Una vez mas

CAPITULO 32

Capítulo 32

Stephen pensó que se quemaría, pero él estaría feliz ardiendo.

Era de nuevo ese sueño Tony en su regazo, el tocando su cálida piel, sus labios bailando en sincronía, escuchar los ligeros gemidos de satisfacción del genio.

Se separó para mirar el rostro del genio y sonrió con satisfacción al ver lo que había logrado.

El hombre inmaculado, que parecía estar en paz todo el tiempo estaba increíblemente perturbado, su respiración era irregular, sus ojos podían reflejar la excitación que tenía, que esperaba algo más y lo sabía por la manera que su cuerpo se pegaba al de él.

Paso sus dedos por el labio del genio.

El también quería más, esperaba más, miró los labios del genio, rojos e hinchados.

Tentadores, como un sueño.

—El sueño terminó—dijo el genio.

Stephen alzó su vista los ojos del genio habían cambiado, ahora sola mostraban decepción y dolor.

El médico abrió los ojos.

Su sueño caliente terminó siendo una decepción. Se tapó sus ojos con el brazo.

Le gusta el comienzo de ese sueño, pero siempre odiaba el final.

La decepción en los ojos del genio como si lo hubiera herido...odiaba eso.

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Tony miro su plato e hizo un mohín, ¿debería sugerir si él podía cocinar aquí?, estaba seguro de que esto ha estado comiendo desde hace dos semanas.

—Eres quisquilloso con la comida—dijo Mordo apareciendo a su lado—no me mires así, tienes cara de pocos amigos mientras come.

—Solo estoy harto de comer este engrudo. —Tony tomo una cuchara y le mostró la avena— puedo comer lo mismo un par de veces, pero ¿dos semanas? Esto es un crimen

Wong que se sentó a su otro lado asintió lo comprendía su malestar el también estaba cansado de eso.

—La personas que nos ayudaba se casó con la maestra de Londres —dijo Mordo—y bueno ahora estamos un poco cortos de manos así que...pues es lo que hay.

—¿Maestra de Londres? —pregunto Stephen, extrañado porque los únicos maestros que conocía son de aquí

—Si hay otros santuarios, pero todos primero llegamos aquí—explico Mordo

Stephen asintió, sintiéndose un poco mejor al escuchar que todos empiezan aquí pero aun tenía curiosidad por los otros santuarios.

—Bueno, en fin, la persona que está ahora cocinando no sabe mucho, pero hace lo que puede con lo que tiene—dijo Mordo. — aparte que él es quien mejor sazón tiene—El medico sonrió de lado —¿Qué?

—Stark sabe cocinare y lo hace muy bien—dijo Stephen casi presumiendo.

El genio lo miro con una ceja alzada, sintió que estaba fanfarroneando con su nombre.

—No te creo. —dijo Mordo.

—Cocino para mis estos últimos años—Una vez más su tono era petulante, Tony sintió un revuelo en su estómago así que tomo agua.

—¿Enserio cocinas? —pregunto Wong, mirando al genio que se bebía su vaso de agua.

—Cocino como pasatiempo, —dijo el genio, limpiando su boca por el agua derramada—es una sazón bastante normal.