The green Fury

Capítulo 2

Desembarco del rey era algo frió empezó a tener que utilizar ropas más abrigadas, prefería un poco más el calor. Estaba algo cansado la noche de ayer lo logró conciliar bien su sueño y eso la tenía de mal humor, la mañana tuvo que ayunar con el rey y su familia, fue algo incómodo porqué la princesa solo quería hablar con ella y pregunté sobre su vida personal, estuvo a punto de ser algo grosero pero con la mirada de advertencia que le dio su padre y solo suspiro y puso su mejor sonrisa para responderle a la princesa.

En estos momentos estaba caminando por los grandes pasillos del castillo, hizo una pequeña mueca y siguió caminando, su paz se fue cuando vio a un guardia acercarse y hacer una reverencia ante ella.

—Lady Alicent, su majestad la reina desea hablar con usted.— La información la descoloco un poco y la hizo dudar. Solo se dispuso a seguir al hombre en silencio hasta llegar a la puesta de unos aposentos donde hicieron su llegada y abrieron la puerta. —

La reina sonrió al verla, se acomodó un poco donde dejó ver su redondo y gran vientre, la reina con un movimiento le dijo que se acerara y eso hizo se sentó en una silla al frente de ella con una sutil sonrisa.

—Lady Alicent, es lindo verla. ¿Como ha estado? Se siente cómoda o tiene algún problema?— pregunto algo preocupada, un ligero calor se instaló en el pecho de la pelirroja y sonrió con sinceridad. —

—Majestad, es grato verla. Gracias por la invitación, muy bien gracias por la preocupación. Para nada, la estadía es muy buena, es cálida.— murmuró con una sutil sonrisa.—

—Mi hija Rhaenyra estaba muy emocionada por tener una amiga acá en el reino... espero que ella no sea muy molesta, mi lady.—

—Para nada mi reina, al contrario la compañía de la princesa es linda y cálida. Aunque habla mucho trato de seguirle el ritmo.— Admitió con sinceridad.— no soy buena con las conversaciones muy largas pero hago el esfuerzo por seguirlas.—

—Comprendo Rhaenyra puede ser muy habladora, demasiado. Pero es una buena niña.—Aemma la miró con una sonrisa y con un dije de preocupación.— Ella esta algo sola.—

—Entiendo a la princesa, ambas estamos solas, en un mundo de espadas y hombres. Pero sé que la princesa tiene quien la proteja como yo tengo quien me proteja.— Araño un poco la piel de su dedo por la ansiedad de la conversación, trato de verse lo más serena y neutral posible.—

—Su padre seguro es quien la protege en este mundo tan feo, Lady Alicent.— Ante la negación de la joven la reina se quedó extrañada un poco. — Si no es su padre quien?—

—Mi hermano mi reina, él haría lo que fuera por mi.— Sonrió mostrando su dentadura perfecta, hablar de su hermano la ponía feliz, él haría lo que fuera por ella. Siempre se lo demostró.—

Ante oír eso la reina quedó complacida y la dejó irse cuando un guardia dijo que la princesa la esperaba en el jardín de la reina.