Capitulo 2

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Sophie estaba sentada en el sofá, con su café ya frío sobre la mesa y el celular en la mano. Deslizaba el dedo por la pantalla distraídamente, revisando mensajes y correos. El silencio de la casa era reconfortante, pero también le dejaba demasiado tiempo para pensar, algo que no siempre disfrutaba.

De pronto, el sonido de su teléfono interrumpió sus pensamientos. Al mirar la pantalla, vio el nombre de Jackson. Su novio desde hacía un año, siempre atento y cariñoso, aunque con una insistencia que a veces la hacía sentir atrapada. Sophie tomó aire antes de contestar.

—Hola, Jackson —respondió con un tono calmado, tratando de sonar más animada de lo que realmente se sentía.

—¡Hola, preciosa! —dijo Jackson al otro lado de la línea, con su característico entusiasmo. Su voz siempre tenía un aire de seguridad que contrastaba con el caos interno que Sophie a menudo llevaba consigo—. ¿Cómo estás? Pensé en llamarte porque no hemos hablado mucho estos días.

Sophie sonrió, aunque era una sonrisa automática, casi ensayada.
—Estoy bien. Tranquila en casa. Emma salió con su papá, así que tengo algo de tiempo para mí.

Hubo una breve pausa antes de que Jackson hablara de nuevo, su tono ligeramente más serio.
—Con Lamine, ¿verdad?

Sophie sabía que esa mención siempre incomodaba a Jackson, aunque él intentaba no demostrarlo. No era un secreto que Lamine seguía siendo una presencia importante en su vida, pero Sophie siempre había sido clara en que su relación con él estaba centrada en Emma.

—Sí, con Lamine —confirmó ella, manteniendo su tono neutral.

Jackson soltó un leve suspiro que Sophie pudo captar.
—¿Te ves bien? No quiero ser ese tipo de novio, pero ya sabes lo que pienso.

Sophie apretó los labios. Habían tenido esa conversación antes. Jackson respetaba su historia con Lamine, pero no podía evitar sentirse inseguro a veces.

—Jackson, no hay nada de qué preocuparse. Solo están pasando tiempo juntos como padre e hija —dijo ella, con un toque de firmeza en su voz.

Él se quedó en silencio por unos segundos antes de cambiar de tema, quizás dándose cuenta de que no era el momento para profundizar en sus inseguridades.
—¿Qué tienes planeado para hoy? Podría pasar por tu casa más tarde y llevarte a cenar.

Sophie miró hacia la ventana, viendo cómo el sol brillaba en el jardín. La idea de salir sonaba bien, pero había algo en su mente que la hacía dudar.

Sophie se quedó mirando el vestidor mientras descolgaba un vestido sencillo pero elegante, de color burdeos. Aunque la idea de salir con Jackson no le entusiasmaba por completo, decidió que una cena podría distraerla. Se arregló el cabello rápidamente, dejándolo caer en ondas naturales sobre sus hombros, y aplicó un maquillaje ligero pero favorecedor. Cuando estaba lista, se observó en el espejo, preguntándose si realmente quería hacerlo o si simplemente era una forma de llenar el vacío que sentía.

La casa estaba tranquila, apenas iluminada por las luces tenues del atardecer que se filtraban por las ventanas. Sophie estaba ajustándose los pendientes cuando escuchó el sonido de las llaves entrando en la cerradura de la puerta principal. Unos segundos después, Emma y Lamine entraron, riéndose de algo que habían compartido en el camino de regreso.

—¡Mamá, ya llegamos! —anunció Emma con su tono despreocupado mientras dejaba su mochila en el suelo.

Sophie salió de su habitación y bajó los últimos escalones de la escalera, con su vestido elegante y un bolso pequeño en la mano. Lamine estaba colgando las llaves en el perchero y se giró al oír los pasos. Cuando sus ojos se posaron en Sophie, su expresión pasó de curiosa a sorprendida.

Amor que Duele - Lamine YamalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora