CAPÍTULO 3
—Happy, ni siquiera puedo procesar que Tony haya querido venir a esta casa —dijo Rhodey—, y ahora me dices que tocó el piano de su madre, se levantó temprano y está haciendo el desayuno sin supervisión.
Mencionó lo último con demasiada preocupación. Su amigo era muy dado a explotar cosas, tal vez estarían por morir por alguna explosión provocada por Tony.
—Sé que suena increíble, pero él... bueno... —Happy rascó su ceja—, parece que el señor Stark cambió de la noche a la mañana y supo prender la estufa. Intenté ayudar, pero bueno, él pudo solo.
—Es una broma. Tony no sabe cómo funcionan las estufas.
Tony rodó los ojos. Esos dos llevaban rato discutiendo sobre su cambio. Entendía la extrañeza, pero sentía que era demasiado.
—Ahora, ¿qué mosca te picó?
Tony observó a su amigo, que había llegado a su lado.
—Pues una milagrosa —bromeó, volviendo su atención al hotcake.
—Tú no sabes cocinar y tampoco eras una persona madrugadora.
No había manera de refutarlo. Pero, ¿cómo le dices a tu mejor amigo que tu versión más adulta se aloja en tu cabeza y que no solo sus recuerdos, sino sus hábitos, están ahora en ti?
No se podía. No había manera de que no lo creyera loco. Es más, él mismo se creía loco. Pero no podía enloquecer porque, en su mente, todo tenía sentido. Así que su única salida era bromear, evadiendo el tema.
—¿Qué te puedo decir? Amanecí del lado derecho.
—Ni siquiera dormiste —replicó Rhodey.
—Para tu información, dormí una hora —dijo, dejando el último hotcake en el plato—. Aparte, encontré el antiguo cuaderno de recetas de Ana. Tenía que hacer el desayuno estrella. —Señaló la montaña de tocino, hotcakes y huevo—. Desayuno americano.
—¿Quién eres?
Cierta parte del corazón de Tony dio un vuelco, aunque sabía que Rhodey estaba bromeando.
Suspiró, algo dramatizado.
—No es tan difícil seguir una receta, Rhodey. —Tomó el plato para llevarlo al comedor, y su amigo lo siguió.
—No, ya en serio, Tony. ¿Te vas a morir o algo por el estilo? Porque esto —dijo, señalándolo— no eres tú.
El genio chasqueó la lengua. Howard tenía una palabra que le encantaba: "Paltering", y estaba por usar ese principio.
—Siendo honestos... —Tony miró a su amigo, serio—. Sí pasó algo. Sí morí. —Negó con la cabeza, como si fuera un mal recuerdo—. Bueno, tal vez estoy siendo muy dramático, pero cuando estuve inconsciente, Rhodey, tuve un sueño muy raro, pero tan malditamente real. Mi vida estaba arruinada, Rhodey. Mis malas decisiones dañaron a la gente que quería, dañaron mi persona y terminaron en mi muerte.
El genio miró cómo el semblante de su amigo cambiaba poco a poco por preocupación. Se sentía culpable, pero por el momento, esta era su única salida.
—Howard tomó la terrible decisión de beber... de manejar.
Tony sintió una punzada en la cabeza, pero no era el momento de concentrarse en ese problema.
—Perdí a los dos en una noche por una mala decisión. Y el sueño... Oh, Dios, Rhodey, fue una locura. ¿Qué estoy haciendo con mi vida, amigo? ¿Voy a ser como mi padre? ¿Un día una de mis malas decisiones me va a matar?

ESTÁS LEYENDO
Una vez mas
Teen FictionQue pasaría si... Stephen Strange, todavía pudiera dar una oportunidad más. Porque sabia que este no era el final. Tony Stark estaba recibiendo un oportunidad más. Embarcate conmigo a una aventura donde Tony volverá al pasado. Pero esta vez haciendo...