Capítulo XXIII

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--------- Alastor...

A pasado dos semanas que no he sabido nada de Lucifer, me la he pasado mal pero tampoco mi orgullo deja que quiera hablar con él. No he hablado con Stolas de lo sucedido pues Lucifer no le ha dicho nada aún, al parecer si va a cumplir sus palabras en venirlo a encarar. Emily sabe que he peleado con su tío y me da ánimos, debo de reconocer que no he comido mucho, ando pálido y mareado. Me está pasando factura el no estar comiendo y atormentandome a cada ratos.

Una llamada me entra en mí teléfono, ese número no lo conozco. No sé si contestar o no pero opto en hacerlo.

-Diga-

-Hola Alastor, soy Lilith-

La mandíbula se me tensa.

La que faltaba!!
Qué hace esa mujer llamándome?

-No cuelgues por favor, tengo algo que decirte-

-No tengo nada que hablar contigo-

Y cuando estoy a punto de cortar la llamada.

-Lucifer está en el hospital-

Mi respiración se detiene, frunzo el ceño -qué ha pasado?-

-Hace unas noches bebió más de la cuenta y se metió en una pelea-

Mierda... sabía que iba a pasar algo, nunca lo había oído tan furioso.

-Pero está bien?-

-Todo lo que puede, tiene una fisura en una pierna y varios moretones en su cuerpo pero lo peor es que recibió un golpe en la cabeza y tiene hemorragia en ambos ojos-

Sus ojos!!

-Gracias por estarlo cuidando-

-Alastor tienes que venir, él te necesita-

Bufeo -me quiere ver lejos, no me quiere a su lado-

-Deben de dejar las peleas que tienen y más ahora-

-No lo entiendes Lilith...-

-No!! Escúchame tú a mí. Lo amas?-

-Por supuesto que lo amo-

-Entonces si tanto lo amas ven, por algo cuando dicen sus votos en las buenas y en las malas, en la salud y enfermedad. Sí lo amas cumple eso-

Cierro los ojos -de acuerdo iré allá, cuando esté en Londres me dices en qué hospital está-

-No lo dudes-

-Y por cierto, muchas gracias en verdad por haberlo ayudado y animarme en ir con él-

-Es mi gran amigo y a pesar de todo lo que ha pasado, sé lo mucho que se aman-

Dos minutos después de haber cortado la llamada, me siento en la cama.

Cómo es que no me ha llamado?
Qué hace él solo en un hospital?

Agarro el teléfono y tras darle una marcada rápida oigo dos timbrazos, cuando contestan.

-Stolas, te necesito-

Durante en el trayecto del avión Stolas ya no sabía que hacer ya que iba ardiendo de fiebre pero no podía quedarme sin hacer nada, tenía que verlo aunque no sé qué me espera con él.

--------- Lucifer...

El estar aquí me atormenta demasiado, me desespera. De pronto oigo que la puerta de la habitación se abre y allí está, Alastor acaba de entrar. Sin moverme observo su cara de susto, está pálido y juraría que ha perdido de peso pero no me muevo. Cuando se acerca lo suficiente mi rostro reflejo enojo.

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