CAPITULO 38

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Capítulo 38

Tony reconocía ese movimiento de cabeza en Stephen. Estaba viendo varias cosas al mismo tiempo.

—Deben detenerlo —pidió Tony, dirigiéndose a la Ancestral—. De nada sirve que él vea esto.

—¿Tú sabes qué está viendo? —preguntó Wong, intrigado.

El genio miró a ambos hechiceros y suspiró profundamente, como si cargar con esa información le pesara demasiado.

—Probablemente esté viendo la muerte del señor Stark —respondió la Ancestral, con su tono característicamente calmo—. O alguna parte de su vida... lo cual puede ser muy duro.

Tony desvió la mirada hacia sus pies, sintiendo un terrible dolor de cabeza que parecía empeorar con cada palabra.

—¿Tu muerte? —inquirió Mordo, con un dejo de incredulidad.

El genio soltó otro suspiro, más profundo y cansado.

—Mi alma fue traída de regreso muchos años antes de mi muerte —dijo finalmente, su voz llena de agotamiento.

—¿Qué fue lo que pasó? —preguntó Mordo, cruzándose de brazos.

—Una batalla por eso —Tony señaló la Gema del Tiempo—. Y las otras cinco. Alguien tuvo la brillante idea de juntarlas.

—Eso sería terrible. Podría... —empezó Mordo, alarmado.

—Lo sé, Mordo —lo interrumpió Tony—. Podría destruir el mundo si él lo quisiera... y lo quería. Lo detuvimos.

Tony miró su mano, recordando algo doloroso.

—Usé las gemas, evité que pasara... pero morí en batalla.

Wong y Mordo se miraron, consternados por lo que acababan de escuchar.

—No sé qué salió mal para traerme de regreso... pero tengo mis recuerdos. Aunque no son... —Tony se pasó la mano por la cara, visiblemente cansado—. Hay cosas que no están pasando como las recuerdo. Su accidente, por ejemplo —dijo, mirando a Stephen con un dolor visible en los ojos.

—Stephen probablemente fue el causante de eso —dijo la Ancestral, con firmeza—. Y quien sea que lo haya ayudado hizo los cambios... para que la situación fuera más controlada. El Stephen de ese tiempo probablemente sabía que perdería sus recuerdos.

—Así que los enlazó con la gema —dijo Wong, hilando la idea.

—Pero eso requiere una magia muy poderosa —añadió Mordo, frunciendo el ceño.

—La Bruja Escarlata —afirmó la Ancestral, con un tono seguro.

Mordo arrugó el entrecejo.

—Es un mito, ¿no? —dijo Mordo, mirando a la Ancestral—. Esa clase de magia...

Tony negó.

—Conocí a una persona que encaja con esa clase de magia —dijo el genio.

—¿Quién es?

—No puedo decirte. Hay cosas que aún no puedo revelar —respondió Tony.

—Es por seguridad, de no afectar ningún destino o complicar las cosas que conocemos —intervino la Ancestral.

Mordo alzó una ceja, sin estar de acuerdo con lo que escuchó.

—Pero la gema ya la ha tocado antes y eso no pasó —replicó Wong, intentando encontrar alguna lógica.

—Porque yo no soy Stephen Strange —dijo la Ancestral.

El genio negó lentamente, como si todo esto fuera demasiado para procesar.

Una vez masDonde viven las historias. Descúbrelo ahora