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El momento de la verdad entre tú y yo

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El momento de la verdad entre tú y yo

Soleil se encontraba aún en el estudio de Evie mientras los demás habían decidido que el pastel de Jane era ideal para recargar energías ahora que era más que obvio que no llegarían a la fiesta.
La princesa se sentía extraña, la sensación de que algo le faltaba había permanecido desde el la primera visita de Audrey y la hacía sentir un extraño vacío.

—Oye...— Se asomó Morgana por la puerta dudosa con dos platos en las manos.— ¿quieres pastel?

—Si, gracias.— Contestó Soleil aceptando el plato. Morgana tomó asiento en uno de los bancos del lugar, especialmente en el que Evie usaba para coser más cómodamente en su máquina, y observó como Soleil dió un solo bocado y dejó el plato a un lado. Sus pensamientos no daban espacio para la comida.

—¿Qué?, ¿no te gusta?.— Preguntó Morgana extrañada observando la rebana apenas empezada sobre la mesa.— La primera vez que decido ser amable y tu... bueno lo rechazas.

—No, no es eso.— Aseguró.— Es solo que tengo tantas cosas en la cabeza que se me quita el hambre.

Morgana dejó a un lado también su rebana de pastel, aunque no quería hacerlo pues era lo mejor que había comido pero pensaba que tal vez tendría que decir algo a Soleil.

—Yo sé que a lo mejor no nos conocemos mucho.— Habló después de debatirse por unos segundos si era mejor hablar o seguir disfrutando de su pastel.— Que la primera vez que nos vimos yo no fui muy buena, ni la segunda vez, ni muchas otras veces.

Soleil alzó su vista observando a la morena.

—Pero es obvio que hay algo que no deja de dar vueltas en tu cabeza y creo saber bien que es.

—Es que no logro entenderlo.— confesó.— siento un vacío, como si algo me faltara y todos tratan de convencerme que eso que me falta es Jay pero trato de recordarlo y no puedo.— podía notarse cierta desesperación en sus palabras.— y siento una gran culpa por eso, porque puedo ver que de alguna manera le afecta pero de verdad no puedo recordar.

—Conozco a Jay desde que éramos pequeños.— Habló Morgana.— Era probablemente el más engreído y cínico de la Isla y cuando supe que eran pareja creí que se había vuelto loco pero cuando lo vi en la Isla rescatándote, pude ver un Jay que jamás había visto, uno que estuvo dispuesto a arriesgar su propia vida por ti.

Soleil escuchó las palabras de Morgana tratando de que eso le trajera algún recuerdo pero no sucedió.

—Y sé que tus amigos se han encargado de decirte que son el uno para el otro y que tarde o temprano lo recordarás.— Siguió.— pero yo no soy tu amiga y creo que eso me da más libertades para dar mi opinión. No creo que estés obligada a recordarlo.

What A Time || Descendientes Donde viven las historias. Descúbrelo ahora