Capítulo 38

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—¿No estás para nada nervioso porque te están investigando?— ya Samuel tenía conocimiento de que alguien estaba escarbando en su pasado, era solo que era muy perezoso para hacer algo, quería esperar para ver hasta dónde podía llegar esa persona.

—Suegro, no te preocupes, quiero ver qué es lo que quiere.

Anthony veía a Samuel muy relajado con este hecho y claro, él solo esperaría hasta que su hijo decidiera hacer algo, los dos hombres estaban sentados viendo las noticias con dos grandes sonrisas en sus rostros, por fin el plan que Samuel había ideado se había vuelto a su favor, los Michelson que no sabían cómo las cosas habían tomado ese rumbo estaban desesperados, pues una gran empresa extranjera los estaba demandando por falsificación de documento en uno de los proyectos que ya estaban al mercado, Samuel sabía que esa era una trampa que le estaban haciendo por eso mismo se lo dio a los Michelson sin importarle nada.

El documento por en sí era un muy buen negocio, aunque el hombre se dio cuenta de los errores grandes que tenía ese proyecto, por lo cual decidió dejarlo en el olvido.

—aquí están mis dos amores— una Alía feliz y con un lindo vestido blanco que la hacía parecer más a una hada, llegó a la empresa donde los encontró a los dos juntos, la verdad no le parecía nada extraño, casi siempre encontrarlos juntos, prácticamente sus empresas estaban relativamente cerca.

—¿Hija que haces por aquí?

—nada papá, solo estaba con el chófer y con Jason, quería tanto comer un postre de mi tienda favorita que ellos no pudieron decirme que no.

Samuel levantó una ceja y se quedó viendo a su adorable esposita “ven aquí amor acércate” Alía sin más se acercó a su esposo y se sentó en el sillón que estaba de lado.

—¿Te has sentido bien hoy? - la preocupación en la voz de Samuel era palpable y claro no era para manos, cuando había una loca queriendo hacerle daño a su esposa y ahora que está embarazada su preocupación aumento aún mucho más.

—je, je, je todo está bien amor, no pasa nada, de verdad solo quería comer algo muy rico.

Los dos hombres al escuchar lo que dijo Alía solo pudieron evitar sonreír y seguir prestando atención a la noticia que estaban pasando de las empresas Michelson.

Por otro lado, en un país extranjero Olga y Francesco más que ser empleado y empleadora eran buenos amigos y confidentes, después de una semana y de recibir la información del investigador estaban aún más felices ahora solo quedaba viajar y poco a poco poder conocer a ese joven muchacho, pues la información fue muy precisa, ese joven había quedado huérfano y solo tenía a su padre en el momento en que hubo un terrible accidente a ser de otro país y estar solo las autoridades no quisieron hacer nada y al tiempo Samuel fue olvidando ese recuerdo de su padre por el trauma que vivió en el accidente así como sabía el idioma por sus estudios y porque su padre lo ayudaba.

  —señora, ya todo está listo para viajar cuando usted disponga— le dijo Francesco a la mujer, quien asintió ida en sus pensamientos.

—quiero ir lo antes posible, prepara el viaje para mañana, no quiero perder más tiempo. Cuando Francesco escucho esto, enseguida se fue a instruir que prepararán las maletas de la señora y llamo a la aerolínea para que tuvieran listo el avión privado de la familia, también a sí para hablar al país donde irían y que tuvieran todo preparado, Francesco más que nadie quería que ese joven fuera el hijo de su señora y así aliviar un poco la agonía y el dolor en el que está vivía. **

Samuel siempre supo que algo le faltaba y en noches soñaba con un accidente, pero ya no eran pesadillas, era la voz de un hombre en sus sueños que le decía que pronto todo mejoraría, que siempre los estaba cuidando.

La verdad era que Samuel no tenía ni idea de porque soñaba eso, y tenía vagos recuerdo de una mujer pequeña, gordita y joven, pero no podía ver su rostro, era como si era parte de su vida hubiera sido borrada.

Él ya le había contado a su esposa sobre estos sueños, y Alía siempre le decía que eran señales de la vida, que quizás tuviera otra vida aparte de la que tiene ahora, pero que por algún trauma no lo haya recordado. Y él le daba la razón, siempre que viajaba le daban temores, los aviones y era extraño porque él no tenía ningún recuerdo de eso, simplemente lo dejo a su paranoia y dedujo que quizás en su antigua vida murió de esa manera y por eso tenía el miedo.

—¿En qué piensas amor?— Alía solo veía a su esposo fruncir el ceño y mirar a la nada.

—hace días me enteré de que un investigador privado del extranjero me ha estado investigado, la verdad no sé por qué, pero quiero esperar a llegar al final para ver porque lo está haciendo.— Samuel nunca podía ocultarle nada a su esposa, así sea la peor noticia que pudiera darle.

—Ya sabía yo que estabas muy distraído, es bueno que estés precavido, no podemos confiarnos, igual yo empecé a retomar las grabaciones, de la serie y con tantos guardias me asfixió, pero sé que es por nuestra seguridad— dijo Alía tocando su aún plano vientre, Samuel capto este movimiento y también hizo lo mismo, para después darle un beso a su esposa que fue subiendo la intensidad, tenían mucho tiempo que no tenían intimidad y él era un hombre que siempre deseaba a su esposa, y esta noche sería en momento que se las cobraría. Claro con cuidado para no dañarla, pero quería apagar ese fuego que desde hace tiempo lo está consumiendo.

En algún punto todo tendría que volver a la normalidad o eso es lo que espera la pareja, pues no pensaron que sus vidas cambiarían tanto.

Nuestro Amor: Perfect Combinación ©️✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora