Ep 35: Sopresa

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Había pasado una semana emocionante en París, y la adrenalina aún corría por mis venas. Sin embargo, la realidad me golpeó de lleno cuando recibí la noticia de que tenía que ir a Nueva York antes de regresar a Los Ángeles. El desfile de moda para Vogue era una oportunidad que no podía dejar pasar, pero la idea de dejar a Kendall atrás me dejó con un nudo en el estómago.

Cuando finalmente llegué a mi hotel en Nueva York, me dejé caer en la cama, exhausta pero emocionada. Decidí que tenía que hablar con Kendall. La llamé y después de unos timbres, su voz melodiosa resonó en el altavoz.

– ¡tn! ¿Cómo va todo? – preguntó con entusiasmo.

– ¡Kendall! Estás en mi mente. Te cuento, estoy en Nueva York para el desfile de Vogue, pero no voy a poder salir hasta que termine. – Le dije, tratando de ocultar la mezcla de emoción y tristeza en mi voz.

– ¡Eso suena increíble! Pero, ¿por qué no viniste directamente a Los Ángeles? – preguntó, con curiosidad.

– Lisa, mi manager, me convenció de que este evento es crucial para mi carrera. – me encogí de hombros, a pesar de que ella no podía verme.

Kendall suspiró al otro lado de la línea. – Entiendo. Pero me encantaría estar ahí contigo. Sabes que siempre quiero apoyarte. – Su tono era sincero, y eso me hizo sentir mejor.

– Oye, ¿y si vinieras a Nueva York? – sugerí, sin poder evitar una sonrisa. – Podrías escaparte un par de días y podríamos disfrutar de la ciudad juntas.

– Suena genial, pero tengo trabajo. – respondió, con un tono que indicaba que realmente le gustaría, pero había algo que la mantenía ocupada. – Estoy en medio de una campaña importante, y no puedo dejarlo todo.

Una parte de mí se sintió decepcionada, pero entendía lo comprometida que era con su trabajo. – Lo sé, no te preocupes. Te contaré todo sobre el desfile y lo bien que me va.

Después de nuestra conversación, pasé el resto del día preparándome para el evento. El desfile fue increíble. La energía, las luces y el público eran electrizantes. Pero en el fondo de mi mente, siempre había un pensamiento: desearía que Kendall estuviera ahí.

La Sorpresa

Esa noche, después del desfile, decidí que quería hacer algo especial. Aunque Kendall no pudo venir, estaba segura de que podría sorprenderla de alguna manera. Saqué mi teléfono y le envié un mensaje.

"Te extraño, Kenny. ¿Estás ocupada esta noche?"

Esperé nerviosamente mientras el reloj avanzaba. Finalmente, recibí su respuesta.

"Acabo de terminar mi sesión. ¿Por qué?"

Una sonrisa se dibujó en mi rostro. "Tengo una sorpresa para ti. Dime dónde estás y me aseguraré de que no te arrepientas."

La respuesta fue casi instantánea: "Estoy en mi hotel. ¿Qué planeas?"

– No te lo puedo decir. Solo quédate ahí. – le respondí, sintiendo que la emoción me llenaba.

Tomé un taxi y en poco tiempo llegué al hotel donde se hospedaba. Mientras subía en el ascensor, mis manos temblaban de anticipación. Al llegar a su piso, respiré hondo y toqué la puerta de su habitación.

La puerta se abrió, y allí estaba Kendall, con un rostro de sorpresa que iluminó mi corazón.

– ¿Qué haces aquí? – preguntó, casi sin aliento.

– Te extrañaba y pensé que podíamos celebrar mi desfile. – le dije, sintiéndome un poco nerviosa.

Kendall sonrió y me hizo pasar. El lugar estaba decorado con elegancia, como era de esperar en un hotel de Nueva York. La habitación tenía una vista impresionante de la ciudad, y las luces brillaban en la distancia.

– ¡Esto es increíble! – exclamó mientras miraba por la ventana.

Saqué una botella de vino espumoso que había traído conmigo y dos copas. – Por nosotros, por el desfile y por todas las oportunidades que nos esperan. – brindé.

Nos sentamos en el sofá y empezamos a platicar. La tensión entre nosotras era palpable, pero en el buen sentido. Compartimos risas y recuerdos, y pronto las copas de vino comenzaron a vaciarse.

– Siento que no hemos tenido un momento así desde... bueno, desde todo lo que pasó. – dijo Kendall, mirándome con una mezcla de nostalgia y anhelo.

– Sí, me hace falta tenerte cerca. La vida puede ser tan caótica, y a veces lo único que quiero es que estemos juntas sin preocupaciones. – le respondí, sintiendo que la sinceridad fluía entre nosotras.

Kendall se acercó un poco más, y sus ojos brillaron con algo que no podía ignorar. La conexión que teníamos seguía siendo intensa, y en ese momento, sabía que ambas lo sentíamos.

Sin poder resistir más, me incliné hacia ella y la besé suavemente. Este beso era diferente; estaba cargado de todas las emociones que habíamos reprimido. La respuesta de Kendall fue inmediata, su mano se deslizó por mi espalda, atrayéndome más cerca.

Cuando finalmente nos separamos, nuestras respiraciones entrecortadas llenaron el silencio.

– Creo que esto podría ser el comienzo de algo... interesante. – dijo Kendall, con una sonrisa juguetona.

– Definitivamente. Pero también tenemos que recordar lo que somos y lo que esto significa. – le respondí, sintiendo que ambas sabíamos que había un camino por explorar.

A medida que la noche avanzaba, la conversación continuó fluyendo, entre risas y miradas cómplices. La ciudad de Nueva York iluminaba nuestras sonrisas, y en ese momento, todo parecía posible.

La noche terminó con más promesas que planes, pero eso era lo que lo hacía emocionante. Sabía que había mucho más por venir y que este viaje a Nueva York no solo sería recordado por el desfile, sino también por la oportunidad de reconectar con Kendall de una manera nueva y electrizante.


Lamento informar que esta bella historia pronto llegará a su final. 🙁

Muchas gracias por todo el apoyo que le están dando, y denme ideas de quienes quieren que aparezcan en la siguiente historia. ❤️

GLAMOUR Y DESEO.                     KENDALL JENNER X T/NDonde viven las historias. Descúbrelo ahora