Noche en Las Vegas🎰

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Después de un día lleno de emociones y adrenalina en Las Vegas, Franco y yo decidimos que era momento de darnos el gusto de salir como se debe

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Después de un día lleno de emociones y adrenalina en Las Vegas, Franco y yo decidimos que era momento de darnos el gusto de salir como se debe. Todo empezó con la idea de que, si íbamos a un casino, teníamos que hacerlo con la vestimenta perfecta. Y así, nos dirigimos a una boutique de lujo en busca de algo que nos hiciera sentir y ver increíbles.

La tienda estaba llena de opciones, cada una más elegante que la anterior. Me detuve frente a un vestido rojo, de un tono intenso, ceñido y apenas por encima de la rodilla. Era un diseño atrevido y, al mismo tiempo, sofisticado, perfecto para una noche en Las Vegas. Cuando salí del probador para mostrárselo a Franco, su cara lo dijo todo.

—Mirá, no quiero sonar exagerado, pero... vas a robarte todas las miradas esta noche —me dijo con una sonrisa de aprobación y ese toque de humor que siempre tenía.

—¿Vos decís? Bueno, ya era hora de hacer una entrada triunfal en Las Vegas, ¿no? —le respondí, bromeando.

Franco también encontró su estilo ideal: un traje oscuro, ajustado a la perfección, con una camisa blanca sin corbata que le daba ese aire relajado y elegante a la vez. Nos miramos en el espejo una última vez y, satisfechos, salimos a enfrentarnos a la noche.

El Casino y el Juego

El casino era un lugar deslumbrante, lleno de luces y con el sonido de las máquinas y las risas resonando por todas partes. El ambiente era eléctrico, y nosotros éramos parte de esa energía. Nos dirigimos a la mesa de blackjack y comenzamos a jugar. La suerte nos sonrió desde el inicio: ganábamos mano tras mano, y las fichas empezaban a acumularse frente a nosotros.

En medio de nuestra racha ganadora, sentí una mirada fija en mí. Al levantar la vista, me encontré con Patricio O'Ward, quien me observaba desde la distancia con una sonrisa un tanto pícara. Era uno de esos momentos donde uno sabe que alguien intenta llamar su atención. Le devolví una pequeña sonrisa, sin tomarme la situación demasiado en serio.

—¿Ya empezaron a tirarte onda? —dijo Franco, con una risa incrédula.

—Eh, tranquilo, que estoy acá para jugar. Y si me tiro una sonrisa o dos, ¿qué tiene de malo? —le respondí, entre risas.

Franco hizo un gesto de resignación, como si estuviera preparado para lo que vendría. Pero aun así, no iba a quedarse sin decir nada.

—Mirá que te traje a Las Vegas para que apostemos, no para que rompas corazones, ¿eh? —bromeó.

Patricio no se quedó quieto y decidió acercarse a nosotros con la misma seguridad que siempre mostraba. Su saludo fue directo y, con una sonrisa encantadora, se dirigió a mí:

—¿Así que la reina de la noche está ganando todas las apuestas? —me dijo, con una sonrisa que no dejaba mucho a la interpretación.

—Podés decir que la suerte me acompaña —le respondí, manteniendo el tono ligero, pero sin bajar la guardia.

Franco, notando la situación, decidió marcar su presencia. Colocó su mano en mi hombro, de manera casual pero protectora, y con su estilo despreocupado, se dirigió a Patricio:

—¿No tenés otro lugar al que ir, Pato? A ver si me vas a distraer a la compañera acá y terminamos perdiendo todo.

Patricio se rió, dándose cuenta de que Franco no iba a dejar que las cosas avanzaran demasiado. Por un momento, pensé en calmar a Franco, pero la situación me daba gracia; entre él y Patricio, parecía que estaba en medio de una pequeña competencia amistosa. Aun así, decidí que no iba a jugar más allá de lo debido. Patricio, entendiendo la indirecta, se despidió de manera amigable y se fue a probar su suerte en otra mesa.

—Listo, ahora volvés a estar tranquila para ganar toda la plata que quieras —dijo Franco, satisfecho.

—¿Y si te digo que, en realidad, me divierte que me protejas tanto? Aunque podés relajarte, ¿sabés? —respondí, sonriendo.

Él solo negó con la cabeza, aunque noté la sonrisa que intentaba ocultar.

La Noche Continúa

Seguimos jugando un rato más, ganando y perdiendo, pero siempre disfrutando. La noche avanzaba, y con cada victoria, la risa se volvía más constante. Después de un par de copas y más fichas ganadas, decidimos que ya habíamos tenido suficiente de las mesas. Nos alejamos para caminar un poco y disfrutar de la vista desde el balcón del casino. Desde ahí, las luces de la ciudad parecían extenderse hasta el infinito, y el aire fresco nos trajo una pequeña pausa en medio de la energía imparable de Las Vegas.

—Te digo, Franco, no me imaginaba que íbamos a terminar en Las Vegas, vestidos así y ganando un montón de plata —le dije, mirando las luces de la ciudad.

—Y quién sabe, capaz la próxima vez estamos apostando en Mónaco. Uno nunca sabe con vos —respondió, mirándome con ese brillo cómplice en los ojos.

Nos quedamos en silencio un rato, disfrutando del momento. La amistad entre nosotros siempre había sido así, sin necesidad de palabras innecesarias, solo disfrutando de cada instante compartido.

De Regreso al Casino

Decidimos volver al casino, y para nuestra sorpresa, el ambiente estaba aún más animado. Los juegos, las risas, la música... todo parecía haberse intensificado. Tomamos un par de copas más y nos movimos de un lugar a otro, probando nuestra suerte en distintas mesas, charlando con algunos desconocidos y sumándonos a la fiesta general que era Las Vegas en esa noche.

De repente, Franco miró su reloj y sonrió.

—Es oficial, hemos ganado lo suficiente como para vivir un par de días como millonarios en Las Vegas —bromeó, haciendo referencia a nuestras victorias en el blackjack.

—¿Y qué vamos a hacer con tanta plata? —pregunté, riendo.

—Invertir en otra noche como esta. ¿O tenés alguna mejor idea? —respondió, levantando una ceja.

La noche continuó, llena de diversión y risas. Al final, volvimos al hotel, sabiendo que habíamos vivido una experiencia única. Nos despedimos en el pasillo, agotados pero felices, con la certeza de que esa noche sería una de las que recordaríamos para siempre.
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¿Más noches como esas? Quien sabe... tal vez.. con más compañía...😉

Sin más, disfruten de las vegas y de estos inicios en esta increíble ciudad🎰💸.

Att: Su queridísima escritora Elyy💋💋.

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