De no ser porque estaba seguro de lo que había tenido enfrente, no podía dar crédito a lo que veía ahora.
Pasó de estar frente a un "amable" ángel, a aquel demonio enorme que lo miraba molestó; incluso le costaba respirar en su presencia.
—Otra vez esos estúpidos ángeles me mandaron un alma pudorosa, ¡como los odio! —se quejó apretando los puños. —¿Tú te piensas quedar en el suelo para siempre? Levántate, no tengo tiempo que perder, detesto capacitar novatos —Kurama se giró y comenzó a caminar.
Kakashi se levantó para ir tras el demonio, no quería molestarlo más, si es que era posible.
—Escucha bien porque no lo voy a repetir. Ahora estás bajo mi potestad, debido a que cometiste algún pecado abrumado por la ira o algo similar. En este momento eres un demonio de bajo rango, lo único que está por debajo de ti son los demonios de un cuerno, toma —Kurama explica antes de lanzarle un pequeño libro, el cual atrapó de forma torpe. —Es un manual, ahí encontrarás todo lo que necesitas saber para cazar almas, una vez que comas 100, subes de rango.
—Disculpe señor...demonio —lo llamó de forma tímida.
—¿Qué quieres? —Kurama se detuvo para girarse a verlo.
—Es que...yo no sé leer —dijo avergonzado bajando la mirada, aparte de pena, el miedo le impedía ver al demonio a los ojos.
—No digas tonterías, ahora que eres un demonio has adquirido todos los conocimientos básicos que necesitas. Ya tienes todo aquí —contestó Kurama dándole un toque en la frente con su cola.
—¿En serio? —dudo, él no sentía nada distinto, pero vio la portada del libro en sus manos. "Guía básica para demonios de la ira. Por Kurama". Abrió los ojos con sorpresa al ser capaz de comprender el texto.
—Conforme ganes experiencia serás capaz de adquirir más conocimientos, así que lee con atención ese libro. Se te asignará un lugar de reposo, es de suma importancia que recuperes tu energía aquí en el infierno, así que incluso si quedas inconsciente mientras haces algo en el plano terrenal, tu cuerpo volverá aquí a recuperarse, es la única forma en la que puedes hacerlo.
El chico iba viendo a su alrededor curioso, habían llegado a una especie de "civilización", aunque claro, todos ahí eran demonios que parecían ir de un lado a otro. Algunos tenían alas, podía sentir algo distinto en ellos; no sabía porqué, pero él también quería ser uno de ellos.
Aparte de los obvios cuernos y cola, pudo notar que todos tenían los ojos rojos, ¿él también los tendría así ahora? Nunca se había visto en un espejo, le daba asco su apariencia porque siempre era halagada por los clientes del burdel, todos le decían que era hermoso, pero él no lo comprendía y solo podía sentir asco por sí mismo.
—Existen varias reglas a seguir, todas están en el libro, pero te diré la más importante —habló Kurama deteniéndose para ponerse frente a él. —No confíes en otros demonios. Aquí todos son traicioneros, buscarán su beneficio propio antes que cualquier otra cosa, así que no le creas a nadie que no sea yo, ni siquiera a otros capitales.
—¿Otros capitales? —repitió confundido, ¿a qué se refería con eso?
—Viene en el libro —indicó Kurama. —Si te digo eso es porque ahora debo nombrarte, y para un demonio no hay nada más importante que su nombre, si alguien más conoce tu nombre completo será tu fin. El nombre de un demonio se compone de dos partes. La primera puedes usarla para presentarte con otros si así lo deseas, no hay problema, o puedes usar un alias como lo hago yo, pero la segunda es aquella que debes mantener en secreto, solo tú y yo la vamos a conocer. A partir de ahora eres Kakashi, Hatake Kakashi, no lo olvides.
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Mi alma, mi decisión
General FictionDesde hace mucho se rumorean los famosos "pactos con demonios" para ofrecer tu alma a cambio de lo que desees. Fama, riqueza, fortuna, poder, cualquier cosa. Pero Naruto solo quiere un amigo, y el demonio Kakashi esta dispuesto a darle lo que desee...