No te acostumbres a perdonar

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No te acostumbres a perdonar sin límites. A dar segundas y terceras oportunidades creyendo que esta vez será diferente. No te acostumbres a justificar el dolor y el maltrato, pensando que con el tiempo las cosas cambiarán. La realidad es que, quienes te hieren una vez lo harán de nuevo, y cada vez que perdonas, estás permitiendo que te dañen siempre que lo quieran.

No te acostumbres a cargar con la culpa de los errores ajenos. No te hagas responsable por las acciones de los demás ni te convenzas de que, si intentas un poco más, las cosas mejorarán. Cada persona es responsable de sus propias acciones. Cada quien sabe lo que hace y el daño que puede ocasionar con sus actos. Si alguien no está dispuesto a cambiar, no es tu deber cargar con el peso de sus fallas.

No te acostumbres a vivir en donde las promesas vacías y los arrepentimientos temporales son la norma.

No te acostumbres a perdonar a quien no valora tu entrega, tu amor ni tu compañía. A quien no te ve como lo mejor de su vida y solo lo reconoce cuando cree que puede perderte. No permitas que tu bondad se convierta en una licencia para que otros te hieran una y otra vez.

No te acostumbres a vivir en la incertidumbre, esperando que algún día las cosas mejoren. Tu tiempo, tu amor y tu compañía son tesoros que no todos merecen. No los malgastes en quienes no saben apreciarlos.

Postdata DEJARÁS DE DOLERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora