Él es un piloto que enciende pasiones dentro y fuera de la pista. Con una sonrisa cautivadora y una mirada que desarma, sabe el efecto que tiene en los demás... y lo disfruta. Pero cuando te conoce, algo cambia. Tú no eres como el resto; no caes en...
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La tarde en Las Vegas estaba soleada, y Franco y yo a en el aeropuerto la llegada de Lando. Habíamos llegado unos minutos antes y ya estábamos en el área de llegadas, observando cómo las puertas se abrían y la gente salía con sus maletas. A nuestro alrededor, el ambiente era vibrante, con turistas ansiosos de disfrutar de la ciudad.
—¿Te das cuenta de que desde que llegamos a Vegas no tuvimos ni un día tranquilo? —me dijo Franco, con una sonrisa de complicidad.
—Totalmente, pero me encanta el caos. Además, mirá que no todos los días viene Lando a Las Vegas y encima nos toca recibirlo. —le respondí, entre risas.
Franco soltó una carcajada y me dio un codazo amistoso justo cuando vimos a Lando saliendo por las puertas de la zona de llegadas, con su equipaje en una mano y una sonrisa fresca en la cara. Vestía una camiseta negra simple y unos jeans, y su estilo relajado atraía algunas miradas mientras avanzaba hacia nosotros.
El Reencuentro
—¡Lando! —lo saludé, agitando la mano. Él levantó la vista y, al vernos, su rostro se iluminó con una sonrisa amplia. Caminó hacia nosotros y nos abrazamos, como si fuéramos viejos amigos.
—¿Qué tal? —dijo, dejando su maleta en el suelo para devolvérnoslos el abrazo.
Franco le dio una palmada en la espalda, y ambos intercambiaron algunas bromas rápidas sobre las apuestas y la vida en Las Vegas.
—Espero que estén listos para enseñarme todo lo que esta ciudad tiene para ofrecer, ¿eh? —comentó Lando con un tono divertido mientras caminábamos hacia el estacionamiento.
—Obvio, no te preocupes. Te vamos a mostrar de todo, menos los casinos, porque ya vimos que Franco no se aguanta ni un poquito ahí —respondí, riéndome.
Franco soltó una risa de esas que se contagian, y juntos salimos del aeropuerto hacia el auto. Lando no paraba de hablar sobre lo emocionado que estaba de estar en Las Vegas, y a medida que hablaba, mi mirada a veces se encontraba con la suya, en uno de esos momentos en los que la tensión se sentía en el aire, algo que parecía notarse cada vez que estábamos cerca.
Llegada al Hotel
Cuando llegamos al hotel, dejamos las cosas de Lando en su habitación y le dimos un tour rápido para que se familiarizara con el lugar. La piscina nos esperaba, así que nos cambiamos rápidamente y bajamos con nuestras toallas y gafas de sol. A esas alturas, el día estaba en su máximo esplendor, con el sol reflejándose en el agua cristalina y el ambiente perfecto para relajarnos después de tantas carreras.
Yo ya estaba con mi bikini puesto, y cuando Lando me vio, su mirada cambió sutilmente, pero noté algo en sus ojos, como si se estuviera esforzando por mantener la compostura. Trataba de disimular, pero no pasaba desapercibido para mí. Noté cómo me miraba de reojo mientras nos acomodábamos junto a la piscina, y no pude evitar sonreír para mis adentros.
La Piscina y la Tensión
Nos metimos al agua para refrescarnos, y después de un rato, salí a tomar sol un poco en la orilla. Lando seguía en el agua, y cada tanto lo veía lanzarme miradas que trataban de ser sutiles, pero terminaban siendo demasiado evidentes. Decidí aprovechar la situación para provocarlo un poco más, manteniéndome cerca del borde de la piscina y lanzándole sonrisas juguetonas.
Él se encogió de hombros y sonrió, pero había algo en su mirada que me indicaba que estaba notando cada movimiento.
—Todo bien, mejor imposible —respondió, manteniendo su voz neutral.
En un momento, me acerqué aún más y nos quedamos en silencio por unos segundos, intercambiando miradas que parecían decirlo todo. Finalmente, sin que lo esperara, Lando se inclinó hacia adelante y, de un solo movimiento, sus labios tocaron los míos. El beso fue inesperado, lleno de una electricidad que pareció cortar el aire por completo.
Franco, que estaba cerca, carraspeó y bromeó al instante.
—Bueno, bueno, ustedes no pierden tiempo, ¿eh? ¿No pueden aguantar hasta la noche? —dijo con una sonrisa traviesa.
Nos separamos, ambos riendo nerviosos y un poco sonrojados, mientras Lando trataba de disimular el rubor en su rostro. Me llevé una mano a la frente, riéndome, y miré a Franco con cara de "no es lo que parece", pero él simplemente se limitó a guiñarme un ojo.
Disfrutando la Tarde
La tensión se disipó un poco gracias a las bromas de Franco, y el ambiente se volvió más relajado. Pasamos el resto de la tarde entre chapuzones en la piscina, bromas y mucha diversión. Las risas y los comentarios divertidos de Franco mantenían el ambiente ligero, aunque cada tanto yo y Lando intercambiábamos miradas que hablaban de lo que había pasado.
A medida que el sol comenzaba a bajar, salimos de la piscina y nos sentamos en unas tumbonas. Lando, relajado, bebía un cóctel mientras Franco seguía con sus bromas.
—Así que ahora tenemos un romance de piscina en el equipo, ¿no? Esto sí que no lo vi venir, pero che, a ver si me invitan a la boda, eh.
—Franco, sos un payaso —le dije, lanzándole una mirada divertida—. Y además, no fue nada de eso.
—Claro, claro —respondió él, con una sonrisa pícara.
Lando no decía mucho, pero su sonrisa hablaba por él. Nos miró a los dos y negó con la cabeza, divertido con el ambiente de complicidad y amistad que teníamos.
Noche en el Hotel
La noche llegó, y la piscina fue quedando cada vez más tranquila. Nos quedamos un rato más, charlando bajo las estrellas y compartiendo anécdotas. Finalmente, decidimos subir a nuestras habitaciones para descansar y prepararnos para lo que nos esperaba al día siguiente en Las Vegas.
A solas en el ascensor, Lando y yo intercambiamos una última mirada. Sin palabras, entendimos que algo había cambiado en nosotros, que quizás este viaje a Las Vegas sería el inicio de algo más. Pero, por ahora, preferimos dejar las cosas como estaban, disfrutando de cada momento y de la compañía de Franco, sabiendo que este era un recuerdo que guardaríamos para siempre.
- - - - - LANDO IS HEREEEE AGAIIINNN😈🧡!
Espero que les esté gustando sin más nos leemos en otro cap🫦
