VENOM EN EL ALMA | KOOKMIN

capitulo 14

El siguiente día había llegado, y Jungkook lo había pasado entre tareas y estudios, revisando todo de manera casi automática mientras sus pensamientos vagaban hacia la cita de esa noche. Finalmente, se dio una ducha larga y se arregló con esmero, ligiendo su mejor camisa, unos jeans oscuros que le quedaban perfectamente junto con un abrigo oscuro ya que hacia un poco de frío . A eso de las seis de la tarde, salió de su casa, sintiendo un cosquilleo de emoción y nervios en el estómago. Venom, por supuesto, estaba emocionado también y le daba ideas constantemente, pero había sido una en particular la que, tras pensarlo un poco, había decidido seguir.

Cuando llegó a la casa de Jimin, el corazón le latía a mil por hora. Jungkook respiró hondo y tocó la puerta, intentando calmarse, aunque era imposible controlar los nervios que sentía. La puerta se abrió, y cuando Jimin apareció frente a él, el mundo pareció detenerse.

Jungkook se quedó sin palabras, completamente hipnotizado. Jimin se veía absolutamente hemoso llevaba una camisa oscura, suelta y cómoda, que contrastaba con sus jeans oscuros junto igual con abrigo Beige. El cabello estaba ligeramente despeinado de una forma natural y encantadora, y en sus labios había una sonrisa que iluminaba toda la entrada de la casa. Jungkook sintió un calor subirle a las mejillas, incapaz de apartar la mirada. Era como si la noche se hubiera transformado en algo mágico solo con la presencia de Jimin.

-¿Me veo bien?-preguntó Jimin, con un toque de timidez, observando la reacción de Jungkook. La sonrisa de Jimin se hizo más amplia, y él bajó la mirada, avergonzado por la intensidad con la que Jungkook lo observaba.

Jungkook recuperó un poco de su compostura y sonrió, tomando una respiración profunda. "No, te ves... increíble," dijo en un susurro, que apenas salió de sus labios. Venom interrumpió en su mente con un "¡Díselo más fuerte! ¡Hazle saber cuánto te gusta!" Pero Jungkook apenas pudo enfocarse en otra cosa que no fuera la belleza de Jimin.

-Te ves completamente hermoso...

-Entonces, ¿vamos?- preguntó Jimin, con una sonrisa juguetona. Jungkook solo asintió, aún algo hipnotizado, y le ofreció su mano.

Apenas entrelazaron los dedos, Jungkook sintió un hormigueo en la palma de la mano, como si la noche estuviera cargada de algo especial. No quería soltarlo, y mientras se dirigían hacia el lugar que tenía en mente, no pudo evitar mirarlo de reojo varias veces, simplemente para asegurarse de que esto era real. Era una noche que ambos recordarían, y mientras caminaban juntos, Jungkook deseó que aquel momento durara para siempre.

El ambiente era frío mientras avanzaban en la moto, pero para ellos el mundo parecía estar en pausa. Jungkook había colocado cuidadosamente el casco sobre la cabeza de Jimin, y el leve roce de sus dedos contra la piel de Jimin había sido suficiente para encender una chispa en ambos. Los latidos de su corazón se intensificaron cuando finalmente arrancaron hacia el lugar que tenía en mente.

Después de unos minutos, llegaron al destino: un parque tranquilo, casi escondido, que rodeaba un lago. Jimin se quedó mirando el lugar con una mezcla de confusión y sorpresa. Había algo en el aire que le resultaba especial, casi mágico. Aunque era un parque privado y exclusivo, Jungkook había logrado que pudieran entrar solo ellos dos. La sorpresa y emoción en el rostro de Jimin hicieron que el corazón de Jungkook diera un vuelco de satisfacción.

Sin decir nada, Jungkook entrelazó su mano con la de Jimin y lo guió hasta el lugar exacto que había preparado. Cuando se acercaron, Jungkook se detuvo y suavemente cubrió los ojos de Jimin con sus manos. "Confía en mí," le susurró al oído, provocando un escalofrío que recorrió la espalda de Jimin. Lo guió con cuidado, avanzando entre árboles y flores iluminadas por la tenue luz de la luna y las estrellas, hasta llegar al punto exacto que había planeado para esta noche.