GLAMOUR Y DESEO. KENDALL JENNER X T/N

Ep 29: Bye Londres

La gala benéfica en Londres era todo lo que se esperaba: luces brillantes, risas, y un mar de gente vestida para impresionar. Tenía que estar allí, pero honestamente, no estaba de humor para las charlas superficiales. Había pasado por tanto en las últimas semanas que solo quería salir de esa sala llena de gente.

Pero luego la vi. Kendall Jenner, en una esquina, rodeada de amigos, riendo y disfrutando de la fiesta. Su energía era inconfundible y, sin pensarlo, me sentí atraída hacia ella.

—¡T/n! —exclamó cuando me vio, iluminando la habitación con su sonrisa—. ¡Qué bueno verte aquí!

—Hola, Ken —respondí, intentando no parecer demasiado emocionada—. Sí, bueno, no podía perderme esto, ¿verdad?

Nos abrazamos, y fue un alivio estar cerca de ella otra vez. Pero sabía que tenía que soltar lo que había estado cargando.

—¿Cómo va todo? —preguntó, con esa curiosidad genuina que la caracteriza.

Tomé aire y decidí que era hora de ser directa.

—La verdad, no muy bien. Terminé con Dua —solté de una vez, sintiendo que un peso se levantaba de mis hombros.

Kendall arqueó una ceja, claramente sorprendida.

—Vaya, lo siento. ¿Qué pasó? —dijo, realmente interesada.

—Fue un desastre. Demasiado drama y, al final, simplemente me cansé. No quería seguir en una relación que solo me dejaba mal —le conté, tratando de mantener la calma.

Kendall asintió, comprendiendo. Sabía que había lidiado con sus propios líos amorosos, así que no era un terreno desconocido para ella.

—Eso tiene sentido. ¿Y ahora qué? —preguntó, manteniendo la conversación en un tono ligero.

—Estoy pensando en mudarme a Italia. Siento que necesito un cambio de aire, algo fresco que me ayude a encontrarme de nuevo. Londres no ha sido lo que esperaba —le expliqué, dejando que mi plan fluyera.

—¡Eso suena increíble! Italia es preciosa. Me parece que te vendría bien —respondió Kendall, sonriendo genuinamente.

—Sí, espero que sí. La verdad es que necesito un nuevo comienzo. No quiero seguir atrapada en esta tristeza —dije, sintiendo la determinación crecer dentro de mí.

Kendall se acercó un poco, su expresión volviéndose más seria.

—Si alguna vez necesitas ayuda o simplemente hablar, aquí estoy. A veces es más fácil con alguien a tu lado —me dijo, sincera.

La calidez de su oferta me hizo sentir bien. Sabía que tenía a alguien en quien confiar, y eso era un alivio.

—Gracias, Ken. No sabes cuánto significa eso para mí. Hablar contigo me ayuda a ver las cosas más claras —dije, apreciando nuestra conexión.

La conversación siguió fluyendo entre risas y recuerdos. Era como si el tiempo no hubiera pasado, y por un momento, pude dejar de lado todo el dolor.

Pero, como todo en la vida, la música cambió y la noche avanzaba. Miré a Kendall, sintiendo que se acercaba el momento de despedirme.

—Oye, quería que supieras que siempre he admirado lo fuerte que eres. Esa actitud tuya me inspira a seguir adelante —le dije, sintiéndome vulnerable.

—Gracias, eso significa mucho. También veo esa fuerza en ti, t/n. No te olvides de eso mientras sigues tu camino —respondió, sonriendo con esa confianza que siempre tenía.

Nos abrazamos de nuevo, y mientras me alejaba, sabía que estaba dejando Londres atrás, pero con la certeza de que había un nuevo capítulo esperándome.

Salí del evento, sintiendo la brisa fresca de Londres en mi rostro. Italia me esperaba, lista para ser explorada, y estaba lista para enfrentar lo que viniera. Esta vez, lo haría a mi manera.