Capitulo 50: El Vorador

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El Vorador: Criatura del Temor Profundo

El Vorador es una entidad de carne y hueso, de aspecto humanoide y descomunal, que parece emerger de las pesadillas más profundas. Es alto, con piel grisácea y delgada, casi transparente en algunas partes, permitiendo que se vean las sombras de sus músculos tensos y retorcidos debajo. Su rostro es una visión aterradora: una boca ancha con dientes irregulares que parecen estar siempre ligeramente entreabiertos, como si esperara ansioso. Sus ojos, profundos y oscuros, no muestran vida ni emoción, solo un reflejo hueco y sombrío que parece absorber cualquier luz a su alrededor.

Su cabeza está rodeada por protuberancias óseas que sobresalen como si hubieran crecido de forma antinatural, dándole un aspecto aún más monstruoso. Aunque su cuerpo es corpulento, se mueve en silencio, y sus pisadas son ligeras, como si caminara en puntillas, acechando.

Acechador de la Oscuridad

El Vorador habita en cuevas y bosques densos, donde la luz apenas penetra. Su presencia se siente antes de ser visto: un aire frío y un olor a humedad y tierra antigua lo delatan. Aquellos que se aventuran demasiado cerca sienten una opresión inexplicable y escalofríos en la nuca, como si algo los estuviera observando intensamente desde la penumbra. Se dice que si alguien escucha un susurro grave y resonante que dice “no mires”, debería cerrar los ojos y alejarse lentamente, pues este ser prefiere evitar miradas directas.

A quienes no siguen la advertencia, el Vorador los observa desde la oscuridad, cada vez más cerca, hasta que la persona cae en un estado de pánico, como si el propio miedo los atrapara en el lugar. Aunque algunos logran escapar, otros sienten que nunca logran deshacerse de su presencia y experimentan visiones o sensaciones de ser perseguidos incluso al regresar a sus hogares.

La Leyenda del Primer Encuentro

Cuenta la leyenda que una noche de tormenta, un grupo de excursionistas decidió refugiarse en una cueva. Con el paso de las horas, uno de ellos sintió una presencia y salió para investigar. Sin embargo, no regresó. Los demás comenzaron a escuchar un susurro bajo y denso que decía: “No mires... no mires...” Cuando uno de los exploradores miró en dirección al sonido, sintió una mirada fija en él desde lo profundo de la cueva y una opresión abrumadora que lo paralizó. Intentaron salir de la cueva rápidamente, y al llegar afuera, uno de ellos aseguró ver una sombra espeluznante vigilándolos desde la distancia, quieta y sin moverse.

A la mañana siguiente, los que escaparon confesaron sentirse constantemente vigilados, con la sensación de que el Vorador los seguía en sus sueños, y se cuenta que muchos de ellos jamás lograron dormir en paz de nuevo

El Último Encuentro

La última historia que se cuenta del Vorador involucra a un grupo de campistas que se aventuraron demasiado cerca de su territorio. Uno de ellos notó una figura alta y delgada al borde del campamento, moviéndose entre los árboles. Creyendo que era alguien perdido, trató de acercarse, solo para ver la figura desaparecer y reaparecer aún más cerca. Esa misma noche, se escucharon susurros y pasos alrededor de sus tiendas.

A la mañana siguiente, cuando la neblina se disipó, uno de los campistas no estaba. Sus pertenencias seguían allí, pero no había huellas ni signos de dónde pudo haber ido. Solo quedaron algunas marcas en la tierra y una sensación abrumadora de vacío.

Desde entonces, el Vorador sigue siendo un misterio. Aunque nunca deja rastros claros, todos saben que su presencia marca el lugar donde el miedo profundo e inexplicable puede tomar forma.
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