Habían pasado un par de días desde que hablé con Kendall, pero la conversación seguía dando vueltas en mi cabeza. No podía dejar de pensar en esas fotos. Aunque me había dicho que no significaban nada, la distancia entre nosotras comenzaba a sentirse más real con cada hora que pasaba.
Nos habíamos visto tan poco desde que volvimos de Palm Springs, y ahora, con ella en Europa y yo en Miami, todo parecía aún más complicado.
— T/n, ya estamos todas listas, ¿vienes o no? — preguntó Dixie desde la puerta de la habitación del hotel, rompiendo mi concentración.
— Sí, sí, ya voy — respondí apresuradamente, guardando mi celular y forzando una sonrisa.
Era la segunda noche en Miami, y las chicas habían planeado una salida. Estábamos decididas a disfrutar de la ciudad al máximo, pero no podía sacudirme la sensación de que algo no estaba bien. Me miré en el espejo, acomodando mi vestido, pero mis pensamientos volvieron a Kendall, y esas fotos seguían siendo como una espina clavada.
— Deberías distraerte — me dijo Kylie, entrando en la habitación con una sonrisa. — Te conozco, t/n. Estás pensando demasiado en Kendall.
Suspiré, porque sabía que tenía razón. Kylie siempre podía leerme como un libro abierto.
— Es solo que... no puedo sacarme esas imágenes de la cabeza. Sé lo que me dijo, pero me siento insegura, Ky. — admití, sentándome en la cama.
Kylie se acercó y me abrazó.
— Tienes que confiar en ella. Sé que es difícil, pero si Kendall te dice que no es lo que parece, entonces hay que creerle. Además, ¿cuándo Kendall te ha dado razones reales para dudar de ella? — dijo en un tono suave pero firme.
— No es que no le crea, es solo que esta distancia me está matando. A veces siento que estoy perdiendo algo, ¿sabes? — le confesé, mirando al suelo.
— Las relaciones a distancia son difíciles, eso lo sé mejor que nadie — Kylie se sentó a mi lado —, pero también son una prueba. Si ustedes superan esto, van a salir más fuertes. Lo importante es que hablen las cosas, y que no te dejes llevar por lo que dicen las fotos o los rumores.
— Supongo que tienes razón — dije, intentando sentirme mejor. Sabía que Kylie hablaba desde la experiencia, pero aún así, las dudas me carcomían.
Nos preparamos y salimos juntas a encontrarnos con las demás. La noche en Miami era vibrante, las luces, la música, todo parecía invitarte a olvidar tus problemas. Llegamos a uno de los clubs más exclusivos de la ciudad, y tan pronto entramos, los paparazzi nos rodearon. Era imposible pasar desapercibidas.
Mientras caminábamos hacia nuestra mesa, noté que alguien me miraba desde la barra. Al principio no le di mucha importancia, pero la mirada persistente me obligó a voltear. Ahí estaba él: Jacob Elordi. Lo había visto la noche anterior, pero esta vez me miraba con una intensidad diferente.
— T/n, te están mirando — comentó Hailey, levantando una ceja.
— ¿Otra vez Jacob Elordi? ¿Es que no te deja en paz o qué? — agregó Addison con una sonrisa traviesa.
— No sé qué quiere — dije, un poco incómoda.
— ¿Qué va a querer? ¡Tú le interesas! — exclamó Dixie, divertida.
— ¡Es Jacob Elordi, t/n! — añadió Hailey, empujándome ligeramente. — Cualquier chica estaría en tu lugar rogando que le prestara atención.
— Ya, chicas, no me interesa. Estoy con Kendall, ¿recuerdan? — les dije, tratando de desviar el tema.
Sin embargo, no pude evitar notar que una parte de mí estaba halagada por la atención de Jacob. Era obvio que me encontraba atractiva, y aunque mi corazón pertenecía a Kendall, la situación me hacía sentir un poco vulnerable.
Durante la noche, las chicas bailaban y disfrutaban, pero yo estaba distraída. A cada rato veía a Jacob desde la barra, sus ojos se mantenían fijos en mí. Finalmente, me acerqué al bar para pedir una bebida, y él aprovechó la oportunidad para acercarse.
— Hola, t/n — dijo con una sonrisa que, honestamente, podría desarmar a cualquiera.
— Hola, Jacob — respondí, manteniendo una distancia educada.
— No quiero incomodarte, solo quería saludarte. Ya te había visto antes y no pude resistirme a acercarme esta vez — dijo, sus ojos brillando bajo las luces del club.
— Gracias, pero... — comencé a decir, pero él me interrumpió suavemente.
— No te preocupes, sé que estás con alguien, lo respeto. Solo quería que lo supieras — añadió, levantando las manos en señal de paz.
— Está bien — respondí, un poco más relajada. — Aprecio que lo digas.
Nos quedamos en silencio por un momento, y yo estaba a punto de regresar a la mesa cuando mi celular vibró. Era un mensaje de Kendall.
"Te extraño. Espero que estés bien. ❤️"
Sentí una punzada en el corazón al leerlo. Me giré para mirar a Jacob, y aunque era encantador, no era Kendall. Me despedí cortésmente y regresé con las chicas.
Esa noche, mientras todas dormían, yo no podía dejar de pensar en Kendall. No era tanto por Jacob, sino porque la distancia estaba comenzando a pesar demasiado. Sabía que ella me amaba, pero no podía evitar sentir que algo nos estaba alejando.
A la mañana siguiente, mientras me preparaba para salir con las chicas, recibí una llamada de Kendall. Mi corazón dio un vuelco al ver su nombre en la pantalla. Me apresuré a contestar.
— Hola, Kenny — dije, tratando de sonar animada.
— Hola, princesa. He estado pensando en ti todo el día. ¿Cómo va tu viaje? — preguntó con una voz suave, pero noté un ligero toque de preocupación.
— Bien, todo bien aquí. ¿Y tú? — pregunté, aunque sabía que algo no estaba del todo bien.
— Quería hablar contigo sobre algo. Vi algunas cosas en Twitter... fotos de mí con ese tipo en España. No quiero que te sientas insegura o molesta por eso. Ya te lo dije, no es lo que parece — comenzó a decir, sonando más seria.
— Lo sé, Kendall. Quiero creerte, pero no puedo negar que la distancia lo hace difícil — le dije sinceramente.
— T/n, lo último que quiero es que dudes de mí. Te amo, y sé que las cosas no han sido fáciles con todo el trabajo y la distancia. Pero estoy dispuesta a hacer lo que sea para que esto funcione. Solo necesito que confíes en mí — su voz sonaba vulnerable, casi desesperada.
— Yo también te amo, Kendall. Y quiero confiar en ti, pero necesito que entiendas que esto me afecta. No es solo por las fotos, es por cómo me siento últimamente. Siento que te estoy perdiendo un poco — le confesé, sintiendo un nudo en la garganta.
Hubo un silencio al otro lado de la línea antes de que Kendall hablara de nuevo.
— No quiero que te sientas así, t/n. Prometo que cuando vuelva, hablaremos de todo esto en persona. Quiero que sepas lo importante que eres para mí — dijo con una sinceridad que me derritió el corazón.
— Lo espero, Kendall. Te extraño — le dije, sintiendo una pequeña paz al escucharla.
— Yo también te extraño. Mucho. Pronto estaremos juntas de nuevo, te lo prometo — susurró antes de despedirse.
Colgué el teléfono y me quedé mirando la pantalla, con una mezcla de emociones. Quería creer que todo estaría bien, pero el peso de la distancia seguía siendo una sombra sobre nosotras.
Las próximas semanas serían decisivas.
ESTÁS LEYENDO
GLAMOUR Y DESEO. KENDALL JENNER X T/N
Ficção AdolescenteLa famosa modelo, Kendall Jenner. Con una personalidad arrogante y un ego mucho más grande que su carrera. T/n, modelo también, con una personalidad semejante a la de Kendall. Pero en el fondo, ella tiene un corazón tan noble. T/n, la rival de la mo...