ahora parte de la mafia, demostraba una lealtad inquebrantable tanto a Yoongi como a la organización. Para ellos, el amor y el deber iban de la mano, y aunque el camino fuera difícil, sabían que se tenían el uno al otro.
Por otro lado, Jackson y Hoseok habían encontrado una unión poderosa. Hoseok, quien había sido policía, se había sumado a la mafia por lealtad hacia Taehyung, y su amor por Jackson lo hacía aún más fuerte. Jackson, siempre un espíritu libre y apasionado, veía en Hoseok a alguien con quien podía compartirlo todo, incluso las sombras de su pasado. Juntos, enfrentaban cualquier obstáculo, sabiendo que su conexión iba más allá de las dificultades.
Jungkook, entre estos momentos de paz y compañía, se concentraba en su amado Taehyung. Con cada día que pasaba, lo veía recuperar un poco de su luz, un poco de su fuerza. Sabía que la recuperación sería larga, pero Jungkook estaba dispuesto a hacer lo que fuera necesario. Al verle dormido, notaba cómo sus facciones se relajaban bajo su atenta vigilancia, y no podía evitar sentir una ternura que solo él lograba despertar en su corazón.
El cambio de Jungkook era evidente para todos. La frialdad que lo había caracterizado se derretía cada vez que miraba a Taehyung. Él no necesitaba decir nada; sus acciones hablaban por sí solas. No importaba cuán oscuro fuera su pasado ni cuántos enemigos tuviera, porque para Taehyung, Jungkook estaba dispuesto a ser un hombre nuevo.
Para Taehyung, estos días junto a Jungkook eran tanto una bendición como un reto. Aunque el dolor y las marcas aún estaban presentes, sabía que, con Jungkook a su lado, podía enfrentar sus miedos. Él era el refugio que lo mantenía a salvo, y aunque el camino hacia la sanación estaba lleno de obstáculos, Jungkook lo guiaba a cada paso, asegurándose de que Taehyung nunca se sintiera solo
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Sombras de Venganza
FanfictionKim Taehyung, un policía omega de 26 años, busca venganza por la muerte de su padre, asesinado por el padre de Jeon Jungkook, un temido mafioso alfa. Infiltrándose en la peligrosa mafia de Jungkook, Taehyung planea acabar con el hijo del hombre que...