CORONA DE SANGRE (Parte 2: "Con Alfa")

22. Invisible.

Relacionado con el capítulo 22 de "Sin Omega"

Un largo camino de ingreso nos escoltaba hacia la residencia familiar. El sendero escondido entre la vegetación del bosque era la antesala de una gran mansión suntuosa.

Mis padres construyeron esa casa cuando yo era un adolescente. Habían soñado con vivir en un lugar apartado de la ciudad, con el aire limpio y la tranquilidad de la naturaleza despertándolos por la mañana.

Me estacioné frente a la edificación.

- ¿Qué ocurre? – preguntó NuNew, al ver que no salíamos del vehículo.

- Tus guardaespaldas revisarán el lugar y cuando lo encuentren seguro, descenderemos. – Le expliqué, anticipándome al trabajo que debían realizar sus guardias, sobre todo porque no quería incidentes inesperados.

- De acuerdo. – Aceptó más tranquilo.

- ¿Estás nervioso? – Le pregunté, esperando una respuesta positiva.

- ¿Yo? ¿Nervioso? ¡Claro que no! Te dije que será como una prueba. – Sostuvo riendo despreocupadamente, algo que hizo que me hirviera la sangre.

Me quité el cinturón de seguridad bruscamente y cuando mi cuerpo estuvo liberado, me arrojé sobre el omega, quien sobresaltado, al intentar apartarse de mí, golpeó su cabeza con el cristal de la puerta.

- ¡Deja de decir eso... es ofensivo! Actúa como si ellos fueran tus suegros, finge que debes ganarte su cariño y piensa que ésta es la única vez que conocerás a los padres de tu pareja. – Gruñí con la garganta seca.

Salí del auto y lo rodeé para abrirle la puerta, NuNew seguía conmocionado por mis palabras y yo esperaba que permaneciera de ese modo: Atento y dócil.

Abrí su puerta, lo tomé de la mano y prácticamente lo arrastré al interior de la casa.

Atravesamos el umbral de la recepción y la vista me dejó atónito.

¡Todo el lugar estaba abarrotado de Buganvillas magenta!

Mi madre había exagerado.

Me quedé unos segundos en shock, analicé cada alternativa por la cual NuNew pudiera ser rechazado por mis padres, tuve en cuenta sus opiniones y la poca predisposición del omega a que esto saliera bien, pero jamás pensé que los rechazados podrían ser ellos, mis padres. Mi seguridad sufrió un duro golpe al ver la decoración floral exageradamente pomposa de la recepción. ¿Qué pensaría NuNew de esto?

Sin detenerme más, continué nuestro avance hacia el final del siguiente salón, donde los dueños de la casa, nos esperaban al pie de las escalinatas.

Ambos lucían expectantes, vestidos de gala como si nos esperaran para ir a una fiesta. Me volví hacia NuNew para ver su expresión, pero él se aferró a mi espalda, mostrándome una mirada temerosa. Eso me gustó.

Nos detuvimos frente a ellos y sin saludar dije:

- Madre, padre les presento a...

No pude terminar la frase, mi madre me empujó hacia un costado con tal fuerza que tuve suerte de no caer de cara al suelo.

Salté para volver hacia ellos, pero me encontré a la mujer que hacia unos pocos días, me había obligado a asistir a citas con varias personas, abrazando a mi omega.

- ¡No puedo creerlo... al fin nos conocemos! – Saludó mi madre visiblemente emocionada.

- ¡Bienvenido! – Continuó mi padre también conmocionado.