VENOM EN EL ALMA | KOOKMIN

💋capítulo 21

Jungkook no apartó los ojos de Jimin mientras sus dedos viajaban con lentitud desde su cintura hasta el hueco de su espalda, guiándolo con una delicadeza que hacía que cada movimiento se sintiera como un susurro entre ellos. Sus respiraciones eran suaves, sincronizadas, mientras sus cuerpos se mantenían tan cerca que parecía imposible que el mundo existiera fuera de ese instante.

Con un gesto cuidadoso, Jungkook se inclinó hacia adelante, dejando que sus labios rozaran la frente de Jimin, un toque ligero que hablaba más que mil palabras.

-Confía en mí -murmuró, su voz grave pero llena de ternura, vibrando entre ambos como una promesa.

Jimin lo miró, sus ojos brillando con algo más profundo que la simple emoción. Era devoción pura, una entrega completa. Sus manos, que hasta ahora habían descansado tímidamente sobre el pecho de Jungkook, se deslizaron hacia sus hombros, buscando apoyo mientras sentía cómo Jungkook lo guiaba hacia la cama.

Con un movimiento lento y lleno de cuidado, Jungkook permitió que la espalda de Jimin se encontrara con la suavidad del colchón. No rompió el contacto, dejando que sus dedos rozaran la mejilla de Jimin mientras lo recostaba. Sus pulgares trazaron pequeños círculos en su piel, como si estuviera intentando memorizar cada detalle, cada curva de su rostro.

La luz tenue de la habitación dibujaba sombras suaves sobre los contornos de Jimin, haciendo que su belleza pareciera casi irreal. Jungkook se detuvo un momento, inclinándose sobre él con una mano apoyada junto a su rostro, mientras la otra descansaba cerca de su corazón, sintiendo los latidos rápidos bajo su palma.

-Eres lo más hermoso que he visto en mi vida -susurró Jungkook, su voz cargada de una sinceridad que hizo que los ojos de Jimin se llenaran de lágrimas no derramadas.

Jimin alzó la mano y tomó la de Jungkook, entrelazando sus dedos con los suyos.

-Estoy aquí, contigo. No hay lugar al que prefiera ir -respondió, su voz temblando con una mezcla de emoción y certeza.

Jungkook sonrió suavemente, la calidez de sus cuerpos se mezclaba con la dulzura del momento. Los labios de Jungkook encontraron los de Jimin nuevamente, pero esta vez no había timidez, solo un amor intenso que los envolvía como una tormenta cálida. El beso comenzó lento, explorador, como si quisieran saborear cada segundo, cada sensación. Pero pronto, algo más profundo emergió. Era como si ambos estuvieran entregándose pedazos de sus almas, conectándose en una forma que las palabras jamás podrían describir.

El aliento de Jimin se entrecortó cuando Jungkook inclinó ligeramente la cabeza, profundizando el beso. La forma en que sus labios se movían juntos era perfecta, una danza silenciosa cargada de pasión. Cada roce, cada movimiento, llevaba consigo emociones que habían sido contenidas por demasiado tiempo. No era solo deseo, era amor en su forma más pura, tan abrumador que hacía que el pecho de ambos se sintiera a punto de estallar.

Jungkook llevó una mano a la nuca de Jimin, sus dedos perdiéndose entre los mechones de su cabello. Su agarre era firme pero lleno de cuidado, como si estuviera protegiéndolo incluso en medio de la intensidad del momento. La otra mano permaneció en su rostro, trazando líneas suaves con el pulgar, como si quisiera memorizar cada curva, cada detalle de su piel.

Jimin dejó escapar un suspiro contra los labios de Jungkook, y esa pequeña reacción fue suficiente para encender algo aún más fuerte dentro de él. Jungkook presionó su cuerpo un poco más contra el de Jimin, pero siempre con cuidado, dejando que sus acciones hablaran por él "Estoy aquí. Te amo. Te amo como nunca pensé que podría amar a alguien"

Los dedos de Jimin se aferraron al cuello de Jungkook, tirando de él para acercarlo aún más. Había algo desesperado y hermoso en la forma en que ambos se buscaban, como si temieran que ese momento pudiera desvanecerse en el aire. Sus labios se movían con una sincronía perfecta, entrelazando sus respiraciones y corazones en un solo ritmo.