Soleil la hija de Rapunzel parecía llevar una vida perfecta pues en Auradon en donde solo los buenos habitaban parecía que todos eran felices y estaban exactamente en donde debían estar.
Esta paz terminó cuando los hijos de villanos llegaron a la e...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
'Cause i need to know If you're hurting him, or you're hurting me
El grupo se dirigía hacia la preparatoria buscando algún rastro de Audrey, los piratas caminaban de últimos observando impresionados el nuevo paraíso que tenían frente a ellos.
—Están dormidos.— Observó Evie al ver a varios estudiantes totalmente inconscientes en algunas mesas del patio.— todos.
—Ben no contesta.— se preocupó Mal intentado llamar una vez más.
—Ni Dizzy.
—Y no hay señal.— Informó Carlos que sostenía su celular intentando comunicarse con Jane, tal vez no era lo suficientemente tarde como para explicarle la razón por la cual no había llegado a su fiesta de cumpleaños.
—¿La preparatoria Auradon?.— Preguntó Celia señalando el edifico del fondo.
—Si, cuando despierten te va a encantar.— Dijo Soleil con una sonrisa y la pequeña Facilier no pudo evitar celebrar.
—A mí me hubiese encantado.— Se acercó Morgana a ella sin dejar de ver su alrededor.— No sé... hubiese sido genial si alguien no le hubiese rogado al Rey porque no me trajera.
Soleil rodó los ojos ante las palabras de la morena intentado ignorarla.
—Todo se ve tan... raro.— Dijo Gil a Jay.—Verde y tienen hojas en los árboles y esas cosas de colores que salen de los arbustos.
—¿Flores?.— Cuestionó Jay extrañado por el comportamiento del chico, olvidaba que para ellos era algo completamente nuevo.
Harry se acercó al arbusto que antes había señalado Gil y con su garfio corto una flor acercándose a Soleil.
—Princesita.— dijo mientras se quitaba el sombrero con la otra mano y hacía una reverencia.
—Gracias, garfito.— Soleil tomó la flor pero sin dedicar ninguna sonrisa al chico.
Jay observó aquella escena de brazos cruzados y esos apodos no eran nada de su agrado. Harry se acercó a un chico sacando la billetera de su bolsillo y empezando a examinarla.
—Una recompensa sería más que merecida por mis músculos.— sacó un billetes victorioso.— mi astucia y rol en esta tarea...
Jay se acercó furioso al pirata arrebatando el dinero de su garfio y regresándolo a la cartera del chico.— voy a aplastarte cual mosca.— amenazó.
